CURSO DE TÉCNICAS DE ESTUDIO
Si sabemos guiar con cariño y un poco de paciencia a nuestros
estudiantes en el camino del
conocimiento obtendremos los resultados que esperamos.
Compártele estas lecciones.
LECCIÓN: 10
L E C T U R A
Cuando leemos solemos incurrir de
forma inconsciente en ciertos vicios que ralentizan
considerablemente nuestra velocidad de lectura. Estos vicios son:
1.- Leer palabra por palabra: Es la forma que aprendimos de pequeño. Lo leemos todo,
sustantivos, verbos, adjetivos, y también artículos, conjunciones y
preposiciones, con independencia de que algunas de estas palabras apenas
aporten información.
Por ejemplo: "El colegio de mi hermana está cerca de mi
casa" Al leer esta frase iremos leyendo todas sus palabras.
2.- Subvocalización: Al leer tendemos a ir
pronunciando las palabras, ya sea moviendo los labios o mentalmente.
3.- Regresión: También tendemos continuamente a dirigir la vista atrás, sobre
lo que ya hemos leído, para asegurarnos de que entendemos lo que estamos
leyendo.
Frente a esta lectura lenta, el estudiante debe tratar de leer rápido ya que esto le reporta las siguientes ventajas:
1.- Ahorro de tiempo en la lectura: Tiempo que podrá dedicar a avanzar en el estudio o simplemente a
descansar.
2.- Mayor concentración: La lectura rápida predispone a prestar más atención, haciendo
que sea un tiempo de estudio más provechoso.
Hay que tratar de aproximar la velocidad de lectura a la velocidad
del pensamiento (la velocidad del pensamiento suele ser entre 3 y 5 veces más
rápida que la de lectura).
El estudiante debe comenzar midiendo su
velocidad de lectura.
Debe leer un texto durante 5 minutos y calcular el número de
palabras leídas.
Para ello realizará un cálculo aproximado: cuenta el número de
palabras que hay en un renglón estándar y el número de renglones leídos.
Multiplicando estas dos cifras obtiene una aproximación del número de palabras
leídas. Esta cifra se divide por 5 y se obtiene una medida de la velocidad de
lectura (nº de palabras por minuto).
¿Qué se puede hacer para leer más rápido?
1.- Evitar la vocalización, tanto oral como mental. Intentar no mover los labios, manteniendo la boca
relajada.
El pronunciar mientras se lee puede reducir la velocidad de lectura
hasta en un 50%. Hay que aprender a reconocer la palabra por su aspecto y no
por su pronunciación.
2.- Evitar releer. No se debe volver la
vista atrás bajo ningún
concepto, aunque pensemos que algo se nos ha podido escapar. Con la práctica
nos habituaremos a poner la máxima atención en la lectura, evitando de este
modo perder información.
Si no se comprende bien el texto es preferible darle una segunda
lectura completa que ir constantemente releyendo. Se puede utilizar un lápiz
para señalar por donde va uno leyendo y evitar de este modo saltos de línea.
3.- Reducir las fijaciones de los ojos. Aunque no nos demos cuenta, cuando leemos vamos fijando (parando)
los ojos en cada palabra, y dentro de ella en cada letra.
Hay que tratar de ir ampliando el campo de visión: de una letra pasar a
varias letras, luego a una palabra, y después a varias palabras. Con una
fijación de la vista se puede llegar a leer hasta tres palabras a la vez.
Los ojos deben realizar un movimiento suave, continuo, y no una
sucesión de breves paradas. Es un aprendizaje complicado pero que con la práctica se
consigue.
4.- Centrar la atención en las palabras que aporten significado. Hay que fijarse en los sustantivos, verbos, adjetivos y
adverbios, desechando artículos, preposiciones y conjunciones.
Por ejemplo: "El colegio de mi hermana está cerca de mi
casa"
Quedaría reducido a: "colegio hermana cerca casa"
5.- Al final de la lectura se buscarán en el diccionario las
palabras que no se hayan entendido. En lugar de ir interrumpiendo la lectura cada vez que aparece
una palabra que no se entiende, es preferible anotarlas en un papel y al final
de la lectura buscarlas en un diccionario.
Para una lectura rápida es importante también cuidar los siguientes puntos:
1.- Iluminación: hay que contar con buena iluminación. La luz natural es mejor
que la artificial, pero si no puede ser es preferible combinar una luz central
que ilumine toda la habitación y otra luz (preferentemente bombilla azul), no
demasiado intensa, centrada sobre el texto.
2.- Postura: el estudiante debe
leer sentado, con una postura cómoda (el cuerpo ligeramente inclinado hacia
delante) y con el libro centrado (que las líneas queden horizontales) apoyado
en la mesa (la altura de la mesa debe ser la adecuada).
3.- Silencio. Una lectura rápida exige una gran concentración, y para ello
es necesario evitar cualquier distracción. Si se quiere oír música que sea
tranquila, a ser posible sólo instrumental, y con el volumen bajo.
Se puede mejorar considerablemente la velocidad de lectura.
Hay diversos
ejercicios para ello, si bien la mejor manera de aprender a leer rápido es
forzarse uno mismo a hacerlo. Al principio se perderá mucha información, pero
con la práctica se irá dominando esta técnica.
Entre los ejercicios se pueden mencionar los siguientes:
1.- Localizar dentro de un texto una palabra preseleccionada
previamente. Por ejemplo: en un artículo deportivo sobre fútbol tratar de localizar
la palabra "delantero". Hay que hacerlo rápidamente y luego chequear
que se han localizado todas.
2.- Localizar informaciones específicas dentro de un texto. Por ejemplo, en un artículo periodístico sobre política
localizar rápidamente los nombres de todos los partidos políticos mencionados.
Luego chequear el resultado.
3.- Ampliar gradualmente el campo de fijación del ojo. Tomar una hoja de un periódico
estructurada por columnas relativamente estrechas (por ejemplo, 5 columnas por
hoja).
Seleccionar una columna y trazar una línea vertical por el
medio. Leer la columna bajando los ojos por la línea vertical, sin apartarse de
ella.
Comprobar si se ha
captado toda la información.
En definitiva, el estudiante debe tratar
de mejorar su velocidad de lectura pero sin comprometer una buena comprensión
del texto (puede perder algún
detalle, pero nunca información esencial).
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