domingo, 15 de abril de 2018



16 DE ABRIL DEL 2018
CONSEJO DIVINO.
LA PROFECÍA DE ISAÍAS


CAPITULO XLIII

DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE ISAÍAS CAP. XLIII– 43"

Promete el Señor su protección a Israel, y se lamenta de la ingratitud de su pueblo. Se vaticina la conversión de los Gentiles; y la reprobación de la Synagoga, y su entrada en la iglesia al fin de los siglos.  

Y ahora he aquí lo que dice el Señor, criador tuyo, oh Jacob, el que te formo, oh Israel, no temas, pues yo te redimí, y te llame por tu nombre,  tu eres todo mío. Cuando pasares por medio de las aguas, estaré yo contigo, y no te anegaran sus corrientes: Cuando anduvieres por medio del fuego, no te quemaras, ni la llama tendrá ardor para ti, porque yo soy el Señor Dios tuyo, el santo de Israel, tu salvador: yo di por tu rescate, el Egipto, la Etiopia y a Saba.  Después que te hiciste, estimable y glorioso a mis ojos, yo te he amado, y entregaré por ti hombres, y daré pueblos por tu salvación. No temas pues, porque yo estoy contigo: desde el Oriente conduciré tus hijos, oh Jerusalem, y desde el occidente los congregaré. Dámelos, diré septentrión y al medio día. No lo retengas, traedme a mis hijos de esos remotos climas, y a mis hijas del cabo del mundo. Porque todos aquellos que invocan mi santo nombre, los crie, los forme e hice para gloria mía.

Hecha en pero, fuera el pueblo, aquel que es ciego aunque tiene ojos, y sordo, no obstante que tiene orejas. Júntese a una las naciones todas, y reúnanse las tribus: ¿Quién de vosotros anunciará esto y nos hará oír aquello que debe primeramente acontecer? Presenten sus testigos, justifíquese de modo que los oyentes puedan decir verdad es. Vosotros dice el Señor sois mis testigos y el siervo mío a quien escogí, a fin de que conozcáis y creáis y comprendáis que yo soy el mismo Dios. No fue formado antes de mí, Dios alguno, no lo será después de mí, yo soy el Señor y no hay otro salvador que yo. Yo lo predije, y yo fui el que os salve: os lo hice conocer, no hubo entonces Dios extraño entre vosotros: vosotros sois mis testigos, dice el Señor, y vosotros sabéis que yo soy el Dios único y verdadero. Y soy el mismo desde el principio o desde la eternidad: y no hay nadie que pueda sustraerse de mi mano. Yo haré una cosa, ¿y quién me lo impedirá? Esto dice el Señor y redentor vuestro, el santo de Israel: por amor de vosotros he enviado gentes a Babilonia, y echado por tierra sus defensas y a los Chaldeos, que se jactaban de sus naves. Yo el Señor, el santo vuestro, el creador de Israel, el rey vuestro. Esto dice el Señor que abrió camino en el mar, y senda en medio de corrientes impetuosas, él es quien hizo salir de Egipto carros armados y caballos: los escuadrones y todos sus valientes durmieron a una el sueño de la muerte y no despertaran. Fueron mojados como lino y perecieron, más no hagáis, mención de las cosas pasadas ni mires a las antiguas, he os aquí, haré yo nuevas, y más maravillosas y ahora saldrá la luz y vosotros la presenciareis. Abriré un camino en el desierto y manantiales de agua en país yermo. Las bestias fieras, y los dragones, y avestruces me glorificaran, porque he hecho brotar aguas en el desierto y ríos en despoblado y para que bebe mi pueblo escogido. Pueblo que yo forme para mí y el cual cantará mis alabanzas, pues que tu oh Jacob, no me invocaste, ni hiciste caso de mí, oh Israel. No me ofreciste a mí los carneros en holocausto, ni me has honrado, con tu sacrificio, no soy yo aquel a quien tú has servido con ofrenda; ni el que te ha dado el trabajo de quemar el incienso. No has comprado para mí la caña aromática, ni me has satisfecho con la grosura de tus víctimas. Antes bien te has servido de mí, en tus pecados: y me has causado gran pena con tus iniquidades. Yo soy no obstante, yo mismo soy el que borro tus iniquidades por amor a mí mismo y no me acordaré más de tus pecados. Tráeme sino tú, a la memoria tus acciones, entremos ambos en juicio, alega si tienes alguna cosa que te justifique. Tu padre peco, el primero. Y prevaricaron contra mí, intercesores o mediadores, por eso declaré inmundo los príncipes del santuario, y a Jacob le entregue al exterminio y a Israel al oprobio.

El señor vuelve con su palabra que tiene poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y   aplícalas en tu vid a, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en ese CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?

FELIZ SEMANA                                                                   

JJ = J2





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