sábado, 22 de febrero de 2014

 22 de  FEBRERO DEL 2014
CONSEJO DIVINO.

TOMADO DE PROVERBIOS


PARTE V
DEL  LIBRO DE DIOS "PROVERBIOS"
 Hoy más que nunca llega la palabra de Dios como un susurro que te ayudará a perfeccionarte. Aplícalas a tu trabajo diario y compártelas con tus amigos y estudiantes. Estas son palabras sabias y recuerda que hoy más que nunca el mundo y tus estudiantes necesitan de tu reflexión. 

“Se ha de hablar de Dios con circunspección: deben cumplirse los votos: adórese la divina providencia, que no permite la opresión de los inocentes: contentarse con lo da Dios y huir de la avaricia”.

No hables nada inconsideradamente, ni sea ligero tu corazón en proferir palabras indiscretas delante de Dios: porque Dios es el señor que está en los cielos, y tú un vil gusano sobre la tierra. Sean pues pocas y muy medidas tus palabras. A los muchos ciudadanos se siguen sueños molestos, y en el mucho hablar no faltarán sandeces.

Si hiciste algún voto a Dios, no tardes en cumplirle, pues le desagrada la promesa infiel y la imprudente. Por lo tanto cumple todo lo que hubieres prometido: porque mucho mejor es no hacer votos, que hacerlos y no cumplirlos. No sea tu lengua ocasión de que peque tu cuerpo. Ni digas en presencia del ángel: No hay providencia: no sea que Dios irritado contra tus palabras, destruya todas  las obras de tus manos. Donde los sueños son muchos, son muchísimas las vanidades, y sin fin las palabras, pero tú teme a Dios.

Si vieres la opresión de los pobres, la violencia que reina en los juicios, y el trastorno en  de la justicia en una provincia, no hay que turbarte por este desorden; pues que aquel que está en lo alto puesto, tiene otro sobre sí, y sobre estos aún hay otros más elevados, y hay en fin sobre todos un soberano, a quien toda la tierra sirve reverente.

El avariento jamás se saciará de dinero; y quien ama ciegamente las riquezas, ningún fruto sacara de ellas. Luego también es esto vanidad. Donde hay muchos bienes hay también muchos que los consumen. Que provecho, pues, saca el poseedor, si no el estar mirando con sus ojos los tesoros que tiene? Dulcemente duerme el trabajador, hora sea poco, hora sea mucho lo que ha comido; pero está el rico tan lleno de manjares que no puede dormir. Hay otra dolorosísima miseria que he visto debajo del sol: las riquezas atesoradas para ruina de su dueño. Pues las ve desaparecer con terrible aflicción suya.  El hijo que el engendró se verá reducido a la mayor miseria. Y él mismo, así como salió desnudo del vientre de su madre, así saldrá de esta vida, sin llevar consigo nada de lo que adquirió con su trabajo. Verdaderamente que es esta una desdicha bien lamentable: como vino al mundo, así se volverá. Pues qué le aprovecha el haberse afanando en balde? Todos los días de su vida ha comido a oscuras, y en medio de muchos ciudadanos y con mezquindad y melancolía.

Por lo tonto yo tengo por una cosa bien hecha que el hombre coma y beba sobriamente, y disfrute con alegría, del fruto de las fatigas que ha soportado en este mundo, durante los días de la vida que Dios le conceda; y esta es la suerte que le pertenece. Y cuando concede Dios a un hombre conveniencias y hacienda, dándole al mismo tiempo facultad  para gozar de ellas, y disfrutar de la parte que le ha tocado, y alegrarse con el fruto de su trabajo, esto es un don de Dios. Los días de su vida se le pasaran casi sin sentirlo, porque Dios le llenará el corazón de delicias.

Así, que disfruta de los bienes que Dios te ha dado, de tu trabajo y de todos los días de tu vida.


Que esta semana el SEÑOR te llene de Felicidad.                            


JJ = J2

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