domingo, 28 de octubre de 2018


28 de octubre del 2018
CONSEJO DIVINO.
LA PROFECÍA DE ISAÍAS


CAPITULO LXVI

DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE ISAÍAS CAP. LXVI– 66"

El espíritu contrito y humillado es el templo que el Señor desea para sí; y sin ese espíritu desecha los sacrificios legales. Castigo de la obstinación de la Synagoga, y fecundidad de la nueva iglesia. Los Israelitas según el espíritu, son una nueva estirpe que subsistirá eternamente.

Esto dice el Señor: el cielo es mi solio, y la tierra peana de mis pies: ¿Qué casa pues es esa que vosotros edificareis para mí, y cuál es aquel lugar donde he de fijar mi asiento? Estas cosas toda la hizo mi mano, y todas ellas son obra mía, dice el Señor. ¿y en quien pondré yo mis ojos, sino en el pobrecito y contrito de corazón, y que oye con respetuoso temor mis palabras? Aquel que me inmola un buey, es como el que degollase un hombre: El que sacrifica un cordero, es como quien descabezase un perro: el que hace una ofrenda, es como quien me presenta la sangre de cerdo: El que se acuerda de ofrecerme incienso es como quien bendijese u honrase a un ídolo. En efecto todas estas cosas prohibidas en mi Ley han elegidos ellos, según sus antojos; y su alma a puesto sus delicias en estas abominaciones. Por lo que yo me complaceré también en burlarme de ellos, y haré que le acontezcan las cosas desastrosas que temían: ya que llamé, y no hubo quien respondiese; hable y no me escucharon, y obraron la maldad ante mis ojos: y han querido lo que yo reprobaba.

Oíd la palabra del Señor vosotros que la escuchad con respetuoso temor: vosotros hermanos que os aborrecen, y os desechan por razón de mi nombre, dijeron: Ea, que muestre el Señor en vosotros y le reconoceremos al ver la alegría de vuestro rostro. Más no temáis: Ellos quedaran confundidos. Ya oigo la voz lastimera del pueblo de la ciudad de Jerusalem, la voz del templo, la voz del Señor que da el pago a sus enemigos. Antes del tiempo del parto ha parido la nueva Sion: Antes que le viniesen los dolores, ha parido un hijo varón. ¿Quién jamás oyó cosa tal, ni quien vio nada semejante a esto?  ¿Pare acaso la tierra en un solo día el fruto? ¿Oh ha sido engendrada nunca de una vez toda una nación? Pues he aquí que Sion se sintió preñada, y pario sus hijos. ¿Acaso yo, que hago parir o doy la fecundidad a los otros, dice el Señor, no pariré yo mismo? ¿Yo que doy a los otros sucesión, seré acaso estéril? Dice el Señor Dios tuyo. Congratulaos pues con la nueva Jerusalem, y regocijaos con ella todos los que la amáis: rebosad con ella de gozo todos cuantos por ella estáis llorando: a fin de que chupéis así de sus pechos la leche de sus consolaciones celestiales hasta quedar saciados, y saquéis abundante copia delicias de su consumada gloria. Porque esto dice el Señor: He aquí que yo derramaré sobre ella como un rio la paz, y como un torrente que todo lo inunda la gloria de las naciones: vosotros chupareis su leche, a sus pechos seréis llevados, y acariciados sobre su regazo. Como una madre acaricia a su hijito, así yo os consolaré a vosotros, y hallareis vuestra paz y consolación en Jerusalem. Vosotros lo veréis y se regocijará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la yerba: y será visible la mano del Señor a favor de sus siervos; al paso que hará experimentar su indignación a sus enemigos.

Porque he aquí que el Señor vendrá en medio del fuego, y su carroza será como un impetuoso torbellino para no derramar con indignación suyo su furo, y su venganza como llamas de fuego. Pues el Señor rodado de fuego, y armado de su espada juzgará a todos los mortales y será grande el número de aquellos a quienes el Señor quitara la vida. Aquellos que creían santificarse y quedar puro en los huertos y lavándose detrás de la puerta de sus casas, en lo interior de ellas, que comía carne de cerdo, y cosas abominables, y ratones, serán consumidos a una todos, dice el Señor. Más yo vendré a recoger sus obras y sus pensamientos, y para reunirlos con todas las naciones de cualquier país y lengua, y comparecerán delante de mí y verán mi gloria.

Y levantaré delante de ellos una señal de salud; y de los que se salvaren, yo enviare a las naciones de la otra parte del mar, a la África, a la Lyada, (que son pueblos flecheros), y a la Italia y a la Grecia, y a las islas más remotas, a gentes que jamás han oído hablar de mí, ni han visto mi gloria. Y estos enviados anunciaran a las naciones la gloria mía; y traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones, y ofrecerán como un presente al Señor, conduciéndolos en caballos, y en carrozas, y en literas, y en mulas, y en carruajes a mi monte santo de Jerusalem, como cuando los hijos de Israel llevan en un vaso puro la ofrenda a la casa del Señor. Y de entre estos escogeré yo para hacerlos sacerdotes y levitas, dice el Señor. Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo haré permanecer siempre delante de mí: Así, oh Jerusalem, permanecerá tu descendencia y tu renombre, dice el Señor.

Y de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrá todo hombre a postrarse delante de mí, y me adoraran, dice el Señor. Y saldrán a ver los cadáveres de los que prevaricaron contra mí, cuyo gusano no muere nunca, y cuyo fuego jamás se apagará; y el verlos causará nauseas a todo hombre.

El señor vuelve con su palabra que tiene poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y   aplícalas en tu vid a, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en ese CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?

FELIZ SEMANA                                                                  

JJ = J2

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