14 de Octubre del 2018
CONSEJO DIVINO.
LA PROFECÍA DE ISAÍAS
CAPITULO LXIV
DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE ISAÍAS CAP. LXIV– 64"
El pueblo de Israel clama al Señor para que se digne librarle:
confiesa y llora sus pecados, y le pide que le saque de su lastimosa ruina.
¡Oh si rasgaras los cielos, y desce, ndieras! A tu presencia se derretirían
como cera los montes: consumiríanse como en un horno de fuego; las aguas mismas
arderían como llamas, para que se hiciese manifiesto tú Nombre a tus enemigos,
y temblasen delante de ti las naciones. Cuando tú habrás hecho estas
maravillas, no podremos soportarlas: has descendido del cielo, y al verte los
montes, se han derretido. Desde que el mundo es mundo, jamás nadie ha
entendido, ni ninguna oreja ha oído, ni ha visto ojo alguno, sino solo tú, oh
Dios, las cosas que tienes preparadas para aquellos que te están aguardando. Tú
saliste al encuentro de aquellos que se regocijan en ti, y practican la
justicia: de aquellos que caminando con alegría por tus caminos se alegran de
ti.
Más ahora estás enojados contra nosotros, porque hemos pecado; y
con todo, por tu misericordia seremos salvos. Todos nosotros venimos a ser como
un inmundo leproso, y como un sucio y hediondo trapo todas nuestras obras de justificación:
como la hoja de los arboles hemos caído todos, y nuestras maldades como un
viento impetuoso nos han arrebatado y esparcido. No hay ninguno que invoque tu
nombre: no hay quien se levante para mediar, y te detenga: nos has encendido tu
rostro, y nos has estrellado contra nuestra misma maldad.
Ahora bien, Señor, tú eres nuestro Padre: nosotros somos el
barro, y tú el alfarero: obras somos todos de tus manos. No te irrites, Señor,
en demasía: ni te acuerdes más de nuestra maldad: mira y atiende a que somos todo
pueblo tuyo. Ha quedado desierta la ciudad de tu Santuario. Sion está hecha un
yermo. Jerusalem se halla asolada. La casa de nuestra santificación y de nuestra
gloria, donde nuestros padres cantaron tus alabanzas, echaste a un montón de
cenizas, y todas nuestras grandezas, se han convertido en ruinas. Pues Señor,
¿Y al ver tales cosas, te estarás tú quedo? ¿Continuaras guardando silencio, y afligiéndonos
en tanto extremo?
El señor vuelve con su palabra que tiene
poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en
cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas
y aplícalas en tu vid a, en tu familia y sobre todo, compártelas
con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra
para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor
esfuerzo. Y tú estás en ese CAMINO. ¿Por
qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ
SEMANA
JJ = J2
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