3
DE Abril DEL 2016
CONSEJO
DIVINO.
TOMADO DEL LIBRO DEL ECLESIÁSTICO
CAPITULO VII
DEL LIBRO DE DIOS
"LIBRO DEL ECLESIÁSTICO
CAP. VII – 7"
Vicios que deben evitarse en la sociedad, y
virtudes que se han de practicar.
No hagas mal, y el mal no caerá sobre
ti, apártate del hombre perverso, y estarás lejos de obrar el mal.
Hijo, no siembres maldades en surcos
de injusticia, y no tendrás que segarlas
multiplicadas. No pidas al Señor el guiar o conducir a los demás, ni al rey
puesto honorifico. No te tengas por justo en presencia de Dios; pues él está viendo
los corazones; ni delante del rey afectes parecer sabio. No pretendas ser juez,
si no te hayas con valor para hacer frente a las injusticias; no sea que por
temor de la cara del poderoso te expongas a obrar contra equidad. Guárdate de
ofender a la muchedumbre de una ciudad, y no te metas en tumulto del pueblo. No
añadas pecados a pecados; porque ni aun por uno solo has de quedar sin castigo.
No seas de corazón pusilánime. Ni descuides el hacer oración y dar limosna. No digas, tendrá Dios
miramiento a mis muchas ofrendas; y cuando yo ofreceré mis dones al Dios altísimo,
el los aceptará.
No te burles del hombre que tiene
angustiado su corazón; porque aquel que humilla y exalta es, es Dios que todo
lo ve. No inventes mentiras contra tus hermanos, ni lo hagas tampoco contra tu
amigo. Guárdate de proferir mentira alguna; porque el acostumbrarse a eso es
muy malo. No seas hablador en el concurso de los ancianos, ni repitas en tu oración
o amontones las palabras. No aborrezcas el trabajo aunque sea penoso,
ni la labranza del campo instituida por el Altísimo. No te alistes en la fila de los
hombres indisciplinados o pecadores. Acuérdate de la ira y venganza de Dios, la
cual no tardará. Humilla cuanto puedas tu espíritu; porque el fuego y el gusano
castigaran la carne del impío.
No quieras romper con el amigo porque
tarda en volverte el dinero; y no desprecies a tu carísimo hermano por causa
del oro. No te separes de la mujer sensata y buena, que por el temor del Señor te
cupo en suerte; porque la gracia de tu modestia vale más que todo el oro. No trates
mal al siervo que trabaja con fidelidad, ni al jornalero que por ti consume u vida. Al esclavo juicioso ámale como a tu
propia alma. No le niegues su libertad, ni le despidas dejándole en miseria.
¿Tienes ganado? Cuida bien de ellos; y
si te dan ganancia, consérvalos. ¿Tienes hijos? Adoctrínalos y dómalos desde su niñez. ¿Tienes hijas? Cela la
honestidad de su cuerpo, y no les muestres demasiado complaciente tu rostro.
Casa la hija, y dala a un hombre sensato, y habrás hecho un gran negocio. Si tienes
una mujer conforme a tu corazón, no la deseches; y no te entregues o cases con una que sea
aborrecible. Honra a tu padre con todo tu corazón; y no te olvides de los
gemidos de tu madre. Acuérdate que si no por ellos no habrías nacido: y correspóndeles
según lo mucho que han hecho por ti.
Con toda tu alma teme al Señor, y
reverencia a sus sacerdotes. Ama a tu
creador con todas tus fuerzas; y no desampares a sus ministros. Honra a Dios
con toda tu alma, y respeta a los sacerdotes,
y purífícate ofreciendo las espaldas de las víctimas. Y purífícate de las
negligencias con lo poco. Ofrecerás como don al Señor las espaldas de tus
víctimas, y el sacrificio de santificación, y las primicias de las cosas
santas. Y alarga tu mano al pobre: a fin de que sea perfecto el sacrificio de
tu propiciación, y tu bendición u
oblación. La beneficencia parece bien a todo viviente; y ni a los muertos se la debes negar. No dejes
de consolar a los que lloran, y haz compañía a los afligidos. No se te haga
pesado visitar al enfermo. En todas tus acciones acuérdate de tus postrimerías,
y nunca jamás pecarás.
Dales su parte, como te está mandado,
así de las primicias como de las hostias de expiación.
El señor vuelve
con su palabra que tiene poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y
concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del
libro del Señor. Medítalas y aplícalas en tu vida, en tu familia y
sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una
enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de la perfección requiere
de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en este CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ SEMANA
JJ = J2
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