lunes, 7 de agosto de 2017


7 DE AGOSTO  DEL 2017
CONSEJO DIVINO.
LA  PROFECÍA DE ISAÍAS


CAPITULO  XIV

DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE ISAÍAS  CAP. XIV– 14"

Profetiza Isaías la vuelta del pueblo de cautiverio de Babilonia: la ruina de este imperio, la mortalidad de los Assyríos y la derrota de los Philistheos por Ezechias.   

Próximo está a llegar este su tiempo, y sus días no están remotos.

Porque al fin el Señor tendrá compasión de Jacob, y todavía escogerá algunos de Israel, y hará que reposen en su nativo suelo. Juntarse con estos el extranjero, y se incorporará con la casa de Jacob. Y los  pueblos los hospedarán y los acompañaran a su país; y la casa de Israel los poseerá, en la tierra del Señor, para siervos y siervas; y quedarán cautivo los que los habían cautivado,   y súbditos su opresores. Y en aquel tiempo, cuando te sea dado por Dios el respirar de tus trabajos y de  tú opresión, y de la dura esclavitud a que estuviste sujeto. Te servirás de ese cantico contra el rey de Babylonia y dirás.

¿Cómo es que no parece ya  el exactor y que cesó el tributo? El Señor ha hecho pedazos el cetro de los impíos, la vara de los que dominaban; Al que indignado azotaba a los pueblos haciéndoles llagas incurables, y tiranizaba furiosamente a las naciones y las maltrataba con crueldad. Toda la tierra está en silencio, y en paz, y se huelga, y regocija: hasta los abetos y cedros del Líbano se divierten a costa tuya. Desde que tú feneciste, dicen, nadie sube a cortarnos.

El infierno allá bajo se conmovió a tu llegada; al encuentro tuyo envió los gigantes: levantáronse de sus tronos todos los príncipes de la tierra, todos los príncipes de las naciones. Todos, dirigiéndote la palabra, te dirán: ¡Con que tú también has sido herido como nosotros, y a nosotros has sido hecho semejante! Tú soberbia ha sido abatida hasta los infiernos, tendido yace por el suelo tu cadáver, tendrás por colchón la podredumbre, y tu cubierta serán  los gusanos.

¿Cómo caíste del cielo, oh lucero, tú que tanto brillabas por la mañana? Cómo fuiste precipitado por la tierra, tú que has sido la ruina de las naciones? Tú que decías en tu corazón: Escalaré el cielo: sobre las estrellas de Dios levantaré mi trono, sentaréme sobre el monte del testamento situado al lado del Septentrión.

Sobrepujaré la altura de las nubes, semejante seré al Altísimo. Pero tú has sido precipitado al infierno, a la más honda mazmorra.

Los que te vieren se inclinaran a ti, y te contemplaran, ¿Y es éste, dirán, aquel hombre que alboroto la tierra, que hizo estremecer los reinos. El que dejo desierto el mundo, y asolo las ciudades, y no abrió jamás la cárcel a sus prisioneros? Todos los reyes de las naciones, todos murieron y fueron enterrados con gloria; Cada cual descansa en el sepulcro de su familia. Más tú has sido arrojado lejos de tu sepulcro como un tronco inútil e inmundo, y confundido como podrido cadáver, con los que fueron muertos a cuchillo, y descendieron a lo más hondo de la fosa.
Tú no has de tener consorcio con ellos, ni aun en la sepultura: porque has destruido tu país, has hecho perecer a tu pueblo. No se conservará la memoria de la raza de los malhechores. Preparaos a dar la muerte a sus hijos, por la iniquidad de sus padres; pues no crecerán, ni heredarán la tierra, ni llenarán de ciudades la superficie del mundo.

Porque yo me levantaré contra ellos, dice el Señor de los ejércitos; y destruiré el nombre de Babylonia, y los residuos, y el retoño, toda su raza, dice el Señor. Y la reduciré a manida de erizos, y a laguna de,  aguas estancadas, y barreré con escoba devastadora, dice el Señor de los ejércitos.

Juró el Señor de los ejércitos diciendo: como lo pensé, así será, y como lo tracé en mi mente. Así sucederá: destruiré al Assyrio en mi tierra, y sobre mis montes lo hollaré; con lo cual será quitado a Israél el yugo, y de sus hombres el peso de aquel opresor. Esto es lo que he pensado y resuelto tocante a toda la dicha tierra, y así es como extenderé la mano sobre todas las naciones amigas suyas. El Señor de los ejércitos lo ha decretado, y ¿Quién podrá invalidarlo? Su brazo esa levantado, y ¿Quién podrá detenerlo?

El año en que murió el rey Achaz se cumplió este duro anuncio:

No te entregues todo a la alegría, oh país de los Phulistheos, porque haya sido hecha pedazos la vara del que te hería; pues que de la estirpe de la culebra nacerá el basilisco, y lo que de este saldrá engullirá las aves. Y los primeros o más infelices entre los mendigos tendrán pan, y reposarán con seguridad los pobres: y haré morir de hambre tu raza, oh Philisthéo, y acabaré con todo lo que de ti quedare. Aúllen las puertas, esfuercen sus gritos las ciudades: todo  el país de los Philisthéos está por tierra, porque de hacia el Septentrión viene la humareda, y no habrá quien pueda escapar de sus escuadrones. Y ¿Qué respuesta se dará a los embajadores de las naciones? Que el Señor es el que fundó a Sión, y que en él esperan los humildes de su pueblo.

El señor vuelve con su palabra que tiene poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y   aplícalas en tu vid a, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en este CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?

FELIZ SEMANA                                                                  

JJ = J2



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