29 DE OCTUBRE DEL 2017

CONSEJO DIVINO.

LA  PROFECÍA DE ISAÍAS

CAPITULO XXVI

DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE ISAÍAS  CAP. XXVI– 26"

Cántico de acción de gracias por la exaltación de los justos y humillación de los réprobos. De la resurrección de los muertos.

En aquel día será cantado este canto en la tierra de Judá: Sion es nuestra ciudad fuerte, el Salvador será para ella muro y antemural.

Abrid las puerta, y entre la gente gusta, que observa la verdad o justicia de mis preceptos.

Ya se ha disipado el antiguo error: tú, oh Señor, nos conservaras la paz; la paz o reunión de todos los bienes, ya que en ti tenemos puesta nuestra esperanza.

Vosotros pusisteis para siempre vuestra esperanza en el Señor, en el Señor Dios, que es nuestra fortaleza eterna. Porque él abatirá a los que se ven sublimados, humillara la ciudad altiva: la humillará hasta el suelo; la humillará hasta reducirla a polvo. La hollarán los pies, los pies del pobre; la pisaran los mendigos. La senda del justo es recta: derecha es la vereda por dónde el justo camina a la felicidad. Y andando por las sendas de tus juicios o leyes, hemos puesto en ti, oh Señor, nuestra confianza: todo el deseo de nuestra alma se cifra en traer a la memoria tu Nombre.

Mi alma te deseó en medio de la noche, y mientras haya aliento en mis entrañas, me dirigiré a ti desde que amanezca. Cuando habrás ejecutado tus juicios en la tierra, entonces aprenderán la justicia los moradores del mundo. Téngase compasión del impío, y no aprenderá jamás la justicia: en la tierra de los santos ha cometido él la maldad, y así no verá la gloria del Señor.

Levanta, oh Señor, tu mano, y no vean ellos tu gloria; pero al fin la verán los que envidian a tu pueblo, y quedarán confundidos: y serán devorados del fuego tus enemigos. A nosotros, Señor, nos darás la paz: porque todas nuestras obras tú nos las hiciste, por medio de nosotros. Oh Señor Dios nuestro, hemos tenido otros amos fuera de ti, que nos han dominado: haz que de ti solo y de tu Nombre nos acordemos. No vuelvan a vivir los que murieron ya; ni resuciten los gigantes: que por eso tú los residenciaste y los exterminaste, y borraste del todo su memoria.

Procipicio fuiste, oh Señor, al pueblo de Israel, fuiste propicio a tu pueblo: ¿Por ventura has sido tú glorificado de él, por haber dilatado los confines de su tierra? En la aflicción, oh Señor, entonces te buscaron; y la tribulación en que gimen, es para ellos una instrucción tuya. Como la que concibió da gritos acongojada con los dolores del parto que se acerca; tales somos nosotros, Señor, delante de ti. Concebimos y sufrimos como dolores de parto, y hemos parido nada: más no hacemos en esta tierra obras saludables; y por esto no se han extinguido nuestros enemigos sus antiguos moradores. Tus muertos, Señor, tendrán nueva vida; resucitarán los muertos míos por la justicia; despertaos y cangad himnos de alabanza, vosotros que habitáis en el polvo del sepulcro; porque tu rocío, oh Señor, es rocío de la luz de la vida, y a la tierra de los gigantes o impíos tú la arruinarás.

Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos: cierra las puertas tras de ti, escóndete por un momento, hasta que pase la indignación o castigo de los malos. Porque he aquí que saldrá el Señor de su celestial morada a castigar las maldades que el habitador de la tierra ha cometido contra él; y la tierra pondrá de manifiesto la sangre que ha bebido, y no ocultará más tiempo a los justos, que ella fueron muertos.

El señor vuelve con su palabra que tiene poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y   aplícalas en tu vid a, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en este CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?

FELIZ SEMANA                                                                   

JJ = J²