domingo, 3 de octubre de 2021

 CARTA A NUESTROS ESTUDIANTES

Hola mi querido(a) estudiante.

Quiero que te tomes unos minutos para leer esta carta.  

¿Qué quieres ser? ¿Qué quieres lograr? ¿Cómo quieres vivir?, quieres andar a la sombra del fracaso o dar un paso a la luz de la grandeza, el éxito y la abundancia que resplandecen ante ti. Hoy quiero confesarte lo mucho que creo de ti. Naciste para triunfar, para lograr lo que te propongas. Sé que tienes una familia maravillosa, que está preocupada por ti, que a pesar que no te han dicho una sola palabra hoy, han llorado en silencio por lo que te pasa, por tu año y por tu futuro; debes saber, que tus padres, hermanos, docentes, amigos y yo, estamos muy preocupados, porque sabemos que quedan pocos días de clase y que has descuidado algunas materias y obligaciones, pero aún tenemos confianza en ti, en lo que eres capaz de hacer para ganar este año. Sé que se aproximan grandes nubarrones, pero sé además, que solo los valientes como tú son capaces de enfrentar sus miedos, sus inseguridades, su timidez y su pereza, y vencer la sombra del fracaso que quiere acobijarte. Mira en tu interior, dentro de ti y descubrirás tus cualidades, lo bueno que eres, los talentos que tienes, eres un ser humano maravilloso, increíble, lleno de virtudes. Así que no dejarás ni hoy ni nunca, que nadie se ría de ti, porque te diste por vencido y ayudaste a que eso ocurriera.

Dale a tus padres, unos días más de vida, porque si cambias tu actitud y haces un mejor esfuerzo para ganar y logras este propósito, ellos serán recompensados con alegría y felicidad, y la alegría y la felicidad, hacen que las personas ganen días de vida; el sufrimiento, la tristeza, la rabia, el odio, la envidia y el rencor son un catalizador para que la vida se acorte.

Hoy debes llenar tu mente de confianza, tu corazón de amor y tu cuerpo de vitalidad. Empezarás a hacer el trabajo que te corresponde en forma autónoma, sin excusas, con un propósito para que las cosas sucedan. Mira bien, solo los valientes aceptan los retos, se enfrentan a ellos y salen vencedores, y tú eres un valiente. Pedir ayuda no debe ser para ti, ni para ningún miembro de la familia Caciquista una vergüenza; pedir ayuda es reconocer que no somos perfectos, que tenemos fortalezas y debilidades, que entendemos unas cosas y otras se nos dificultan; hazlo, pide ayuda, deja el orgullo y supera la dificultad. Igualmente ofrece tu ayuda en forma generosa a quien lo necesite. Pero hijo(a), no eludas tu responsabilidad, persiste, persiste, que el año aún no ha terminado y tú vas a ganar, porque hoy el compromiso y el reto es contigo.

Tu rector y amigo

Jaime Julián Angulo Paredes.

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