Curso de La
Autoestima - Psicología
LECCIÓN: 13
FACTORES EN EL DESARROLLO DE LA
AUTOESTIMA
LA ASERTIVIDAD
Asertividad
La asertividad es mucho más que decir sí o no. Implica reconocer y
nombrar los sentimientos, expresarlos, tomar decisiones, actuar sin agredir a
los otros y siempre hacerse responsable de la conducta que se sigue y de sus
consecuencias.
Una persona asertiva se siente siempre libre para manifestarse. Puede comunicarse
con cualquier persona. Mantiene una orientación activa en su vida; persigue lo
que desea, imagina, crea y logra. No es pasivo, no aguarda a que las cosas le
ocurran ni permite que le sean impuestas. Además, siempre actúa de un modo que
él mismo juzga respetable, así conserva el respeto propio.
La asertividad define la manera de proceder ante una situación que
requiere respuesta o decisión. Se puede decidir por impulso, por costumbre o de la manera que
los otros esperan; o bien de manera razonada.
Al decidir con asertividad lo hacemos también de manera razonada. Esto implica: definir el problema, buscar las soluciones
posibles y valorar cada una para finalmente optar por la más adecuada.
Al estar seguro de sí mismo, uno puede defender derechos y asumir
responsabilidades y obligaciones.
La vida nos plantea problemas a todos, pero lo importante es
saber que somos capaces de enfrentarlos eficientemente.
Conducirse asertivamente promueve la igualdad en las relaciones
interpersonales a través de la comunicación abierta.
Ser asertivo permite defender los derechos propios, lo que se piensa, se
siente y se desea de forma clara y directa, en el momento oportuno, sin negar
los derechos de los otros, y evitando en lo posible una actitud pasiva o
agresiva.
La comunicación asertiva es indispensable en la vida, para dar a
conocer al otro la forma en que se piensa, siente y actúa.
Ser asertivo brinda la posibilidad de experimentar
satisfacciones.
El comportamiento agresivo impide el enriquecimiento de la
interacción social y provoca en ésta defectos negativos, pues deteriora la
satisfacción y la comunicación de las relaciones humanas.
La actitud no asertiva nos expone a la manipulación y al control
psicológico de los demás.
Nadie puede manipular las emociones de los demás, si éstos no lo
permiten.
La práctica de la asertividad ayuda a protegerse de situaciones de
riesgo, fortalece el sentido de responsabilidad y de seguridad en uno mismo.
La
asertividad suele
definirse como la capacidad de expresar las opiniones, los sentimientos, las
actitudes y los deseos, y reclamar los propios derechos, en el momento
adecuado, sin ansiedad excesiva, y de una manera que no afecte a los derechos
de los demás.
La
sabiduría popular dice que las
personas asertivas salen adelante. Dicen lo que piensan,
solicitan los recursos que necesitan, manifiestan sus deseos y sentimientos, y
no aceptan un no por respuesta. Pero si no eres una persona asertiva no
debes preocuparte, se puede
llegar a ser asertivo, pedir lo que necesitas y conseguir lo que quieres, sin
dejar de ser uno mismo:
1. Comienza con algo pequeño
Si la
idea de ser asertivo te hace sentir especialmente mal o inseguro, comienza con
situaciones de bajo riesgo. Por ejemplo, si pides una hamburguesa, y el
camarero te trae un salmón a la plancha, hazle ver su error y envíalo de
vuelta. Si sales de compras con tu pareja y estás tratando de decidir sobre un
lugar para comer, manifiesta tu opinión a la hora de elegir a donde ir.
Una vez
que te sientas cómodo en estas situaciones de bajo riesgo, comienza subiendo la
dificultad poco a poco.
2. Empieza diciendo no
En el
camino para ser más asertivo, el NO es
tu mejor compañero. Debes decir no más a menudo. Es posible
ser firme y decidido con el NO sin dejar de ser considerado. Al principio,
decir que no puede hacer que te sientas ansioso, pero con el tiempo llegarás a
sentirte bien y bastante liberado.
