martes, 27 de septiembre de 2022

 27 de septiembre de 2022. 


Señores y señoras docentes, Este es el link para acceder a la evaluación psicosocial. 

https://me-qr.com/wtfvUG


domingo, 25 de septiembre de 2022

 


¿Enseñanza tradicional o por competencias? La difícil transición de modelo educativo

Los tiempos cambian, los estudiantes también, y al modelo educativo le cuesta seguir el ritmo acelerado de estos cambios. La transición desde un modelo tradicional de acumulación de conocimientos hacia un modelo de competencias y, ahora, hacia un modelo de resultados, demanda visión de futuro.

Es preciso aprovechar de manera eficiente del esfuerzo de los estudiantes que, a menudo dispersos en el aula y sobreestimulados por las redes sociales y la inmediatez de la información, pierden la atención e interés por las clases con formato tradicional. La figura del maestro inspirador y guía de aprendizaje se ve ahora potenciada con las nuevas herramientas digitales.

Planteada como inversión cuantiosa en recursos y tiempo, la educación es una palanca de progreso social y de calidad de vida y, por ello, esencial para el devenir de la humanidad. Requiere recursos materiales y temporales: comprende una extensa parte del ciclo vital, una media de 19 años que representan el 23% de la actual esperanza de vida en España (83,06 años).

Un año de estudio por cada dos de vida laboral

Casi una cuarta parte de la vida de los profesionales con estudios universitarios se consagra a la preparación previa a la entrada en el mundo laboral. En él, desempeñarán su actividad durante una media de 34,8 años (según FUNCAS con datos de Eurostat). Esto supone una inversión de un año de estudio por cada 1,83 años de vida laboral.

Introducir este punto de vista economicista conduce a un planteamiento exigente sobre el verdadero valor que aportan las acciones formativas: como en todo proceso de inversión, convendría acertar sobre qué se debe aprender, cómo y cuándo corresponde cada materia y, también, cómo deben evolucionar los contenidos, las herramientas pedagógicas y las metodologías de aprendizaje; todo ello con la finalidad de que el proceso sea “rentable”.

Por ello, el sistema educativo, como un avezado inversor, debería tomar decisiones que intenten crear el máximo valor posible para el estudiante, actuando con rapidez a la hora de incorporar contenidos que el mundo actual y venidero precisan, sin abandonar lo esencial.

Contenidos obsoletos y métodos de evaluación

Hace mucho tiempo que la población no precisa aprender a encender un fuego con madera y pedernal, ni a distinguir las plantas silvestres comestibles o a confeccionar su propia ropa. También el aprendizaje de idiomas resulta mucho más útil que memorizar el listado de los reyes visigodos.

Es importante plantear cómo deberían evaluarse los conocimientos y competencias en la época actual. Lo netamente memorístico sigue siendo el modelo preponderante para el acceso a las plazas de funcionario de las administraciones públicas. Incluso en otras actividades, como la licencia para conducir, se exige recordar cuestiones “tan importantes” para el aspirante a conductor como el peso máximo autorizado del remolque que podría arrastrar un vehículo.

La evaluación se ha convertido, tristemente, en el centro del modelo educativo. Un examen clásico es una evaluación artificial, parcial y aleatoria en el que es más fácil medir los conocimientos que las competencias, por lo que los nuevos sistemas de evaluación mediante retos y otras metodologías de trabajo se acercan más a lo que demanda la evolución del mundo.

Competencias, no memoria

La Ebau o Evau, antes llamada Selectividad, es otro ejemplo de evaluación masiva e intensiva de conocimientos con considerable carga memorística que muchos estudiantes parecen borrar de sus mentes al día siguiente.

Las empresas demandan competencias, pero el sistema educativo sigue actuando como quien se afana en introducir más cucharadas de “potito” a un bebé cuando este mantiene la boca cerrada, inundando del alimento su tierna cara y acabando en una servilleta: producto perdido y resultado ineficiente y agotador para ambas partes, hasta que no se encuentre el modo de que el infante colabore con interés en el proceso.

La vuelta del maestro orientador

Ante un universo inabarcable y creciente de conocimientos e información, en el que el profesor y sus libros han dejado de ser la fuente principal de sabiduría, el docente actual debe asumir el principal de los retos: volver a ser el maestro orientador que provoque la curiosidad de los estudiantes y su interés por aprender y por querer ir más allá en las materias que más le atraen.

Se puede innovar mucho en las temáticas y enfoques de los trabajos individuales y en grupo, guiar para que elijan opciones y las maduren, mostrar caminos y no dar recetas de mecánico seguimiento. Memorizar lo que de verdad importa. Aprender filosofía, literatura o historia, no sólo como un listado de autores, obras y fechas, sino sobre un contexto holístico que ayude a entender el porqué de sus creaciones o de los sucesos acaecidos, reforzando así el innegable valor de las humanidades en un mundo digitalizado y algorítmico.

La motivación, gran ausente

El sistema educativo parece no dar con la tecla para motivar a los estudiantes. Muchos de ellos se aburren tras horas encadenados a un pupitre y ante la sucesión imparable de pruebas de evaluación y entregas de trabajos.

