Empiezan las clases en la segunda parte del año. Las escuelas se visten de fiesta y los pasillos hasta hace poco tranquilos se llenan de voces, sonidos, mochilas. Después de los meses de receso, la escuela parece entrar en ebullición.
El clima es otro, se carga de expectativas, nervios, novedades… Cada docente o directivo desde su rol y a su manera ejecuta un ritual de bienvenida. El acto inaugural, la cartelera con sus primeros anuncios del ciclo, las palabras iniciales de los docentes, la preparación del aula… son detalles sencillos que engalanan y celebran ese encuentro (o reencuentro) de docentes, alumnos, familias.. Es momento de recurrir a una de esas “palabras mágicas” que nos han enseñado: la palabra bienvenida.
Dar la bienvenida a los alumnos es hacerles saber que son el centro de lo que hacemos, que los estábamos esperando; es entusiasmarlos por aquellos saberes que van a aprender en esta parte del año lectivo. Es compartir el deseo de que todos y cada uno de ellos tenga una segunda parte del año excelente descubriendo pasiones, saberes, personas. Que estamos a mitad de año y que nada esta perdido ni ganado.
En este momento inicial, cada uno desde su estilo, ejecuta un ritual con ese espíritu: que este año escolar que inicia sea inolvidable. Bienvenidos directiv@s, docentes, estudiantes y comunidad educativa en general.
Éxitos a todos.
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