lunes, 10 de junio de 2019

Dos cosas que no sabías sobre personas tóxicas

En mi opinión hay dos claves fundamentales que deberías recordar siempre que te encuentres a alguien tóxico:
1.Lo primero es darte cuenta de que todos podemos ser tóxicos en algún momento y seguramente todos lo hemos sido alguna vez con alguien. Que seguro que hay alguna persona tóxica leyendo esto ahora mismo, que no es que vivan en mundos paralelos ni que sean especiales ;-).
Yo misma, por ejemplo, me doy cuenta de que fui una persona tóxica durante mucho tiempo, por cómo gestionaba mi ira, por cómo me relacionaba con mi madre –a la vez que la consideraba tóxica a ella- o por lo pequeñita que me sentía ante los éxitos de los demás.
2.La segunda clave es que sepas aprovechar lo que cada persona tóxica que te encuentres en la vida puede enseñarte. Porque quien es tóxico para mí tal vez no lo sea para ti. Y el hecho de que alguien me haga sentir mal a mí –y no a ti- es señal de que ahí hay algo que yo necesito aprender.
Por ejemplo, si alguien me resulta tóxico por su agresividad, eso podría ser señal de mis inseguridades y mi necesidad de aprender a poner límites. Y si una persona tóxica que se queja y te culpa de que no le prestas suficiente atención logra robarte energía a ti –y no a mí-, tal vez sea señal de que lo que tú necesitas trabajar es el hacerte responsable de tus emociones, y no de las de los demás.
Es decir, cada persona tóxica que te encuentres en la vida te servirá para crecer, si sabes aprovecharlo. Y para eso lo primero es querer identificarlas. Porque muchas veces somos nosotros los que preferimos no ver, sobre todo cuando la persona tóxica es alguien a quien queremos, por ejemplo nuestra pareja. Sí, yo misma me sorprendo de la cantidad de personas que me escriben contándome lo tóxica que es su pareja con ellas y que, aun así, siguen a su lado…

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