CURSO DE TÉCNICAS DE ESTUDIO
Si sabemos guiar con cariño y un poco de paciencia a nuestros
estudiantes en el camino del
conocimiento obtendremos los resultados que esperamos.
Compártele estas lecciones.
LECCIÓN: 23
Exámenes
El estudiante debe afrontar cualquier examen
con un nivel de preparación óptimo. Esto no se consigue con una gran "sentada" el día
anterior hasta altas horas de la noche sino que exige un trabajo diario, de
asimilación gradual, de repasos sucesivos.
Una buena preparación contribuye a aumentar nuestra
confianza,
lo que ayuda acalmar los nervios y a mejorar el
rendimiento durante el examen.
Sucede con frecuencia que los alumnos preparan una parte
importante del temario (hasta un 70/80 %) y dejan el resto sin estudiar,
confiando en que no caiga ninguna pregunta de estos temas.
Se realiza un esfuerzo significativo pero por no rematarlo uno
se arriesga a suspender el examen.
A continuación se dan algunas indicaciones de cara al examen:
Preparar el día anterior todo el material necesario: 2 bolígrafos (uno de
repuesto), lápiz, goma, sacapuntas, calculadora, etc.
Llegar al lugar del examen con tiempo suficiente, sin prisas, y no de
forma atropellada (incrementa el nerviosismo).
En los momentos previos al examen mantenerse tranquilo y sereno, sin participar en las típicas conversaciones
("dicen que va a caer tal pregunta", "tal anexo es muy
importante", etc.) que lo único que generan es mayor intranquilidad.
Cuando comienza la prueba lo primero que se debe hacer es leer atentamente todas las preguntas y
prestar atención a las instrucciones del profesor. En caso de dudas hay
que preguntarlas inmediatamente al profesor. Hay que tener todo claro antes de
comenzar a contestar.
Es preferible empezar a responder por
aquellas preguntas que se dominan; al dejarlas resueltas contribuirá a aumentar nuestra
confianza. Se continuará por aquellas otras que se dominan algo menos y se
dejarán para el final las que resulten más complicadas.
En las respuestas conviene ser precisos, destacando las ideas principales y dando los detalles
necesarios: hay que demostrar que se domina la materia. No se debe divagar,
decir obviedades, dar información de escaso interés.
Hay que evitar dejar alguna
pregunta en blanco (para muchos
profesores es motivo suficiente para suspender). Siempre se podrá contestar
algo a partir de datos generales del tema o se podrá relacionar con otros
epígrafes que se conocen. Si aun así no se sabe qué decir no habrá más remedio
que dejarla sin contestar.
Lo que no se debe hacer es inventar una respuesta "a ver si
cuela" (no es serio).
Al examen hay que llevar un reloj para
controlar el tiempo.
Hay que distribuir el tiempo
entre el número de preguntas para ver cuanto se
puede dedicar a cada una.
Si en alguna de ellas uno se atasca es mejor desistir y pasar a
la siguiente; si al final sobra tiempo se podrá volver sobre ella.
Si al final falta tiempo para desarrollar correctamente alguna
pregunta, conviene al menos señalar los puntos principales.
Los últimos 5-10 minutos hay que reservarlos para repasar el examenantes de entregarlo
(completar algo, corregir algún dato erróneo o alguna falta de ortografía,
etc.).
No se pueden cometer faltas de ortografía. Si se duda de cómo
se escribe una palabra es preferible utilizar algún sinónimo.
Si es un examen que puede durar varias es conveniente llevar algunos caramelos (su aporte de glucosa ayuda a combatir el cansancio).
En los exámenes además del fondo es fundamental una buena presentación: proyecta una imagen
de organización y seriedad, mientras que una mala presentación transmite
sensación de caos e improvisación.
Una letra clara, fácil de leer, predispone favorablemente al profesor. La mala
caligrafía produce el efecto contrario; el profesor, con montones de exámenes
por corregir, no va a perder el tiempo tratando de descifrar una letra
ilegible.
Establecer márgenes verticales y horizontales amplios. Utilizar el punto y
aparte, evitando párrafos excesivamente largos.
Los párrafos cortos facilitan la lectura y permiten destacar mejor las ideas.
Evitar tachones: es conveniente antes de comenzar a escribir pararse a pensar
cómo se va a enfocar la pegunta, como se va a estructurar la respuesta.
Por último, recordar que hay que tratar de perderle el miedo a los exámenes(no se acaba el mundo
por suspender uno).
Si se preparan con rigor lo normal será aprobarlos y si se
suspende alguno habrá nuevas oportunidades.
El esfuerzo planificado es garantía de éxito por difícil que pueda
ser la materia.
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