viernes, 11 de marzo de 2016


LOS MOTIVOS DEL LOBO  I
- UNA REFLEXIÓN SOBRE LA VIOLENCIA QUE PRIVA EN LA ACTUALIDAD.

¿Has leído EL POEMA “Los motivos del lobo” ?,   un hermoso cuento del poeta Nicaragüense RUBÉN DARÍO, rimado en versos dodecasílabos, en el que el santo Francisco de Asis, exhorta y convierte al terrible lobo de Gubbio. Bien, para entender esta reflexión te recomiendo leer antes el poema.

Muchos jóvenes ya no tienen contacto con algunas de las cosas con las que, los que rondamos los 50 años, éramos afines. Una de ellas, la poesía. Rubén Darío escribió Los Motivos del Lobo a principios del siglo XX (publicada en 1913). En esta obra, basada en Las Florecillas de San Francisco (Recopilación de la vida y obras del Santo de Asís, hecha en el siglo XIV), el poeta cambia el final de la historia original en la que el temible lobo de Gubbio es "domado" por San Francisco. En su versión de la historia, Darío narra que el lobo, que había accedido a ser bueno y no cometer más atrocidades, vuelve al sendero del mal movido por la violencia de los hombres con quienes había convivido, al ser testigo de cómo, entre hombres y mujeres, entre hermanos, había odio, lujuria, infamia y mentira. Habiendo sido objeto de la maldad del hombre, que lo golpeó, lo humilló, aun cuando la bestia era humilde, aunque según los preceptos franciscanos todos eran hermanos, y no obstante que el lobo manso lamía las manos y los pies de sus nuevos amigos, decide volver a matar, porque lo hace para sobrevivir, para alimentarse y no como el hombre que movido por su naturaleza malévola.

Es aquí donde debemos reflexionar sobre cómo el hombre puede llegar a matar aun sin motivos. A qué grado de desensibilización puede llegar el ser humano para privar de la vida a otro ser humano, al que en muchas ocasiones ni siquiera conoce.
 
Darío reflejó en su poema la naturaleza violenta del hombre, la irracionalidad de su conducta y puso vis-à-vis la brutalidad innata de las bestias, dejando claro que los motivos de éstas justifican sin lugar a dudas su actuar.
 
¿Si a principios del siglo pasado Rubén Darío hizo esta analogía, qué pensaría si leyera las noticias que actualmente ocupan, día a día, los encabezados de periódicos, noticieros, programas de radio, sobre ejecuciones, masacres, violaciones, asesinatos?
¿Cuántos lobos de Gubbia hay entre nosotros que, al tratar de ser buenos, son víctimas de la violencia que los rodea y deciden regresar al mal porque de otra forma no sobreviven?

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