domingo, 16 de abril de 2017


17  DE ABRIL  DEL 2017
CONSEJO DIVINO.
LA  PROFECÍA DE ISAÍAS


CAPITULO  I

DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE ISAÍAS  CAP. I– 1"

El profeta Isaías amenaza a Jerusalem con una espantosa ruina por no haberse convertido al Señor, a pesar de haber sido afligida con toda suerte de males: la advierte que sus fiestas y sus sacrificios son abominables a los ojos de Dios; y qué es lo que debe de hacer para alcanzar de  nuevo su gracia. La anuncia que después del castigo que sufrirá por sus maldades, vendrá día en que recuperará su libertad y será feliz.


Visión profética que tuvo Isaías, hijo de Amos, en orden a las cosas de Judá y de Jerusalem, en tiempos de Ozías,  de Johatán, de Achaz, y de  Ezechias rey de Judá. Oíd, oh cielos, y tú. Oh tierra, presta toda tu atención; pues el Señor es quien habla. He criado hijos, dice, y los he engrandecido, y ellos me han menos preciado. Hasta el buey reconoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; pero Isráel no me reconoce, y mi pueblo no entiende mi voz.

¡Ay de la nación pecadora, del pueblo apesgado de iniquidades, de la raza malvada, de los hijos desgarrados! Han abandona al Señor, han blasfemado del Santo de Israel, y le han vuelto las espaldas. ¿De que servirá el descargar yo nuevos golpes sobre vosotros, si obstinados añadís siempre pecados sobre pecados? Toda cabeza está enferma y todo corazón doliente. De la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza no hay en él cosa sana, sino heridas, y cardenales, y llaga corrompida que no ha sido curada, ni vendada, ni suavizada con bálsamo. Vuestra tierra esta desierta, incendiad vuestras ciudades: a vuestra vista devoran los extranjeros vuestras posesiones, y a manera de enemigo las devastan. Y la hija de Sión o Jerusalem, quedará como cabaña de una viña, como choza de un melonar, y como una ciudad tomada por asalto. De suerte que si el Señor Dios de los ejércitos no hubiese conservado algunos de nuestro linaje, hubiéramos corrido la misma suerte de Sodoma, y sido en todo semejante a Gomorrha.

Oíd la palabra del Señor, oh príncipes de Judá que  imitas a los reyes de Sodoma; escucha ateto la ley de nuestro Dios, tú oh pueblo semejante al de Gomorrha. ¿De qué me sirve a mí, dice el Señor, la muchedumbre de vuestras víctimas? Ya me tienen fastidiado. Yo no gusto de los holocaustos de carneros, ni de la gordura de los pingües bueyes, ni de la sangre de los becerros, de los corderos, y de los machos de cabrío. Cuando os presentáis ante mi acatamiento, ¿Quién os ha mandado llevar semejantes dones en vuestras manos, para pasearos por mis atrios? No me ofrezcáis más sacrificios inútilmente: pues abomino del incienso. El novilunio, el sábado, y las demás fiestas vuestras no puedo ya sufrirlas más tiempo: porque en vuestra asamblea reina la iniquidad. Vuestras calendas, y vuestras solemnidades son por lo mismo odiosas a mi alma: las tengo aborrecidas: cansado estoy de aguardarlas. Y así cuando levantareis las manos hacia mí, yo apartare mí vista de vosotros;  y cuantas más oraciones me hiciereis, tanto menos os escucharé: porque vuestras manos están llenas de sangre.

Lavaos  pues, purificaos, apartad de mis ojos la malignidad de vuestros pensamientos, cesad de obrar mal. Aprended a haced bien, buscad lo que es justo, socorred al oprimido, haced justicia al huérfano,  amparad a la viuda. Y entonces  venid y argüidme, dice al Señor: aunque vuestro pecado os hayan teñido como la grana, quedaran vuestras almas blancas como la nieve; y aunque fuesen teñidas de encarnado como el bermellón, se volverán del color de la lana más blanca. Como queráis, y me escuchéis, series alimentados de los frutos de vuestra tierra. Pero si no quisiereis, y provocareis mi indignación, la espada de vuestros enemigos traspasara vuestra garganta; pues así lo ha dicho el Señor por su propia boca.

¿Cómo la ciudad fiel, y llena de juicio, se ha convertido en una ramera? Ella fue en otro tiempo alcázar de justicia y ahora lo es de homicidios. Tu plata se ha convertido en escoria, y tu vino se ha adulterado con el agua. Tus magistrados son desleales, y van a medias con los ladrones: todos ellos gustan de regalos: corren tras del interés: no hacen justicia del huérfano, y no encuentran apoyo en ellos la casusa de la viuda.

Por esto dice el Señor Dios de los ejércitos, el Dios fuerte de Israel: ¡Ay como tomaré satisfacción de mis contrarios y venganza de mis enemigos! Y volveré mi mano sobre ti, y acrisolándote quitaré tu escoria y separaré de ti todo tu estaño. Y restableceré tus jueces, haciendo que sean tales cuales eran antes, y tus consejeros como fueron antiguamente: después de lo cual serás llamada Ciudad del justo, ciudad del fiel. Sí, Sión será redimida en juicio, y repuesta en libertad por justicia. Pero Dios destruirá desde luego a los malvados y  pecadores, y serán anonadados los que abandonaron al Señor. Los mimos ídolos a quienes sacrificaron serán su mayor confusión; y os avergonzareis de los jardines que habéis escogido. Cuando fuereis lo mismo que alcornoque que  ha quedado sin  hojas, y como un huerto sin agua. Y vuestra resistencia o fortaleza será igual a la prevesa de la estopa arrimada a la lumbre, y vuestras obras como una chispa: uno y otro arderán en el fuego que nadie apagará.

El señor vuelve con su palabra que tiene poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y   aplícalas en tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en este CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?

FELIZ SEMANA                                                                   

JJ = J2



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