07 DE AGOSTO DEL 2016
CONSEJO DIVINO.
TOMADO DEL LIBRO DEL
ECLESIÁSTICO
CAPITULO XXIII
DEL LIBRO DE DIOS "LIBRO DEL ECLESIÁSTICO CAP. XXIII – 23"
Oración a Dios para
preservarse de la soberbia, de la gula, y de la lujuria. Represión de los
vicios de la lengua, y de la carne.
¡Oh señor, padre mío, y dueño de mi vida! No me abandones a la indiscreción de mis
labios. Ni permitas que yo me deslice por causa de ellos. ¿Quién será el que
emplee el azote y castigo sobre mis pensamientos, y la corrección de la
sabiduría sobre mi corazón, de tal modo que no me perdone sus errores; a fin de
que de ellos no broten pecado, por cuya causa ande yo por el suelo delante de
mis contrarios, y se ría de mí el enemigo mío?
¡Oh señor, padre mío, y Dios de mi vida! No
me abandones a sus malvados pensamientos. No permitas en mis ojos la altanería;
y aleja de mi todo mal deseo. Quita de
mí la intemperancia de la gula, y no se apoderen de mí los apetitos de la
lujuria; ni quieras entregarme a un ánimo inverecundo y desenfrenado.
Vosotros, oh hijos míos, escuchad los documentos para
gobernar la lengua; y quien los observare no se perderá por causa de sus
labios; ni resbalará en obras perversas. En su mismo necio hablar queda cogido
el pecador, y el soberbio y maldiciente se arruinarán por sus mismos labios. No
acostumbres tu boca al juramento; porque son muchas por eso las caídas. Tampoco
tomes continuamente en boca, sino para honrarle, el nombre de Dios; ni
interpongas siempre los nombres de las cosas santas: porque no quedarás libre
de culpa si lo haces. Pues así como un esclavo puesto a todas horas a cuestión
de tormento, nunca está sin cardenales; así todo el que jura y repite aquel
nombre, jamás estará enteramente limpio de culpa. El hombre que jura mucho se
llenará de pecados; y no se apartará de su casa la desgracia. Porque si no
cumple el juramento, tendrá sobre sé el delito; y si no hace caso, peca
doblemente. Y si ha jurado en vano, o sin necesidad, no será tenido por
inocente; antes bien lloverá castigo sobre su casa. Hay todavía otro lenguaje
que confina con la muerte. Nunca se oiga entre los descendientes de Jacob. Así
pues todas estas cosas estarán lejos de
los hombres religiosos; los cuales no se envuelven en semejantes delitos. No se acostumbre tu boca al hablar
indiscreto; porque siempre va
acompañado de la mancha del pecado. Acuérdate de tú padre y de tú madre,
aunque estés sentado entre los magnates: para que no suceda que Dios se olvide
de ti a vista de los mismos. Y que infatuado con su familiaridad, tengas que
sufrir tales oprobios, que quisieras más no haber venido al mundo, y maldigas
el día de tu nacimiento. El hombre acostumbrado a decir improperios, no se
corregirá en toda su vida.
Dos especies de personas pecan con frecuencia, y otra
tercera provoca la ira y la perdición: El ánimo fogoso como una ardiente llama;
el cual no se calma sin devorar primero algunas
cosas; y el hombre que es esclavo de los apetitos de su carne, el cual
no tendrá sosiego hasta que haya comunicado el fuego. Al hombre fornicario todo pan le es dulce; y no cesará
de pecar hasta el fin. Todo hombre que deshonra su tálamo conyugal, como quien
tiene en poco su alma, suele decir: ¿Quién hay que me vea? Rodeado estoy de
tinieblas, y las paredes me encubren, y nadie me atisba: ¿A quién tengo que
temer? El altísimo no se parará en mis
delitos. Más el no reflexiona que el ojo de Dios está viendo todas las cosas:
porque semejante temor humano, temor no más que de los hombres, expele de él el
temor de Dios. y no sabe que los ojos del Señor son mucho más luminosos que el
sol, y que descubren todos los procederes de los hombres y lo más profundo del
abismo, y ven hasta los más recónditos
senos del corazón humano. Porque todas las cosas antes de ser creadas, fueron
conocidas del Señor Dios, y aún después que fueron hechas las está mirando a
todas. Este tal adultero será por lo mismo castigado en medio de la plaza de la
ciudad: él, cual potro indómito, echará
a huir; pero le pillaran donde menos pensaba. Y será deshonrado delante de todos por no haber conocido el
temor de Dios.
Lo mismo será de cualquier mujer que deja a su propio
marido, y que el da un heredero habido del marido de otra. Porque ella en
primer lugar fue rebelde a la Ley del
altísimo: lo segundo ultrajo a su propio marido: lo tercero, se contamina con
adulterio, y se procrea hijo de marido ajeno. Ésta será conducida a la asamblea
pública, y se hará información sobre sus hijos: los cuales no echarán raíces,
ni darán frutos sus ramos. Ella dejará en maldición su memoria; y jamás se
borrará su infamia. Por donde los venideros conocerán que no hay cosa mejor que
temer a Dios, y nada más suave que observar los mandamientos del Señor. Servir
al Señor es una gloria grande; pues de él recibirá larga vida.
El señor vuelve con su palabra que tiene
poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en
cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas
y aplícalas en tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con
tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para
reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y
tú estás en este CAMINO. ¿Por
qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ SEMANA
JJ = J2
No hay comentarios:
Publicar un comentario