UNO DE LOS MÁS HERMOSOS MENSAJES DEL PAPA FRANCISCO
"El Sol no se apaga durante la
noche, se nos oculta por un tiempo por encontrarnos «al otro lado», pero no
deja de dar su luz y su calor. El docente es como el Sol. Muchos no ven su
trabajo constante, porque sus miras están en otras cosas, pero no deja de
irradiar luz y calor a los educandos, aunque únicamente sabrán apreciarlo
aquellos que se dignen «girarse» hacia su influjo.
Yo les invito a ustedes, profesores, a
no perder los ánimos ante las dificultades y contrariedades, ante la
incomprensión, la oposición, la desconsideración, la indiferencia o el rechazo
de sus educandos, de sus familias y hasta de las mismas autoridades encargadas
de la administración educativa. La educación es el mejor servicio que se puede
prestar a la sociedad, pues es la base de toda transformación de progreso
humano, tanto personal como comunitario. Este sacrificado servicio pasa
desapercibido para muchos. Probablemente, ustedes no podrán ver el fruto de su
labor cuando éste aparezca, pero estoy convencido de que gran parte de sus
alumnos valorarán y agradecerán algún día lo sembrado ahora. No confundan nunca
el éxito con la eficacia. En la vida no siempre lo eficaz es exitoso y
viceversa. Tengan paciencia, mejor, esperanza. No olviden que la clave de toda
obra buena está en la perseverancia y en ser conscientes del valor del trabajo
bien hecho, independientemente de sus resultados inmediatos. Sean fuertes y
valientes, tengan fe en ustedes y en lo que hacen.
Que Dios les bendiga y bendiga su
abnegada labor diaria, la mayoría de las veces oculta, silenciosa e
inapreciada, pero siempre eficaz y valiosa"
(Papa Francisco).
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