domingo, 9 de octubre de 2016

9 DE OCTUBRE DEL 2016
CONSEJO DIVINO.
TOMADO DEL LIBRO DEL ECLESIÁSTICO

CAPITULO  XXXII

DEL LIBRO DE DIOS "LIBRO DEL ECLESIÁSTICO  CAP. XXXII – 32"


 Del modo de portarse en los convites, así los ancianos como los jóvenes. Busca en todo a Dios, no hacer nada sin consejo.


 ¿Te han hecho rey o director del convite? No te engrías: Pórtate ante ellos como uno de los tantos. Cuida bien de todos, y después que habrás satisfecho plenamente tu oficio, siéntate a la mesa; a fin de que ellos te causen alegría, y en premio recibirás la corona de flores como ornamento de distinción y obtengas el honor de la porción que ellos  separan para ti. Tú, el más anciano en edad, a quien toca hablar de primero, habla sabia y prudentemente; más no estorbes con largos discursos el oír la armonía de los instrumentos músicos. Donde no hay quien escuche no eches palabras al viento; ni quieras fueras de sazón ostentar tu saber. Un concierto de músicos en un convite esplendido, es como un rubí o precioso carbunclo engastado en oro. Como esmeralda engastada en un anillo de oro, así es la melodía de los cantares con el beber alegre y moderado. Escucha en silencio, y con tu modestia te conciliaras el amor de todos.

Tú, oh joven, habla si es necesario, a duras penas, en lo que a ti te toque. Peguntado una y otra vez, reduce a pocas palabras tu respuesta. En muchas cosas hazte el ignorante, y escucha, ya callando, ya también preguntando algunas veces. En medio de los magnates no seas presumido, y donde hay ancianos no hables tú mucho. El granizo o trueno es precedido del relámpago: así la vergüenza o rubor es precedida de la gracia y estimación, y por tu modestia serás bien visto de todos.  En llegando a la hora de levantarte de la mesa no te entretengas, vete el primero a tu casa; y allí diviértete, y allí juega. Haz lo que te pluguiere, con tal que sea sin pecar, ni decir palabras insolentes: y después de todo eso bendice al Señor que te creó, y que te colma de todos sus bienes.

El que teme al Señor abrazará sus saludables documentos; y los que solícitos madrugaren en busca de él, lograran su bendición. Quien ama la ley, se enriquecerá con los frutos de ella: más el que obra con hipocresía, tomará de la ley ocasión de ruina. Los que temen al Señor sabrán discernir lo que es justo, y sus buenas obras brillaran como una antorcha. Huye de la represión el hombre pecador y halla siempre ejemplos en que apoyar sus antojos. El varón prudente cuida de reflexionar bien lo que ha de hacer; pero el que no lo es y el soberbio nunca temen nada. Aún después de haber obrado por sí, sin consejo: no obstante sus mismas empresas los condenarán. Tú, hijo mío,  no hagas cosa alguna sin consejo, y no tendrás que arrepentirte después de hecha. No vayas por camino malo, y no tropezaras en las piedras: ni te arriesgues a ir por senda escabrosa, para para que no  expongas a caída tu alma. Cautélate aún de tus propios hijos, y guárdate de tus criados. En todas tus acciones sigue el dictamen fiel de tu conciencia; pues en eso consiste la observancia de los mandamientos. Quien es fiel a Dios, atiende a sus preceptos, y el que confía en él, no padecerá menos cabo alguno.



El señor vuelve con su palabra que tiene poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y   aplícalas en tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en este CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?

FELIZ SEMANA                                                                   

JJ = J2


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