domingo, 22 de mayo de 2016


22 DE Mayo DEL 2016
CONSEJO DIVINO.
TOMADO DEL LIBRO DEL ECLESIÁSTICO

CAPITULO  XIV

DEL LIBRO DE DIOS "LIBRO DEL ECLESIÁSTICO  CAP. XIV – 14"


Cuán dichoso es que no peca en su hablar. Fealdad de la codicia y amabilidad de la sabiduría.

Bien aventurado el hombre que no se deslizó en palabra que haya salido de su boca; ni es punzado por el remordimiento del pecado. Feliz el que no tiene en ánimo  la tristeza que viene de la culpa, y no ha decaído de su esperanza en Dios.

El hombre codicioso o avaro y agarrado, de nada le sirven las riquezas: ¿Y qué le aprovecha el oro al hombre mezquino? El que amontona, cercenándoselo injustamente a sí mismo, para otros amontona, y un extraño se regalará con sus bienes. ¿Para quién será bueno el que para sí mismo es mezquino, y no sabe gozar de sus bienes? Quien es avaro contra sí mismo, es el hombre más ruin del mundo, y ya recibe el pago de su pasión perversa. Que si algún bien hace; sin pensar ni querer le hace; y al cabo viene a descubrir su malicia. Maligno es el ojo del envidioso o avaro: él vuelve su cara al otro lado para no ver al pobre, y desprecia su propia alma. No se sacia el ojo del avaro con una porción injusta de bienes: no se saciará hasta que tanto que haya consumido y secado su vida. El ojo maligno del avaro está siempre fijo en el mal: no se saciará de pan: se estará, sí, famélico y melancólico en la mesa.

Tú, hijo mío, disfruta aquello que tienes, y haz de ello ofrendas dignas a Dios. Acuérdate de la muerte, la cual no tarda en llegar, y de la ley que se te ha intimado de ir al sepulcro: porque el morir es una ley que nadie está exento. Antes de morir haz bien a tu amigo, y alarga tu mano liberal hacia el pobre según tu posibilidad. No te prives de las ventajas de un buen día que Dios te concede, y del buen don o bien que te da el Señor no dejes perder ninguna parte. ¿No ves que has de dejar a otros el fruto de tus sudores y fatigas, y que por suerte se lo repartirán entre sí? Da a los pobres, y toma para ti lo necesario; y santifica así tú alma. Practica la justicia antes que mueras; porque en el sepulcro no hay que buscar sustento. Podrirse ha toda carne como el heno, y como las hojas que brotan en la verde planta. Unas hojas nacen y otras se caen: así las generaciones de carne y sangre, una fenece y otra nace. Toda obra corruptible ha de perecer finalmente, y su artífice tendrá el mismo paradero que ella. Más todas las obras escogidas o justas serán aprobadas, y el que las hace será por ellas glorificado.

Bienaventurado el hombre que es constante en la sabiduría, y ejerce la misericordia, y considera en su mente a Dios que ve todas la cosas. Que va estudiando en su corazón  los caminos de la sabiduría, y entiende sus arcanos, yendo en pos de ella como quien sigue su rastro, pisando siempre sus huellas. Que anhelando verla y oírla se pone a mirar por sus ventanas, y está escuchando es su puerta. Y reposa junto a la casa de ella, e hincando en sus paredes una estaca, asienta al lado su pequeño pabellón, dentro del cual tendrán perpetua morada todos los bienes; bajo la protección de la sabiduría colocará a sus hijos, y morará debajo de sus ramas: A la sombra de ella estará defendido del calor, y en su gloria reposará tranquilo.

                                                             
El señor vuelve con su palabra que tiene poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y   aplícalas en tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en este CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?

FELIZ SEMANA

JJ = J2



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