domingo, 3 de marzo de 2019


3 de MARZO del 2019
CONSEJO DIVINO.
LA PROFECÍA DE JEREMÍAS  


CAPITULO X

DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE JEREMÍAS CAP. X– 10"

Vanidad del culto de los astros y de los ídolos. Solo Dios es creador y gobernador del universo. El castigará a los pecadores; por esto ruega a Dios el profeta.

Oíd los de la casa de Israél las palabras que ha hablado del Señor acerca de vosotros. Esto dice el Señor: No imitéis las malas costumbres de las naciones; ni temáis las señales del cielo, que temen los gentiles: Porque la leyes de los pueblos vanas son y erróneas; visto que un escritor corta con las segur un árbol del bosque, y le labra con su mano: le adorna con plata y oro; le acopia y afianza con los clavos, a golpe de martillo, para que no se desuna: esta estatua ha salido recta e inmoble, como el tronco de una palmera;  pero no habla: y la toman y la llevan donde quieren;  porque ella de por si no puede moverse. No temáis que tales cosas o ídolos, pues que no se pueden hacer ni mal ni bien. ¡Oh Señor, no hay nadie semejante a ti! Grande eres tú, y grande es el poder de tu Nombre. ¿Quién no te temerá a ti, oh rey de las naciones? porque tuya es la gloria: entre todos los sabios de las naciones, y en todos los reinos no hay nada semejante a ti. De necios e insensatos quedan convencidos todos ellos: el leño que adoran, es la prueba de su vanidad o insensatez. Tráese de Tharsis la plata en planchas arroyadas, y el oro de Ophaz: le trabaja la mano del artífice y del platero: es vestida luego la estatua de Jacinto y de purpura: obra de artífice es todo eso.

Más el Señor es el Dios verdadero: él es el Dios vivo y el Rey sempiterno. A su indignación se estremecerá la tierra, y no podrán las naciones soportar su ceño. Así, pues, les hablareis: los dioses que no han hecho los y la tierra perezcan de sobre la faz de la tierra, y del número de las cosas que están debajo del cielo. El Señor es el que con su poder hizo la tierra: con su sabiduría ordenó el mundo, y extendió los cielos con su inteligencia. Con una sola voz reúne en el cielo una gran copia de aguas, y levanta de la extremidad de la tierra las nubes; resuelve en lluvia los rayos y relámpagos, y saca el viento de los repuestos suyos.

Necio se hizo todo hombre con su ciencia de los ídolos, la misma estatua del ídolo es la confusión de todo artífice: pues no es más que falsedad lo que ha formado, un cuerpo sin alma: Cosas ilusorias son, y obras dignas de risa: todas ellas perecerán al tiempo de la visita. No, es como estas estatuas aquel Señor, que es la suerte que cupo a Jacob; pues él es el autor de todo lo creado, y es Israel la porción de su herencia: su nombre es, Señor de los ejércitos.

Oh tú, Jerusalem, que te hallarás luego sitiada, bien puedes ya reunir de toda la tierra tus ídolos, el oprobio tuyo. Pues mira lo que dice el Señor: sábete que yo esta vez arrojaré lejos lo moradores de esta tierra, y los atribularé de tal manera que nadie escapará. Entonces exclamarás: ¡Ay de mí infeliz en mi quebranto! Atrocísima es la llaga o calamidad mía. Pero esta desdicha, me digo luego a mí misma, yo me la he procurado, y justo es que la padezca. Asolado ha sido mi pabellón; rotas todas la cuerdas que le afianzaban: mis hijos, hechos cautivos, se han separado de mí y desaparecieron: no queda ya nadie para levantar otra vez me pabellón y que alce mis tiendas. Porque todos los pastores se han portado como insensatos, y no han ido en pos del Señor: por eso les faltó inteligencia o tino, y ha sido a va a ser dispersada toda su grey.

Porque he aquí que ya se percibe una voz, y un grande alboroto que viene de la parte del Septention, para convertir en desiertos y en manida de dragones las ciudades de Judá. Conozco bien, oh Señor, que no está, en el solo querer del hombre el dirigir su camino; ni es del hombre el andar, ni el enderezar sus pasos. Castígame, oh Señor, pero sea según tu benigno juicio; y no según el motivo de tu furor, a fin de que no me reduzcas a la nada. Derrama más bien tu indignación sobre las naciones que te desconocen, y sobre las provincias que no invocan tu santo nombre; y sobre las provincias que no invocan tu santo Nombre; ya que ellas se han encarnizado contra Jacob, y le han devorado, y han acabado con él, y disipado toda su gloria.

El señor vuelve con su palabra que tiene poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y   aplícalas en tu vid a, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en ese CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?

FELIZ SEMANA                                                                   

JJ = J2





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