01 DE OCTUBRE DEL 2017
CONSEJO DIVINO.
LA PROFECÍA DE
ISAÍAS
CAPITULO XXII
DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE ISAÍAS CAP. XXII– 22"
Profetiza Isaías la destrucción de Jerusalém, condenando la vana confianza que tenían sus
moradores. Anuncia a Sobna prefecto del templo, que será enviado de su
dignidad; y a Eliacim, que será su sucesor.
Duro anuncio contra el valle de la visión,
o Jerusalem,
¿Qué es lo que tú también tienes, que tu
gente toda se sube a los terrados? Ciudad llena de tumulto, populosa en
extremo, ciudad de regocijo: tus muertos no perecieron al filo de la espada, ni fallecieron en
batalla. Todos tus magnates de común acuerdo huyeron, y fueron atados
cruelmente: todos los que han sido encontrados, han sido encadenados juntos, y
desterrados lejos. Por eso dije: apartaos de mí, yo lloraré amargamente: no os empeñéis
en consolarme en la delación de la hija de mi pueblo; porque día es este de
mortandad, y de devastación, y de gemidos prefijados por el Señor Dios de los ejércitos
para el valle de la visión: Él va socavando en busca de los cimientos de la
muralla, y hace ostensión de su gloria sobre el monte.
Y el Elamita ha tomado consigo la aljaba y
el carro de guerra para el caballero, y ha descolgado de la pared la rodela. Y tus
hermosos carros estarán cubiertos de carros de guerra, y la caballería acampara
en la puerta. Y se correrá el velo de Judá, y se acudirá en aquel día a la armería
del palacio del Bosque. Y observareis las brechas de la ciudad de David, que
son en gran número: y para repararlas habéis ya recogido las aguas de la
piscina o presa inferior. Y habéis contado las casas de Jerusalem, y habéis demolido
algunas para fortificar las murallas, y habéis hecho un foso entre los dos
muros para recoger el agua de la piscina vieja; y no habéis alzado los ojos al Creador de ella, ni siquiera de lejos
habéis mirado al que la hizo.
Y el Señor Dios de los ejércitos os llamará
en aquel día a llanto, y a gemido, y a raer la cabeza, y a vestiros de saco:
Más he aquí que vosotros no pensareis sino en danzas y alegría, en matar
terneras, degollar carneros, y en comer sus carnes y beber vino, diciendo:
comamos y bebamos; porque mañana moriremos. Y ha sido revelada a mis oídos esta voz del Señor de los ejércitos:
No, no se os perdonará esta iniquidad hasta que muráis, dice el Señor Dios de
los ejércitos.
El Señor Dios de los ejércitos dice también:
ve a encontrar a aquel que habita en el tabernáculo,
a Sobna, digo, prefecto del templo, y le dirás: ¿Qué haces aquí tú? ¿O a quién representas
tú aquí? Tú que te has preparado aquí un
sepulcro, que has hecho labrar con grande esmero un monumento el lugar elevado,
un tabernáculo en la peña. Pues Sábete que el Señor hará que te lleven de aquí,
como es llevado atado el gallo de un gallinero, y como se lleva a un hombre criminal con la cara cubierta. Coronarte
ha con corona de abrojos, te arrojará como pelota en plaza ancha y espaciosa:
allí morirás tú, que eres la deshora de la casa del Señor, y allí pasara la carroza
de tú gloria; yo te echaré de tu puesto, y te depondré de tu ministerio.
Y en aquel día llamaré a mi siervo Eliacim,
hijo de Helcias. Y le revestiré de
túnica y le adornaré con tu cinturón, y en sus manos pondré tu autoridad, y él
será como padre para los moradores de
jerusalem, y para la cada de Judá. Y pondré sobre sus hombros la llave de la
casa de David: y abrirá, y no habrá quien pueda cerrar: y cerrará y no habrá
quien pueda abrir. Y le colocaré como clavo hincado en lugar firme y él será
como tronco de gloria para la casa de su padre.
De él colgará toda la gloria de la casa de
su padre, alhajas de varia clases, vasos
pequeños de toda especie, desde las tazas finas hasta todo instrumento de música.
En aquel día, pues, dice el Señor de los ejércitos, será arrancado el clavo que
fue hincado en lugar firme, y será quebrado; y andará rodando por el suelo, y
perecerá todo lo que de él estaba colgado: porque así lo ha dicho el Señor.
El señor vuelve con su palabra que tiene
poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en
cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas
y aplícalas en tu vid a, en tu familia y sobre todo, compártelas
con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra
para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor
esfuerzo. Y tú estás en este CAMINO. ¿Por
qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ
SEMANA
JJ = J2
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