01 de
ENERO DEL 2014
CONSEJO DIVINO.
TOMADO DE PROVERBIOS
PARTE III
DEL LIBRO DE DIOS "PROVERBIOS I, 14 -
1,14 CAP. IV- 4"
Oíd, hijos míos, las instrucciones de tu
padre, y estad atentos para aprender la prudencia. Yo quiero daros un rico don,
así, no abandonéis mis preceptos. Porque
también yo fui un hijo querido de mi padre y amado tiernamente, como
único, de mi madre, y el
instruyéndome, me decía: reciba tu
corazón mis palabras, observa mis preceptos y vivirás feliz. Procura adquirir
la SABIDURÍA y lucha por poseer el don de la PRUDENCIA, y no te olvides ni apartes de las palabras de
mi boca.
No abandones la SABIDURÍA, porque ella será
tu protectora: amala y ella será tu salvación. El principio de la sabiduría es
el trabajar por adquirirla. Y así,
acosta de cuanto posees, procura adquirir, la prudencia. Aplica todos tus esfuerzos para alcanzarla y
ella te ensalzará: te llenará de gloria, cuando la estreches en tus brazos:
añadirá adornos graciosos a tu cabeza y
ceñirá tus cienes con esclarecida diadema.
Oh hijo mío, escucha y recibe mis documentos,
para que logres muchos años de vida: yo
te mostraré el camino de la sabiduría, te guiaré por la senda de la JUSTICIA; y entrado que
hayas en ella, no se verán tus pies en estrechura, ni hallarán tropiezo alguno
en su carrera. Mantente adicto a la formación: nunca la abandones, guárdala
bien, pues ella es tu vida. No te aficiones a los caminos de los impíos; ni te agrade la senda de los
malvados:
Húyele, no pongas el pie en ella; desvíate y
abandónala. Porque los impíos no duermen,
si antes no han hecho ALGÚN MAL; y si primero no han causado la ruina de
alguno, no pueden conciliar su sueño. Como de pan se alimentan de la
impiedad y beben como vino la
injusticia. La senda de los justos es como una luz brillante, que va en aumento
y crece hasta el mediodía. Al contrario, el camino de los impíos está lleno de
tinieblas: no advierten el precipicio en que van a caer.
Escucha, hijo mío, mis razonamientos y
atiende a mis palabras: Jamás las pierdas de vista: Deposítalas en lo íntimo de
tu corazón; porque son vida para los que la reciben, y salud o medicina para
todo hombre. Guarda tu corazón con toda vigilancia, porque de él mana la vida,
arroja de tu lengua la malignidad; y lejos este de tus labios la detracción.
Dirige siempre tus ojos rectamente, y adelántese tu vista a los pasos que
dés. Examina la senda en que pones tus
pies, y serán firmes todos tus pasos. No
tuerzas ni a la diestra ni a la siniestra: retira tu pie de todo mal paso:
porque ama el señor los caminos que están a la derecha; pero los que caen a la
siniestra son caminos de perdición. Más el hará que sea recto tu camino, y que avances felizmente en tu viaje.
El señor siempre estará con cada uno de vosotros y el sabrá guiaros si tenéis la disposición.
JJ = J2
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