domingo, 31 de marzo de 2024

 ... DE INVESTIGACIÓN SOBRE ROL Y TRABAJO  DOCENTE.

En cuanto al director de grupo, además de asumir la responsabilidad de diseñar, ejecutar y evaluar los procesos de enseñanza - aprendizaje para una materia, también debe apoyar y orientar a su grupo para que alcance eficientemente un alto desempeño académico y disciplinario, realizando un seguimiento constante y la evaluación del aprendizaje, participando en los diferentes procesos de gestión académica, promoviendo la participación de sus estudiantes en diferentes actividades en beneficio de la institución y la comunidad que lo rodea, en donde todos sus integrantes deben trabajar en equipo, con respeto, liderazgo y compromiso.

 

EL PAPEL Y DESEMPEÑO DEL DIRECTOR DE GRUPO

4.2.2. DIRECTOR DE GRUPO La dirección de grupo es una actividad y compromiso que puede asumir un docente de cualquier grado. Específicamente hace referencia al trabajo de acompañamiento que realiza un docente cuando se le asigna la orientación de un grupo de estudiantes.

En esta labor, el director de grupo cumple el rol de guía en el proceso educativo del educando, con el objetivo de acompañar y garantizar su formación integral. De acuerdo con Dávila (2006): El Director de Grupo es el adulto que, después de los padres, tiene la mayor responsabilidad en la formación del estudiante ya que en sus manos tiene la misión ineludible de transmitir todos aquellos valores propios de cada comunidad educativa, definidos en el Proyecto Educativo Institucional. (…) además de su función docente propiamente deberá ejercer la supervisión y control necesarios sobre el grupo de estudiantes a cargo con el propósito recurrente de crear y mantener un ambiente pedagógico óptimo (…). (párr. 2-3)

En la literatura científica se encuentran diversas definiciones sobre el concepto de director de grupo. De esta manera, se inicia con la propuesta de Valdés (2016), quien define este rol como, “(…) un animador, un orientador, un gerente y un constructor.

Es un animador porque busca siempre partir de altos niveles de motivación en sus estudiantes, celebrar con ellos sus logros (…)” (p. 20). Desde estos postulados, es posible extraer características que describen a un director de grupo, tales como: orientador, guía, animador y, más allá de ser docente, apoyar a sus estudiantes en cualquier situación que requiera de ayuda. Así mismo, un buen director de grupo tiene la función de ser un acompañante de los educandos, entendiéndose como una persona que se convierte en un guía en todo el proceso formativo (Martínez, 2018). El acompañante también realiza la función de transmitir principios y valores al acompañado, al proponer modelos de identificación que posibiliten la construcción de su personalidad. Todo ello con el firme propósito de ayudarle a crecer, a aprovechar al máximo todo su potencial, permitirle ser persona y contribuir a su proceso de maduración y crecimiento, de desarrollo humano. (Martínez, 2018, p. 20) Desde este contexto, el director de grupo debe ser una persona que mantenga una comunicación permanente con las familias y los estudiantes que tiene a su cargo, esto con el fin de motivarlos y orientarlos a cumplir las metas propuestas en el año escolar. Del mismo modo, puede convertirse en un personaje que le aporte al educando herramientas para ir forjando su proyecto de vida. Así como lo menciona Martínez (2018), al inicio del año escolar, los estudiantes se trazan unos planes concretos, por los cuales ellos trabajan durante todo ese período, con la ayuda de sus cuidadores primarios, docentes y director de grupo, quienes los acompañan a proyectar una visión de ellos a largo plazo.

Para educar integral y auténticamente es necesario acompañar, hacer seguimiento, y para acompañar y hacer seguimiento es indispensable tener vocación de educador, lo que necesariamente supone dedicación y entrega. Esta relación de compañía es la que permite al otro contar con un espacio para expresarse tal y como él es, sintiéndose libre, escuchado, comprendido, lo cual le ayuda a confrontarse, aceptarse y superarse como persona, como ser humano en proceso de construcción. (Martínez, 2018, p. 19) Igualmente, la relación de confianza que ofrezca el director de grupo facilita que el estudiante pueda manifestarle sus inquietudes o dudas, sin sentirse rechazado o con miedo a comunicarse abiertamente con el/ella.

Siendo así, es posible afirmar que el director de grupo pasa a cumplir un rol paralelo al rol de cuidador en la familia, pero dentro del entorno escolar. Por consiguiente, el director de grupo se convierte en un maestro dinamizador del proceso de aprendizaje del estudiante, lo invita a cumplir con los deberes que tiene y, de igual forma, lo motiva a hacer valer sus derechos como miembro de una comunidad educativa, apoyándolo en el logro de los objetivos trazados en su vida escolar.

En este orden de ideas, es importante resaltar que el director de grupo debe brindarle al estudiante, las herramientas necesarias para que este aprenda a comportarse de la mejor forma con todos los miembros de la comunidad educativa, participar activa y espontáneamente de las actividades que se realicen en el aula de clase, y promover espacios de interacción con sus compañeros en trabajos colaborativos y cooperativos.

De este modo, el docente que asume el rol de director de grupo tiene la misión de formar a los estudiantes en todos los aspectos sociales, orientar al educando para que logre mantener una relación de armonía y tolerancia con los demás, a forjar valores como la solidaridad, la humildad, igualdad, y sobre todo aprender a vivir en sociedad.

Todo ello se debe ir promoviendo desde que el niño inicia su etapa escolar, es decir, desde el nivel de preescolar, pues se considera que desde esta etapa comienza a formar su personalidad, a construir aprendizajes sociales, comprendiendo los valores y normas básicas de convivencia para relacionarse con las personas que lo rodean.

Posteriormente, todos estos aspectos deben continuar fortaleciéndose en la etapa de la adolescencia, con el acompañamiento pertinente y oportuno del director de grupo. Para lograr estos objetivos, el director de grupo puede organizar actividades o estrategias con sus estudiantes, que conlleven a fortalecer la comunicación y la interacción social entre pares.

Entre estas actividades se puede implementar el trabajo cooperativo como una herramienta que favorece el trabajo en equipo, las relaciones interpersonales y la comunicación permanente con el docente.

En síntesis, se coincide con Dávila (2006) cuando expone que el director de grupo es una persona adulta que, de una u otra manera, se encarga de los estudiantes cuando estos se encuentran en la escuela. Además, tiene la responsabilidad de promover, junto con el resto de docentes, una educación formal e integral, es decir, formar ciudadanos que cumplan con la misión y visión del PEI.

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