domingo, 24 de agosto de 2014

 23 de  Agosto DEL 2014
CONSEJO DIVINO.

TOMADO DE PROVERBIOS


PARTE XXIV
DEL  LIBRO DE DIOS "PROVERBIOS  CAP. XXV- 25"

De los reyes y de los vasallos. Se han de hacer bien aún a los enemigos.
  

También son de Salomon estas parábolas siguientes, que copiaron los varones encargados de Ezequías, rey de Judá.

Gloria es de Dios el cubrir con  un velo su divina palabra; y gloria es de los reyes el investigar el sentido de ella. Como la altura del cielo y  la profundidad de la tierra; así es difícil de penetrar el corazón de los reyes. Quita la escoria a la plata, y saldrá purísima la alhaja: quita los impíos de la presencia del rey, y se afirmara su trono sobre la justicia. No te hagas del grande delante del rey, ni te asientes  en el lugar de los magnates; porque más vale que te digan: sube más arriba; que no que seas humillado en presencia del príncipe. No corras luego a contar, con  motivo de alguna riña, lo que han visto tus ojos en el prójimo; no sea que después de haber infamado a tu amigo, no puedas remediarlo. Tus cosas trátalas con tu amigo,  y no descubras tus secretos a un extraño: No sea que éste, después de haberlos sabido, te insulte, y no cese de sonrojarte.

El favor y la amistad liberan al hombre: procura conservar uno y a otro para no caer desprecio. Como manzanas de oro en lecho o canastilla de plata, así es la palabra dicha a su debido tiempo. La reprensión dada al sabio, y al hombre de dócil oído es una arracada de oro y perla reluciente. Como la frescura de la nieve en tiempo de la siega; así el mensajero fiel refrigera el alma de aquel que le envió. Nubes de viento, que no traen lluvia, es el hombre fanfarron que no cumple sus promesas. Con la paciencia se aplicará el príncipe, y la lengua blanda quebrantará la dureza de un peñasco.

¿Hallaste miel? Come lo que te baste, y no más: no sea que ahíto de ella tengas que vomitarla. No frecuentes demasiado la casa de tu vecino, si no quieres que harto de ti te cobre aversión. El hombre que atestigua falsamente contra su prójimo, es un rejón, un estoque, una aguda saeta. El que confía en un hombre pérfido en el día de la tribulación, es como el que quiere valerse de un diente podrido, o de una pierna rota, o como el que pierde su capa cuando hace frio.

El cantar letrillas a un corazón afligido o melancólico, es echar vinagre en el nitro, es atormentarle más. Como la polilla al vestido y la carcoma al madero; así la melancolía daña el corazón del hombre. Si tu enemigo tiene hambre dale de comer;  si tiene sed, dale de beber; que con eso amontonará ascuas ardientes de caridad sobre tu cabeza, y el señor te recompensará.

El viento norte disipa las lluvias: y un semblante severo reprime la lengua murmuradora. Mejor es habitar en un ángulo del terrado, que vivir en una misma casa con mujer rencillosa. Es como aguas fresca para el sediento una buena nueva que viene de lejos. El justo que cae en pecado, viéndole el impío, es una fuente enturbiada con los pies, y un manantial corrompido. Como la miel daña a los que comen de ella en demasía; así el que se mete a escudriñar la majestad de Dios será oprimido del peso de su gloria. Como ciudad abierta y sin muros, tal es el hombre, que ofreciéndose hablar, no pude reprimir su necia verbosidad.



Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalos y   aplícalos en tu vida, en tu familia y sobre todo compártelo con tus estudiantes. 


FELIZ SEMANA


                             JJ = J2

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