sábado, 1 de febrero de 2014

 01 de  ENERO DEL 2014
CONSEJO DIVINO.

TOMADO DE PROVERBIOS


PARTE III
DEL  LIBRO DE DIOS "PROVERBIOS I, 14 - 1,14  CAP. IV- 4"

Oíd, hijos míos, las instrucciones de  tu padre, y estad atentos para aprender la prudencia. Yo quiero daros un rico don, así, no abandonéis mis preceptos. Porque también yo fui un hijo querido de mi padre y amado tiernamente, como único,  de mi madre, y el instruyéndome,  me decía: reciba tu corazón mis palabras, observa mis preceptos y vivirás feliz. Procura adquirir la SABIDURÍA y lucha por poseer el don de la PRUDENCIA,  y no te olvides ni apartes de las palabras de mi boca.
No abandones la SABIDURÍA, porque ella será tu protectora: amala y ella será tu salvación. El principio de la sabiduría es el trabajar por adquirirla. Y así,  acosta de cuanto posees, procura adquirir, la prudencia.  Aplica todos tus esfuerzos para alcanzarla y ella te ensalzará: te llenará de gloria, cuando la estreches en tus brazos: añadirá adornos graciosos  a tu cabeza y ceñirá tus cienes con esclarecida diadema.
Oh hijo mío, escucha y recibe mis documentos, para   que logres muchos años de vida: yo te mostraré el camino de la sabiduría, te guiaré  por la senda de la JUSTICIA; y entrado que hayas en ella, no se verán tus pies en estrechura, ni hallarán tropiezo alguno en su carrera. Mantente adicto a la formación: nunca la abandones, guárdala bien, pues ella es tu vida. No te aficiones a los caminos de los  impíos; ni te agrade la senda de los malvados:

Húyele, no pongas el pie en ella; desvíate y abandónala. Porque los impíos no duermen, si antes no han hecho ALGÚN MAL; y si primero no han causado la ruina de alguno, no pueden conciliar su sueño. Como de pan se alimentan de la impiedad  y beben como vino la injusticia. La senda de los justos es como una luz brillante, que va en aumento y crece hasta el mediodía. Al contrario, el camino de los impíos está lleno de tinieblas: no advierten el precipicio en que van a caer.

Escucha, hijo mío, mis razonamientos y atiende a mis palabras: Jamás las pierdas de vista: Deposítalas en lo íntimo de tu corazón; porque son vida para los que la reciben, y salud o medicina para todo hombre. Guarda tu corazón con toda vigilancia, porque de él mana la vida, arroja de tu lengua la malignidad; y lejos este de tus labios la detracción. Dirige siempre tus ojos rectamente, y adelántese tu vista a los pasos que dés.  Examina la senda en que pones tus pies,  y serán firmes todos tus pasos. No tuerzas ni a la diestra ni a la siniestra: retira tu pie de todo mal paso: porque ama el señor los caminos que están a la derecha; pero los que caen a la siniestra son caminos de perdición. Más el hará que sea recto tu camino, y  que avances felizmente en tu viaje. 


El señor siempre estará con cada uno de vosotros y el sabrá guiaros si tenéis la disposición.  




                             JJ = J2

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