21 de octubre del 2018
CONSEJO DIVINO.
LA PROFECÍA DE ISAÍAS
CAPITULO LXV
DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE ISAÍAS CAP. LXV– 65"
Isaías profetiza la conversión de los Gentiles, y la reprobación de los Judíos, y que las
reliquias de estos serán salvadas. Felicidad de la iglesia de Jesu-Chiristo.
Han venido a buscarme aquellos que antes no preguntaban por mí,
han me hallado aquellos que no me buscaron. Yo he dicho a una nación que no
invocaba mi nombre: Aquí estoy, heme aquí. Extendí todo el día mis brazos hacia
un pueblo incrédulo, y rebelde, que no anda por el buen camino, sino en pos de
sus antojos: Pueblo que cara a cara me está provocando continuamente a enojo:
hombres que inmolan victimas en los huertos, y ofrecen sacrificios sobre
altares fabricados de ladrillos: que se meten en los sepulcros, que duermen en
los tempos de los ídolos o falsos oráculos: que comen la carne del cerdo, y
echan en sus tazas un caldo profano o prohibido. Que dicen a otros: Apártate de
mí, no me toques, porque tú eres inmundo: todos estos se convertirán en
humareda en el día de mi furor, en fuego que arderá siempre. Sabed que lo dicho
lo tengo escrito delante de mí. Por lo que no callaré, dice el Señor, sino que
les retornare el cambio, y les pondré en su seno la paga; la paga o castigo
juntamente de sus iniquidades, y de las iniquidades de sus padres; los cuales
ofrecieron sacrificios sobre los montes, y me deshonraron sobre los collados. Yo
derramaré en el seno de los hijos la paga debida a las antiguas obras de los
padres.
Sin embargo, esto dice el Señor. Como cuando se halla un grano
bueno en un racimo podrido, y se dice: No lo desperdicies, pues es una bendición,
o don de Dios; eso mismo haré yo por amor de mis siervos: No exterminaré a
Israel del todo: Antes bien entresacaré de Jacob un linaje, y de Judá quien
domine sobre mis montes. Y esta tierra de Sion será la herencia de mis
escogidos, y en ella habitaran mis fieles siervos; Y las campiñas serán rediles
de rebaños, y en el fértil valle de Achor se albergarán los ganados de mi
pueblo, de aquellos que han ido en pos de mí. Pero a vosotros que abandonasteis
al Señor, que os olvidasteis de Sion mi santo monte, que aparejasteis una mesa
o altar al ídolo de la Fortuna, y derramáis sobre él libaciones. Yo os iré
entregando uno a uno al filo de mi espada, y todos pereceréis en esta
mortandad: puesto que yo os llame y no respondisteis, os hable y no hicisteis
caso: antes bien comentáis la maldad delante de mis ojos, y habéis escogido las
cosas que yo aborrecía.
Por tanto, esto dice el Señor Dios: sabed que mis siervos
comerán, y vosotros padeceréis hambre: mis siervos beberán, y vosotros padeceréis
sed: mis siervos se regocijarán y vosotros estaréis avergonzados: y sabed en
fin, que mis siervos, a impulsos de júbilo de su corazón, entonaran himnos de
alabanza, y vosotros, por el dolor de vuestro corazón, alzareis el grito, y os
hará dar aullidos la aflicción de ánimo. Y dejareis cubierto de execración
vuestro nombre a mis escogidos. El Señor Dios acabará contigo, oh Israel, y a sus
siervos los llamará con otro nombre: En el cual nombre quien fuere bendito
sobre la tierra, bendito será del Dios verdadero; y el que jurare sobre la
tierra, por este nombre del Dios verdadero jurará: porque las precedentes
angustias o tribulaciones se han echado en olvido, y desaparecieron de mis
ojos.
Porque he aquí que yo voy a crear nuevo cielo y nueva tierra, y
de las cosas o tribulaciones primeras no se hará más memoria, ni recuerdo alguno:
Sino que os alegrareis, y regocijareis eternamente en aquellas cosas que voy a
crear; pues he aquí que yo formaré a Jerusalem, ciudad de júbilo y a su pueblo,
pueblo de alegría. Y colocaré yo mis delicias en Jerusalem, y hallaré mi gozo
en mi pueblo: nunca jamás se oirá en él la voz del llanto, ni de lamento. No se
verá allí un niño que viva pocos días, ni anciano que no cumpla el tiempo de su
vida. Pues el que morirá más niño, tendrá cien años y el pecador, o el que no
viva cien años, será reputado como maldito. Y edificarán casas, y las
habitarán, y plantarán viñas, y comerán de su fruto. No acontecerá que ellos edifiquen,
y sea otro el que habite; ni plantarán para que otro sea el que coma: pues los días
de mi pueblo serán duraderos como los días del árbol de la vida, y permanecerán
largo tiempo las obras de sus manos: no se fatigaran en vano mis escogidos, ni
tendrán hijos que los conturben; porque estirpe de benditos del Señor son así
ellos, como sus nietos. Y antes que clamen, yo los oiré: cuando estén aun con
la palabra en la boca, otorgaré su petición. El lobo y el cordero pacerán juntos:
el león, como el buey, comerán heno, el alimento de las serpientes será el
polvo: no habrá quien haga daño, ni cause muertes en todo mi santo monte, dice
el Señor.
El señor vuelve con su palabra que tiene
poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en
cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas
y aplícalas en tu vid a, en tu familia y sobre todo, compártelas
con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra
para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor
esfuerzo. Y tú estás en ese CAMINO. ¿Por
qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ
SEMANA
JJ = J2
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