Es
probable que algunas personas se sientan decepcionadas ante esta nueva
situación. Pero recuerda que mientras expreses tus necesidades de una manera
considerada, no eres en absoluto responsable de su reacción.
3. Sé simple y directo
Cuando
te estás afirmando a ti mismo, menos es más. Haz tus peticiones de manera
sencilla y directa. No hay necesidad de dar explicaciones elaboradas (véase más
adelante). Es suficiente con decir cortésmente lo que piensas, sientes o
deseas.
4. Utiliza el “yo”
Al
hacer una petición o expresar desaprobación usa el “yo”. Hazlo siempre en primera
persona. En lugar de decir: “Eres muy desconsiderado. No tienes ni idea
de lo duro que ha sido el día de hoy. ¿Por qué me pides que haga todas estas
tareas?”, debes decir “Estoy agotado hoy. Veo que quieres que haga todas estas
cosas, pero no voy a poder hacerlas hasta mañana”.
5. No te disculpes por expresar una necesidad o deseo
Al
menos que estés pidiendo algo que sea manifiestamente irrazonable, no hay razón
para sentirse culpable o avergonzado por expresar una necesidad o deseo. Así
que deja de pedir disculpas cuando pides algo. Sólo pídelo educadamente y
espera a ver cómo la otra persona responde.
6. Utiliza el lenguaje corporal y el tono de voz
Debes
parecer seguro al hacer una solicitud o indicar una preferencia. Ponerse de
pie, inclinarse un poco, sonreír o mantener una expresión facial neutra, mirar
a la persona a los ojos, son acciones que denotan seguridad. También debes
asegurarte de hablar con claridad y en voz lo suficientemente alta.
7. No tienes que justificar o explicar tu opinión
Cuando
tomas una decisión o das una opinión con la que otros no están de acuerdo, un
modo en el que van a tratar de ejercer control sobre ti será exigiendo que des
una justificación de tu elección, opinión o comportamiento. Si no puedes
encontrar una razón suficiente, suponen que debes estar de acuerdo con lo que
quieren.
Las
personas no asertivas, con su necesidad de agradar, se sienten obligadas a dar
una explicación o una justificación para cada elección que hacen, incluso si la
otra persona no se la pidió. Quieren asegurarse de que todo el mundo está de
acuerdo con sus opciones, y de este modo lo que están haciendo es pedir permiso
para vivir sus propias vidas.
8. Sé persistente
A veces
te enfrentas a situaciones en las que inicialmente no encuentras respuesta a
tus solicitudes. No te limites a decirte a ti mismo: “Al menos lo intenté “. A
menudo para ser tratado con justicia tienes que ser persistente. Por ejemplo,
si te cancelaron un vuelo, sigue preguntando acerca de otras opciones, como ser
transferido a otra línea aérea, para poder llegar a tu destino a tiempo.
9. Mantén la calma
Si
alguien está en desacuerdo o desaprueba tu elección, opinión o solicitud, no debes enojarte o ponerte
a la defensiva. Es mejor buscar una respuesta constructiva o decidir evitar a
esta persona en futuras situaciones.
10. Elije tus batallas
Un
error común que cometemos en el camino para ser más asertivo es tratar de ser
firme todo el tiempo. La asertividad es situacional y contextual. Puede haber
casos en los que ser asertivo no te llevará a ninguna parte y tomar una postura
más agresiva o pasiva es la mejor opción.
A veces,
sin duda es necesario ocultar los sentimientos. Sin embargo, aprender a expresar tus
opiniones, y lo más importante, a respetar la validez de esas opiniones y
deseos, te convertirá en una
persona con mayor confianza. El resultado de una acción asertiva puede
llevarte a conseguir exactamente lo que quieres, o quizás un compromiso, o tal
vez un rechazo, pero independientemente del resultado, dará lugar a que te sientas
más cerca de controlar tu propia vida.
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