LA PREVENCIÓN SI FUNCIONA. NOS VOLVIMOS A INUNDAR EN LA IERD. CACICAZGO PERO MITIGAMOS EL DESASTRE.

El día sábado 5 de noviembre del 2022, el municipio de Suesca, la vereda Cacicazgo y nuestra institución IERD. CACICAZGO, sufrió los efectos de un cambio climático que empieza a mostrar su fuerza y poder destructivo en los más remotas lugares del mundo. Hoy 16 de marzo del 2023 a eso de las 3.00 pm, sin nubes ni mayores señales de tormenta en el cielo,  sin el estampido de truenos como presagios de una gran tormenta, el cielo abrió sus puertas e inundo en cuestión de minutos por segunda vez a nuestra vereda y a nuestra querida institución IERD. CACICAZGO en menos de 4 meses.

Todo empezó como una lluvia normal, pero en cuestión de minutos se transformó en una granizada, que fue cambiando su intensidad y sin dar tiempo a un “Dios mío”, se convertido en un lluvia torrencial que en 30 minutos o menos nos dejó acorralados, inundado los patios, los corredores y llenando la zanja frente a la entrada del colegio en un abrir y cerrar de ojos.

El agua caía a cantaros, la corriente rugía amenazante, los niños gritaban asustados, el agua se entraba en los salones por el techo, por las paredes y por la puerta, dejándolos sin tiempo ni reacción para maniobrar, solo unos segundos para resguardarse y protegerse sobre los pupitres a lado de sus profesoras.

La lluvia era tan fuerte,  pero tan fuerte que la corriente del agua supero la cota límite de capacidad y se volcó sobre los lugares más bajos, inundando los salones.

 Una de las cosas buenas que nos dejó la pandemia fue la comunicación con los padres a través de los grupos de Whatsapp, así, que habiendo a avisado por este medio a padres, madres o cuidadores, se dieron a la tarea de proteger, cuidar y entregar en forma personal a cada niño o niña y gracias a Dios, sin ninguna novedad.

Con la inundación anterior nos habíamos venido preparando, y en colaboración con la alcaldía municipal se habían hecho la limpieza y canalización de la quebrada, la limpieza de las zanjas dentro y fuera del colegio, el mantenimiento de desagües y cañerías, e igualmente construimos una especie de jarillón que detuviera el paso del agua por debajo del portón que baja de la parte alta de la montaña; pero este torrencial fue mucho mayor y supero nuestros cálculos y expectativas. Pero creo que con estas medias previnimos y mitigamos la esta tragedia que pudo haber tenido otro desenlace. Es decir prevenir si vale la pena.

No me queda más sino que agradecer el profesionalismo, la responsabilidad y la disciplina con que todo nuestro equipo docente, nuestra coordinación y a las señoras de servicios generales y celadora, afrontaron la inundación, ellas siempre han estado dispuestas a velar por el bienestar y la seguridad de nuestros niños y niñas.

Igualmente quiero agradecer a los padres, madres y familiares que prestos y con prontitud acudieron a recoger a sus niños.

Fue un trabajo sincrónico y altamente eficiente.

 Mil bendiciones a tod@s.