martes, 4 de octubre de 2016


2 DE OCTUBRE DEL 2016
CONSEJO DIVINO.
TOMADO DEL LIBRO DEL ECLESIÁSTICO

CAPITULO  XXXI

DEL LIBRO DE DIOS "LIBRO DEL ECLESIÁSTICO  CAP. XXXI – 31"


 Tribulación del avaro: Elogio del rico que conserva la inocencia. De  la modestia y sobriedad en la mesa.


 El desvelo por las riquezas, consume las carnes, y sus cuidados quitan en sueño. Los pensamientos de lo que podrá suceder perturban el  sosiego, como la grave enfermedad hace perder el sueño al hombre. Afanóse el rico para allegar riquezas,  y en su reposo se llena de bienes. Trabaja el pobre para poder comer; y si deja de trabajar queda mendigando, no será justo  el que es amante del oro; y quien sigue la corrupción, de ella se llenará. Muchos han caído en el precipicio a causa del oro, el resplandor del cual fue su perdición. Leño de tropiezo o ídolo es el oro, para los que idolatran en él: ¡ay de aquellos que se van tras del oro! Por su causa perecerá todo imprudente. Bienaventurado el rico que es hallado sin culpa, y que no anda tras del oro, ni pone su esperanza en el dinero y en los tesoros. ¿Quién es éste, y le elogiaremos? Porque él ha hecho cosas admirables en su vida. Él fue probado por medio del oro, y hallado perfecto; por lo que reportará gloria eterna. Él podría pecar y no pecó, hacer mal y no lo hizo: por eso sus bienes están  asegurados en el Señor; y celebrará sus limosnas toda la congregación de los santos.

¿Te sentaste en una espléndida mesa? No seas tú el primero en abrir tu garganta para engullir. Tampoco digas con anhelo: ¡oh cuantas viandas hay en ella! Mira que es mala cosa el ojo maligno. ¿Hay en el mundo cosa peor que semejante ojo? Por eso derramará lágrimas por toda su cara, cuando mirare cómo se gasta sus bienes. No alargues tú primer tu mano, no seas que tachado por el envidioso quedes avergonzado: En el tomar las viandas no vayas atropellando: juzga el genio de tu prójimo por el tuyo. Toma como persona frugal de los platos que se te presentan, para que no te hagas odioso o despreciable con el mucho comer. Muestra tu buena crianza acabando  el primero; y no seas nimio, a fin de no disgustar a nadie. Que si estás sentado en medio de muchos, no alargues primero que ellos tu mano, ni seas el primero a pedir de beber.

¡Oh cuán poco vino es bueno para un hombre educado! Y así cuando duermas no te causará desasosiego, ni sentirás incomodidad. Pervigilio, cólera y retortijones padecerá el hombre destemplado. Sueño saludable gozará el hombre templado: Él dormirá hasta la mañana, y despertará con el corazón alegre. Que si te has visto forzado a comer mucho, retírate de la concurrencia, y vomita; y te hallarás aliviado, y no acarrearas una enfermedad a tu cuerpo. Escúchame, hijo mío, y no me desprecies, que a la postre hallarás ser verdad lo que digo. En todas tus operaciones se diligente, y no tendrás ningún achaque.

Al liberal en distribuir el pan o comida al prójimo le bendecirán los labios de muchos, y darán un testimonio fiel a su bondad. Contra aquel que es mezquino en dar pan a los pobres, murmurará toda la ciudad, y será verdadero el testimonio que darán de su mezquindad.

A los buenos bebedores no los provoques a beber, porque la perdición de muchos del vino viene. Como el fuego prueba la dureza del hierro; así el vino bebido hasta embriagarse  descubre los corazones de los soberbios. Vida tranquila para los hombres es el vino usado con sobriedad; será sobrio si le bebes con moderación. ¿Qué vida es la de aquel a quien falta el vino? ¿Qué cosa es la que nos priva de la vida? La muerte. El vino desde el principio fue creado para alegría y no para embriaguez. Recrea el alma y el corazón el vino bebido moderadamente.   El beberle con templanza es salud para el alma y para el cuerpo. El demasiado vino causa contiendas, iras y muchos estragos. Amargura del alma es el vino bebido con exceso. La embriaguez hace osado al necio para ofender; enerva las fuerzas, y es ocasión de heridas. En un convite en que se beba, no reprendas al prójimo, ni le desprecies en el calor de su alegría: no le digas dicterios, ni le apremies a que te vuelva lo que te bebe.



El señor vuelve con su palabra que tiene poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y   aplícalas en tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en este CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?

FELIZ SEMANA                                                                  

JJ = J2


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