lunes, 5 de marzo de 2018

Cómo mejorar tu autoestima:
10 claves avaladas científicamente.

PARTE III

4. Reprogramar la mente con autoafirmaciones positivas

Existe una corriente de pensamiento positivo según la cual tu mente crea lo que le dices. Supuestamente, si te repites mantras como “Soy una persona extraordinaria y merezco que me amen”, tu mente lo interiorizará y empezarás a actuar como alguien extraordinario.
A los seres humanos nos gusta imaginar que existen formas místicas de recuperar el control de nuestro destino. Pero por suerte, los libros que popularizaron este tipo de teorías han ido desapareciendo de las estanterías.
En un estudio publicado el año 2009 en Psychological Science se quiso comprobar la eficacia de este tipo de reprogramación. El resultado fue que los participantes que emplearon estas afirmaciones positivas no solo no mejoraron, sino que terminaron sintiéndose peor.
La razón es que cuando te repites a ti mismo que eres excepcional o maravilloso tu cerebro de inmediato se plantea una pregunta: ¿por qué?
Por qué autoestima
Tu cerebro no es ingenuo. Si no es capaz de encontrar la respuesta no se va a creer lo que le estás diciendo. Rechazará la afirmación y en consecuencia tú te sentirás peor. Las autoafirmaciones positivas solo funcionan cuando entran dentro del rango de lo que es creíble.
Recomendación
No te repitas a ti mismo lo bueno que eres si no estás seguro de que puedes acompañarlo con una razón. Tranquilo, en este artículo te ayudaré a encontrarla 🙂

Cómo aumentar tu autoestima: 10 claves científicas

Ahora que ya conoces las trampas de la autoestima probablemente te resulte más fácil comprender cómo mejorarla.
A continuación encontrarás varios métodos que puedes utilizar. Con algunos te sentirás más cómodo que con otros, pero es que no existe una única forma de conseguir mayor autoestima. Aunque cada uno de ellos actúa sobre un aspecto de tu personalidad distinto, los resultados que han demostrado son los mismos: más autoestima y seguridad en ti mismo. ¡Vamos allá!
ciencia autoestima

1. Encuentra el origen de tu baja autoestima

No deja de sorprenderme la cantidad de autores que empiezan directamente dando consejos. ¿Qué sentido tiene intentar arreglar algo que no sabes por dónde se ha roto?
Los problemas de autoestima suelen desarrollarse durante la infancia y sus causas pueden ser muy distintas. ¡Pero si no las conoces nunca podrás trabajar sobre el origen de tus temores!
Al haberse formado en la infancia, la falta de autoestima ha sido creada por la perspectiva de un niño y seguramente esté sesgada. Como no podías entender lo que estaba pasando realmente, es muy útil volver a buscar su origen y replantear tus creencias.
Para encontrar el origen de tu baja autoestima y someter tus creencias a juicio, pregúntate por lo menos tres veces el ¿Por qué? de tus miedos.
  1. ¿Por qué temo conocer gente nueva? Porque me ignorarán.
  2. ¿Por qué creo que me ignorarán? Porque no soy interesante.
  3. ¿Por qué creo que no soy interesante? Porque de pequeño me decían que nunca hablaba.
¡Ahá! Te da miedo conocer gente porque crees que no sabrás qué decir. Pero si te das cuenta finalmente que lo importante para conocer gente no es hablar, sino escuchar, probablemente empieces a superar ese temor.

2. Inténtalo aunque sepas que vas a fracasar

Ahora que estás conociendo el origen de tu baja autoestima voy a mostrarte las claves psicológicas que aumentarán la confianza en ti mismo.
¿Pero sabes una cosa? Aunque todo lo que leyeras a continuación fuera falso y no hubiera demostrado ninguna eficacia, ponerlo en práctica te haría sentir mejor igualmente.
El motivo es que se ha demostrado que el principal enemigo de nuestra autoestima es, sencillamente, no hacer nada.
Cuando nos sentimos amenazados nuestro instinto es buscar vías de escape porque creemos que así reduciremos nuestra ansiedad. Por eso cuando sientes miedo o desánimo en lugar de enfrentarte directamente a ellos intentas esquivarlos.
Y es lógico: en el momento en que decides evitar lo que te preocupa notas una sensación inmediata de alivio. El problema es que esa conducta puede terminar convirtiéndose en un hábito.
Porque ¿cómo crees que terminarás sintiéndote a medio plazo? Evitar lo que temes y actuar como un cobarde no es algo de lo que puedas enorgullecerte, y eso vuelve a cerrar el maldito círculo de la baja autoestima. Por eso cuanto más evites lo que preocupa, peor te sentirás contigo mismo.
La buena noticia es que la ciencia ha comprobado que la autoestima no depende del resultado de tus actos. Depende simplemente de que actúes. Aumenta cuando te enfrentas a las circunstancias, y disminuye cuando las evitas. Así de sencillo.
intentar
Dicho de otro modo, no intentarlo es el peor de los fracasos. Quédate escondido sin exponerte a nada por miedo a fracasar y terminarás sintiéndote como un fracasado.
De todo el artículo esto es lo que nunca debes olvidar. La autoestima no depende de lo que consigues, sino de lo que intentas. Solo enfrentándote a tus miedos lograrás romper este círculo vicioso.
Sé que no es tan sencillo. Cuando aparezcan de nuevo tus miedos probablemente vuelvas a tener la tentación de huir, así que en este vídeo encontrarás una de las preguntas más poderosas que puedes hacerte para superarlo:

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