Sufren la adición de nuevas propuestas innovadoras sobre las tradicionales, lo que resulta en un doble esfuerzo para docentes y alumnos.

El abandono escolar tiene un alto coste social y económico (presupuestos e inversiones que no son rentables). No se ha conseguido inculcar en ellos curiosidad y verdaderas ganas de aprender, a pesar de que la tasa de abandono temprano en España ha disminuido en los últimos 10 años, desde el 26,3 % al 13,3 % (el abandono temprano masculino es un 72 % superior al de las mujeres).

Demasiados tropezones, poco arroz

Actualmente opera un modelo educativo que puede visualizarse como una paella con muchos ingredientes y poco arroz que está comprimiendo, con poca intersección, los métodos de aprendizaje tradicional y moderno.

El primero, preponderantemente de base memorística, intensivo en lecciones magistrales, horas de clase y solitario estudio individual.

El segundo, basado en el trabajo en equipo, en la participación de los estudiantes, en la experimentación, el desarrollo de proyectos de emprendimiento, el interés por estimular capacidades e, incluso, la enseñanza de las llamadas habilidades blandas y tecnológicas; aunque, también, a veces, relativamente caótico por su multiactividad y acople con otras tareas.

Fuerzas antagónicas

El resultado es una suerte de estudiante atrapado entre dos fuerzas antagónicas, comprimido por la dificultad de integrar en una jornada diaria ambos modelos, como si ambos no pudieran conciliarse.

Es importante transmitir a todos los actores del sector educativo la necesidad de obrar un cambio constructivo y con proyección de futuro, indudablemente necesario para una estrategia educativa de país que sea esperanzadora y viable en todos los sentidos.

sábado, 17 de septiembre de 2022

 

Así son las amistades verdaderas, en 9 características

Esto es lo que caracteriza a las amistades sólidas, basadas en la verdadera confianza y honestidad.


La mayoría de nosotros vivimos rodeados de gente constantemente; el simple hecho de estar en una sociedad nos lleva a relacionarnos con todo tipo de personas, así que es normal que se gesten sentimientos de amistad, todas valiosas y con sus características particulares. 

Las características de las amistades verdaderas

A continuación puedes encontrar las características principales de las amistades fuertes y honestas, basadas en un afecto verdadero.

1. Escuchan tanto como hablan sobre sí mismas

Los amigos de verdad no quedan con nosotros simplemente para tener a alguien que les escuche narrar su vida. Explicar lo que nos ocurre es una buena manera de ordenar las ideas y de liberar estrés, pero el objetivo de este tipo de relaciones personales no es este.

Por eso, a la práctica, las amistades verdaderas son aquellas en las que, en lo que concierne al diálogo, se basan tanto en dar como en recibir. Uno habla sobre sí mismo cuando le apetece, pero también debe saber escuchar y respetar los momentos en los que el otro quiere explicar sus preocupaciones, inquietudes, deseos, ideas, etc. Además, cuando esto ocurre no se cambia de tema a la mínima oportunidad para volver a hablar sobre uno mismo.

2. Están ahí para consolarte

Los momentos de mayor tristeza siempre son más llevaderos si se cuenta con la posibilidad de contar con los amigos. Uno de los mayores beneficios de la amistad, de hecho, es que esas personas que han pasado a nuestro lado por momentos significativos para nosotros son las más indicadas para acompañarnos en el dolor emocional de la decepción o del duelo.

3. Te felicitan cuando toca alegrarse

Los amigos verdaderos saben estar ahí cuando hay motivos para alegrarse a causa de un éxito que ha llegado a través de méritos propios. Por ejemplo, si una buena universidad ha aceptado nuestro ingreso en ella, o cuando hemos ganado un premio deportivo.

Estas situaciones son mucho más dulces si otros las comparten con nosotros y nos felicitan por un éxito que ha llegado a través del esfuerzo. Tiene sentido que el reconocimiento social que llega con los logros se exprese más en aquellas personas con más motivos para alegrarse.

4. Siempre tienen tiempo para cultivar esa amistad

Por mucho que se diga que hay amigos tan importantes que incluso pueden estar mucho tiempo sin vernos y a la vuelta todo sigue como al principio, en los casos en los que hay amistad verdadera se necesitan muy buenas excusas para dejar pasar el tiempo sin que haya intentos de retomar el contacto.

Esto es así porque el paso de los meses sin que haya diálogo es, a la práctica, una muestra de que el vínculo emocional se va diluyendo a no ser que haya motivos muy concretos para hablarse o para quedar. Quien de verdad tiene motivos para seguir en contacto, lo hace naturalmente, sin sentirse forzado a ello.

5. Se muestran honestas

La crítica constructiva también forma parte de la rutina de la amistad que vale la pena. Si hay algo en nuestra manera de comportarnos que es claramente mejorable, nuestros amigos nos lo dicen de un modo que queda claro por qué senda podemos seguir progresando para corregir ese error. Sin embargo, esta honestidad es algo que forma parte del marco de vuestra relación, así que los amigos de verdad no hablan mal de nosotros a nuestras espaldas.

