2 DE OCTUBRE DEL 2016
CONSEJO DIVINO.
TOMADO DEL LIBRO DEL
ECLESIÁSTICO
CAPITULO XXXI
DEL LIBRO DE DIOS "LIBRO DEL ECLESIÁSTICO CAP. XXXI – 31"
Tribulación del avaro:
Elogio del rico que conserva la inocencia. De la modestia y sobriedad en la mesa.
El desvelo por las riquezas,
consume las carnes, y sus cuidados quitan en sueño. Los pensamientos de lo que podrá
suceder perturban el sosiego, como la
grave enfermedad hace perder el sueño al hombre. Afanóse el rico para allegar
riquezas, y en su reposo se llena de
bienes. Trabaja el pobre para poder comer; y si deja de trabajar queda
mendigando, no será justo el que es
amante del oro; y quien sigue la corrupción, de ella se llenará. Muchos han caído
en el precipicio a causa del oro, el resplandor del cual fue su perdición. Leño
de tropiezo o ídolo es el oro, para los que idolatran en él: ¡ay de aquellos
que se van tras del oro! Por su causa perecerá todo imprudente. Bienaventurado el
rico que es hallado sin culpa, y que no anda tras del oro, ni pone su esperanza
en el dinero y en los tesoros. ¿Quién es éste, y le elogiaremos? Porque él ha
hecho cosas admirables en su vida. Él fue probado por medio del oro, y hallado perfecto;
por lo que reportará gloria eterna. Él podría pecar y no pecó, hacer mal y no
lo hizo: por eso sus bienes están asegurados
en el Señor; y celebrará sus limosnas toda la congregación de los santos.
¿Te sentaste en una espléndida mesa? No seas tú el
primero en abrir tu garganta para engullir. Tampoco digas con anhelo: ¡oh
cuantas viandas hay en ella! Mira que es mala cosa el ojo maligno. ¿Hay en el
mundo cosa peor que semejante ojo? Por eso derramará lágrimas por toda su cara,
cuando mirare cómo se gasta sus bienes. No alargues tú primer tu mano, no seas
que tachado por el envidioso quedes avergonzado: En el tomar las viandas no
vayas atropellando: juzga el genio de tu prójimo por el tuyo. Toma como persona
frugal de los platos que se te presentan, para que no te hagas odioso o
despreciable con el mucho comer. Muestra tu buena crianza acabando el primero; y no seas nimio, a fin de no
disgustar a nadie. Que si estás sentado en medio de muchos, no alargues primero
que ellos tu mano, ni seas el primero a pedir de beber.
¡Oh cuán poco vino es bueno para un hombre educado! Y así
cuando duermas no te causará desasosiego, ni sentirás incomodidad. Pervigilio,
cólera y retortijones padecerá el hombre destemplado. Sueño saludable gozará el
hombre templado: Él dormirá hasta la mañana, y despertará con el corazón alegre.
Que si te has visto forzado a comer mucho, retírate de la concurrencia, y
vomita; y te hallarás aliviado, y no acarrearas una enfermedad a tu cuerpo. Escúchame,
hijo mío, y no me desprecies, que a la postre hallarás ser verdad lo que digo. En
todas tus operaciones se diligente, y no tendrás ningún achaque.
Al liberal en distribuir el pan o comida al prójimo le bendecirán
los labios de muchos, y darán un testimonio fiel a su bondad. Contra aquel que
es mezquino en dar pan a los pobres, murmurará toda la ciudad, y será verdadero
el testimonio que darán de su mezquindad.
A los buenos bebedores no los provoques a beber, porque
la perdición de muchos del vino viene. Como el fuego prueba la dureza del
hierro; así el vino bebido hasta embriagarse
descubre los corazones de los soberbios. Vida tranquila para los hombres
es el vino usado con sobriedad; será sobrio si le bebes con moderación. ¿Qué vida
es la de aquel a quien falta el vino? ¿Qué cosa es la que nos priva de la vida?
La muerte. El vino desde el principio fue creado para alegría y no para embriaguez.
Recrea el alma y el corazón el vino bebido moderadamente. El beberle
con templanza es salud para el alma y para el cuerpo. El demasiado vino causa
contiendas, iras y muchos estragos. Amargura del alma es el vino bebido con
exceso. La embriaguez hace osado al necio para ofender; enerva las fuerzas, y
es ocasión de heridas. En un convite en que se beba, no reprendas al prójimo, ni
le desprecies en el calor de su alegría: no le digas dicterios, ni le apremies
a que te vuelva lo que te bebe.
El señor vuelve con su palabra que tiene poder
e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada
frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y
aplícalas en tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus
estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para
reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y
tú estás en este CAMINO. ¿Por
qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ
SEMANA
JJ = J2
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