9 de Junio del 2019
CONSEJO DIVINO.
LA PROFECÍA DE JEREMÍAS
CAPITULO XXIII
DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE JEREMÍAS CAP. XXIII– 23"
Predice Jeremías
que en vez de los malos pastores de pueblo de Israél, evitará el Señor al Buen
Pastor, quien con sus mayorales formará un nuevo y dichoso rebaño; y anuncia la
ignominia eterna con que serán castigados los falsos profetas.
¡Hay de los pastores que arruinan y despedazan el
rebaño de mi dehesa! Dice el Señor: por tanto he aquí lo que dice el Señor Dios
de Israel a los pastores que apacientan a mi pueblo: Vosotros habéis desparramado
mi grey, y la habéis arrojado fuera, y no la habéis visitado: pues he aquí que
yo vendré a castigaros a vosotros por causa de la malignidad de vuestras
inclinaciones, dice el Señor. Y yo reuniré la ovejas que quedaron de mi rebaño,
de todas las tierra donde las hubiere echado, y las volveré a sus propias
tierras; y crecerán y se multiplicarán. Y crearé para ellas unos pastores que
las apacentarán con pastos saludables: no tendrán ya miedo ni temor alguno, ni
faltarán ninguna d ellas en el redil, dice el Señor. Mirad que viene el tiempo,
dice el Señor, en que yo haré nacer de David un vástago, un descendiente,
justo, el cual reinará como Rey, y será sabio, y gobernará la tierra con
rectitud y justicia. En aquellos días suyos, Judá será salvo, e Israel vivirá
tranquilamente; y el nombre con que será llamado aquel Rey, es el de Justo
Señor o Dios nuestro. Por eso vendrá tiempo, dice el Señor, en que ya no dirán:
Vive el Señor, que sacó a los hijos de Israel de las tierras de Egipto; sino:
Vive el Señor que ha sacado y traído el linaje de la casa de Israel del país del
Norte, y de todas las regiones a donde los había yo arrojados; y habitaran en
su propia tierra.
En orden a los falsos profetas, mi corazón, dijo Jeremías,
se despedaza en medio de mi pecho: desencajado tengo todos mis huesos, me hallo
como un ebrio, como un hombre tomado de vino, al considerar el enojo del Señor,
y a su vista de sus santas palabras. Porque la tierra está llena de adúlteros, y
llorando a causa de sus blasfemias; secáronse las campiñas del desierto: su
carrera de ellos se dirige siempre al mal y su valentía es para cometer
injusticias. Porque así el profeta como el sacerdote se han hecho inmundos, y
dentro de mi casa o templo, allí he encontrado su malicia, dice el Señor. Por eso
el camino de ellos será como un continuo resbaladero entre tinieblas: en el
serán rempujados, y caerán; pues yo descargaré desastres sobre ellos en el
tiempo en que sean residenciados, dice el Señor. Así como en los profetas de Samaria
vi la insensatez de que profetizaban en nombre de Baal, y embaucaban a mi
pueblo de Israel; Así a los profetas de Jerusalem los vi imitar a los adúlteros,
e ir en pos de la mentira, y que infundían orgullo a la turba de los malvados,
para que cada uno de ellos dejase convertirse de su maldad: todos han venido a
ser abominables a mis ojos como Sodoma; como los de Gomorrha, tales son sus
habitantes. Por tanto dice el Señor delos ejércitos a los profetas: He aquí que
yo les daré a comer ajenjos y hiel para beber: ya que de los profetas de
Jerusalem se ha difundido la corrupción e hipocresía por toda la tierra.
Moradores de Jerusalem, he aquí lo que os dice el Señor
de los ejércitos: No queráis escuchar las palabras de los profetas que
profetizan cosas lisonjeras, y os embaucan: ellos os cuentan las visiones o
sueños de su corazón, no lo que ha dice el Señor. Dicen aquellos que blasfeman
de mí: El Señor lo ha dicho: Tendréis paz. Y a todos los que siguen la
perversidad de su corazón les ha dicho: No vendrá sobre vosotros ningún
desastre. Pero ¿Quién de ellos asistió al consejo del Señor, y vio y oyó lo que
dijo o decreto? ¿Quién penetró su resolución y comprendió?
