domingo, 17 de febrero de 2019


17 de FEBRERO del 2019
CONSEJO DIVINO.
LA PROFECÍA DE JEREMÍAS  


CAPITULO VIII

DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE JEREMÍAS CAP. VIII– 8"

Extrema desolación de Jeremías, en la cual todos castigados, reyes, sacerdotes, profetas y el pueblo todo, porque todos se han obstinado en sus maldades.

En aquel tiempo, dice el Señor, arrojaran los Chaldeos fuera de los sepulcros los huesos de los reyes de Judá, y los husos de sus príncipes, y los huesos de los sacerdotes, y los huesos de los profetas, y los huesos de los que habitaron Jerusalem, y los dejaran expuestos al sol, y a la luna, y a toda la milicia y estrellas del cielo; que son las cosas que ellos han amado, y a las cuales han servido, y tras las cuales han ido, y a las cuales han consultado, y han adorado como a dioses. Los dioses de los cadáveres no habrá quien los recoja y entierre: quedaran como el estiércol en la superficie de la tierra. Y todos aquellos que restaren de esta perversa raza, en todos los lugares o sitios abandonados a donde yo los arroje, dice el Señor de los ejércitos, preferirán más el morir que el vivir en tantos trabajos.

Tu empero le dirás: esto dice el Señor: ¿A caso aquel que cae, no cuida de levantarse luego? ¿Y no procura volver a la senda el que se ha descarrilado de ella? ¿Pues porque este pueblo de Jerusalem se ha revelado con tanta pertinaz obstinación? Ellos han abrazado la mentira y no han querido convertirse. Yo estuve atento, y los escuche: nadie habla cosa buena; ninguno hay que haga penitencia de su pecado, diciendo: ¡Ay! ¿Qué es lo que yo he hecho? Al contrario, todos han vuelto a tomar la impetuosa carrera de sus vicios, como caballo que arrienda suelta corre a la batalla. El milano conoce por la variación de la atmosfera su tiempo: la tórtola y la golondrina, y la cigüeña saben discernir constantemente la estación o el a tiempo de su transmigración: pero mi pueblo, no ha conocido el tiempo del juicio del Señor. ¿Cómo decís: nosotros somos sabios, y somos los depositarios de la ley del Señor? Os engañáis, la pluma de los doctores de la ley, verdaderamente es pluma del error, y no han escrito sino mentiras. Confundidos están vuestros sabios, aterrados y presos; porque desecharon la palabra del Señor, y ni rastro hay ya en ellos de sabiduría. Por cuyo motivo yo entregaré sus mujeres a los extraños, sus tierras a otros herederos; porque desde el más pequeño hasta el más grande todos se dejaran llevar por la avaricia, desde el profeta o cantor hasta el sacerdote, todos se ocupan de la mentira. Y curan las llagas de las hijas del pueblo mío con burlarse de ellas, diciendo: paz, paz; siendo así que no hay tal paz. ¿Y están acaso corridos de haber cosas abominables? Ni aun ligeramente han llegado a avergonzarse, ni saben qué cosa es tener vergüenza: por tanto serán envueltos en la ruina de los demás, y precipitados en el tiempo de la venganza, dice el Señor. Pues yo los uniré todos juntos para perderlos, dice el Señor: las viñas están sin uvas, y sin higo las higueras, hasta las hojas han caído; y las cosas que yo les diera, se les han escapado de las manos.

¿Por qué nos estamos aquí quieto? Ellos dirán, juntémonos, y entremos en la ciudad fuerte, y estémonos allí callados, puesto que el Señor Dios nuestro nos ha condenado al silencio, y nos ha dado a beber agua de hiel por haber pecado contra el Señor. Aguardando estamos la paz, y este bien no viene: que llegue el tiempo de nuestro remedio y solo vemos terror y espanto. Desde Dan, se ha oído el relinchar de los caballos del enemigo, y al estrepitoso ruido de sus combatientes, se ha conmovido toda la tierra: han llegado y han consumido el país y todas sus riquezas: las ciudades y sus moradores. Porque he aquí que yo enviare, contra vosotros a los Chaldeos, como serpientes y basiliscos, contra los cuales no sirve ningún encantamiento; y os morderán, dice el Señor.

Mi dolor es sobre todo dolor: lleno de angustia esta mi corazón. Oigo la voz de Jerusalem, de la hija de mi pueblo que clama desde tierras remotas: pues qué, ¿No está ya el Señor en Sion? ¿Oh no está dentro de ella su rey? Más, ¿Y por qué sus moradores, responden al Señor, me provocaron a ira con sus simulacros y con sus vanas deidades extranjeras? Pasóse la siega, dicen ellos: el verano se acabó; y nosotros no somos libertados. Traspasado estoy de dolor y lleno de tristeza por la aflicción de la hija de mí pueblo: el espanto se ha apoderado de mí. ¿Por ventura no hay resina o bálsamo en Galaad? ¿Oh no hay allí ningún médico? ¿Por qué no se ha cerrado la herida de la hija del pueblo mío?

El señor vuelve con su palabra que tiene poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y   aplícalas en tu vid a, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en ese CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?

FELIZ SEMANA                                                                   

JJ = J2





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