6. Te ayudan a ser mejor persona

Los amigos de verdad son personas que nos inspiran, que nos invitan a mejorar. Esto es así por dos motivos.

Por una lado, estas amistades son lo suficientemente honestas como para comunicarnos de manera clara qué fallos significativos cometemos, de modo que sabemos que, cuando una de estas personas nos llama la atención sobre algo que hemos hecho, es que de verdad hay motivos para replantearnos nuestra actitud.

Por el otro, estos amigos y amigas tienen ciertas características que admiramos y, como a la vez no las vemos como personas idealizadas, son un ejemplo de lo que podríamos llegar a hacer.

7. Crean contigo un lenguaje y un humor privados

La complicidad entre quienes comparten una amistad verdadera es tal que su día a día está lleno de referencias veladas a hechos graciosos, anécdotas, creencias compartidas, etc. Los amigos y las amigas que llevan más tiempo siéndolo pueden llegar a crear un vocabulario propio que resulta difícil de comprender por el resto.

8. Saben guardar secretos

Parece una tontería, pero es muy importante que las amistades sean contextos en los que nos sentimos seguros para que podamos expresar en ellos nuestros secretos y preocupaciones. El hecho de si esta información pasa o no a manos de otras personas dice mucho sobre la calidad de este tipo de relaciones, ya que pone en peligro su estabilidad.

9. Hay al menos una afición en común

Para que una amistad valga la pena, es necesario compartir al menos alguna afición. Esta no tiene por qué ser un deporte; conversar acerca de cierto tema, por ejemplo, puede ser considerado un ejemplo de algo que interesa a dos personas.


viernes, 9 de septiembre de 2022

21 PREGUNTAS QUE TODO PROFESOR DEBERÍA PLANTEARSE ANTES DE FINALIZAR el año escolar

Reflexionar acerca del proceso que esta a punto de concluir, es un ejercicio fundamental para poner en práctica diversas estrategias de mejora que pueden beneficiar a tus estudiantes.

EL AÑO ESTA POR TERMINAR, ESTAMOS A UN PERIODO, A 40 DÍAS DE QUE FINALICEN LAS ACTIVIDADES ACADÉMICAS, VENIMOS DE UNA PANDEMIA Y DEBEMOS REFLEXIONAR  ANTES DE QUE DEMOS EL VEREDICTO FINAL.

El fin del año escolar es una buena instancia de reflexión para profesores y estudiantes. Ha pasado un periodo lleno de grandes logros, desafíos, alegrías, aprendizajes, lecciones, y muchas otras cosas que vale la pena analizar. Para recordar lo positivo de este año, cumplir nuevos objetivos, e implementar cambios positivos y productivos en el ejercicio docente, vale la pena entonces cuestionarse, plantearse interrogantes con respecto a las acciones que se tomaron, los resultados obtenidos y los planes ejecutados. Al final se trata de rescatar lo positivo y replantearse aquello que se puede mejorar.

Pensando en esto, te invitamos a realizar este ejercicio de reflexión respondiendo preguntas estas simples preguntas:

1. En una palabra, ¿cómo definiría mi año escolar?

Profesor del colegio Sol Illimani

Colegio Sol del Illimani

2.¿Estoy Cumpliendo con las expectativas y las expectativas de mis estudiantes?

3. ¿Cuál ha sido el mejor momento del año y por qué?

4. Si tuviera la oportunidad de cambiar algo, ¿qué sería, para mejorar?

5. ¿Qué habilidades pude promover en mis estudiantes y cuáles faltaron por trabajar?

6. ¿Cuál fue mi principal herramienta pedagógica durante este año escolar?

7. ¿Mis clases estuvieron pensadas y planificadas para responder a las necesidades de los estudiantes?

Profesora del colegio Puelmapu

Colegio Puelmapu

8. ¿A quiénes podría haber apoyado más durante el proceso escolar? lo puedo hacer?

9. ¿Logré promover aprendizajes significativos en TODOS mis estudiantes?

10. ¿Cómo creo que se sintieron mis alumnos a lo largo del año?

11. ¿Qué emociones generé en mis estudiantes?

12. En este año escolar ¿logré que mis alumnos creyeran en ellos mismos?

13. En toda esta etapa, ¿logré integrar a los padres en los procesos de aprendizaje de sus hijos?

14. ¿Trabajé en equipo junto a otros docentes con el fin de beneficiar a nuestros estudiantes?

Profesores del colegio Puelmapu

Colegio Puelmapu

15. ¿A qué profesor de mi comunidad educativa admiro y por qué? puedo aprender algo de el o ella?

16. ¿Qué podría enseñarle a otro docente y que podría aprender yo de ellos?

17. ¿Qué hice para promover la colaboración entre docentes?

18. ¿Qué tanto me preocupe por mi salud física y emocional?

19. ¿Qué tanto aprendí de mis alumnos, sus padres y otros profesores? he hecho alguna reflexión sobre porque los niños, niñas o adolescentes se están comportando de esa manera?

20. ¿Qué momento del año me gustaría atesorar?

21. Y finalmente, ¿qué desafíos se vienen para el final de este año escolar?

Profesor de la Escuela Japón

Escuela Japón