He aquí que se levantará el torbellino dela indignación
divina, y la temporal, rompiendo la nube, descargará sobre la cabeza de los impíos.
No cesará la saña del Señor, hasta tanto que se haya ejecutado y cumplido el
decreto de su voluntad; en los últimos días es cuando conoceréis su designio
sobre vosotros. Yo no enviaba esos profetas falsos; ellos de susto corrían por
todas partes: no hablaba yo con ellos; sino que ellos profetizaban lo que querían.
Si hubiesen asistido a mi consejo, y anunciado mis palabras al pueblo mío, yo
ciertamente los hubiera desviado de su mala vida, y de sus pésimas inclinaciones.
¿Acaso piensas tú, dice el Señor, que yo solo soy
Dios de solo cerca, y no soy Dios de lejos? ¿Si se ocultará acaso un hombre en algún
escondrijo sin que yo le vea, dice el Señor? ¿Por ventura no lleno yo, dice el
Señor, el cielo y la tierra? He oído lo que andan diciendo aquellos profetas
que en nombre profetizan la mentira: He soñado, dicen, he tenido un sueño profético.
¿Y hasta cuando ha de durar esta imaginación en el corazón de los profetas que
vaticinan la falsedad, y anuncian las ilusiones del corazón? Los cuales quieren
hacer que el pueblo mío se olvide de mi Nombre, por los sueños que cada uno
cuenta a su vecino, al modo que de mi Nombre se olvidaron sus padres por amor
de Baal. Que cuente su sueño aquel profeta que así sueña; y predique mi palabra
con toda verdad aquel que recibe mi palabra, y se verá la diferencia. ¿Qué tiene
que ver la paja con el trigo, dice el Señor?
¿No es así que mi palabra es como el fuego, dice el
Señor, y como martillo que quebranta las peñas? Por tanto, vedme aquí, dice el
Señor, contra aquellos profetas que roban mis palabras, cada cual a su más
cercano profeta. Vedme aquí, dice el Señor, contra aquellos profetas, que toman
en sus lenguas estas palabras: Dice el Señor. Vedme aquí contra aquellos
profetas, o visionarios que sueñan mentiras, dice el Señor, y las cuentan, y
traen embaucados a mi pueblo con sus falsedades y prestigios; siendo así que yo
no los he enviado, ni dado comisión alguna a tales hombres que ningún bien han
hecho a este pueblo, dice el Señor.
Si te preguntare pues este pueblo, o un profeta, o
un sacerdote, burlándose de ti y te dijere: Vaya, ¿Cuál es la carga o duro
vaticinio que nos anuncias de parte del Señor? Le responderás: la carga sois
vosotros; y yo, dice el Señor, os arrojaré lejos de mí. Que si el profeta o el
sacerdote, o alguno del pueblo dice: ¿Cuál es la carga del Señor? Yo castigaré
severamente al tal hombre y a su casa. Lo que habéis de decir cada uno a su
vecino y a su hermano es: ¿Qué ha respondido el Señor? O ¿Qué es lo que el
Señor ha hablado? Y no se ha de nombrar más por irrisión la carga del Señor,
que de lo contrario lo carga de cada uno será su modo de hablar, ya que habéis pervertido
la palabra de Dios vivo, des Señor de los ejércitos, nuestro Dios.
Le preguntarás pues al profeta: ¿Qué te ha
respondido el Señor? O ¿Qué es lo que el Señor ha dicho? Más si todavía dijereis,
mofándoos: la carga del Señor ¿Cuál es? En tal caso, esto dice el Señor: porque
dijisteis esa expresión irrisoria. La carga del Señor; siendo así que yo os
envié a decir: no pronuncies más por mofa esa expresión, La carga del Señor:
por tanto, tened entendido que yo os tomaré, y os transportaré y os abandonaré,
desechandoos de mi presencia a vosotros, y a la ciudad que os di a vosotros y a
vuestros padres. Y hare de vosotros un padrón de oprobio sempiterno, y de
ignominia perdurable, cuya memoria jamás se borrará.
El señor vuelve con su palabra que tiene
poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en
cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas
y aplícalas en tu vid a, en tu familia y sobre todo, compártelas
con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra
para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor
esfuerzo. Y tú estás en ese CAMINO. ¿Por
qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ
SEMANA
JJ = J2
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