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DE Marzo DEL 2016
CONSEJO
DIVINO.
TOMADO DEL LIBRO DEL ECLESIÁSTICO
CAPITULO IV
DEL LIBRO DE DIOS
"LIBRO DEL ECLESIÁSTICO
CAP. IV – 4"
Inculca la limosna y el estudio de la sabiduría, y
encarga mucho la defensa de la verdad.
Hijo, no defraudes al pobre de su
limosna; ni vuelvas a otra parte tus ojos por no verle. No desprecies al que padece hambre, ni exasperes
al pobre en su necesidad. No aflijas el corazón del desvalido, ni dilates el
socorro al que se halla angustiado. No deseches el ruego del atribulado, ni
tuerzas tu rostro al menesteroso. No apartes desdeñosamente tus ojos del
mendigo, irritándole, ni des ocasión a los que te piden, de que te maldigan por
detrás. Porque escuchada de Dios será la imprecación del que te maldijere en la
amargura de su alma; y oírle ha su creador. Muéstrate afable a la turba de los
pobres, y humilla tu corazón al anciano, y baja tu cabeza delante de los
grandes. Inclina sin desdén tu oído al pobre, y paga tu deuda, y respóndele con
benignidad y mansedumbre. Libra de la mano del soberbio al que sufre la injuria,
y no se te haga esto gravoso. En el juzgar sé misericordioso con los huérfanos,
portándote como padre, y como esposo de su pobre madre. Y serás tú como un hijo
obediente al Altísimo, y este Señor será para contigo más compasivo que una madre.
La sabiduría infunde vida a sus hijos
y acoge a los que la buscan, y va delante de ellos en el camino que solícitos
la buscaren, gozaran de su suavidad. Los que la poseyeren, heredaran la vida
eterna; y donde ella entrase, allí echará Dios su bendición. Los que la sirven,
rinden obsequio al Santo por esencia. Y Dios ama los que la aman. Quien la escucha juzgara a
las naciones; y quien tiene fijo en ella los ojos, reposará seguro. Si en ella pone su confianza,
la tendrá por herencia, cuya posesión será confirmada en sus hijos. Porque la sabiduría
anda con él, y le prueba desde el principio, en medio de las tentaciones. Para probarle
le conduce entre temores y sustos, y le pone en prensa con el rigor de su
enseñanza, hasta explorar todos sus pensamientos, y fiarse ya del corazón de
él. Entonces le afirmará en la virtud,
le allanará el camino, le llenara de alegría. Le descubrirá sus arcanos, y le
enriquecerá con un tesoro de ciencia, y de conocimiento de la justicia. Más si
se desviare, le desamparará, y le entregara en poder del pecado su enemigo.
Hijo mío, ten cuneta del tiempo, empléale
bien, y huye del mal. No te avergüences de decir la verdad cuando se trata de
tu alma, porque hay vergüenza que conduce al pecado, y hay también vergüenza que
acarrea la gloria y la gracia de Dios. o tengas pues miramiento a nadie, si ha
de ser en daño tuyo; ni mientas a costa de tu alma. No respetes a tu prójimo cuando
cae o peca. Repréndele, y no reprimas tu palabra o aviso, cuando puede ser
saludable; no encubras tu sabiduría en ocasión en que debes ostentarla. Porque la lengua es la que hace
conocer la sabiduría; y la prudencia y la discreción y la ciencia se echan de
ver en las palabras del hombre sensato: más su fuerza consiste en las obras
buenas. Por ningún caso contradigas a la palabra de verdad, y avergüénzate de
la mentira en que has caído por tu ignorancia o temeridad. No tengas vergüenza de
confesar tus pecados; no te rindas a nadie para pecar. No quieras resistir en
su cara al poderoso; no intentes detener el ímpetu de una riada. Pero la
justicia pugna hasta el último aliento para bien de tu alma; combate por la
justicia hasta la muerte, porque Dios peleara por ti contra tus enemigos y los
arrollará.
No seas precipitado en hablar, y
remiso y negligente en tus obras. No seas en tu casa como un león, aterrando a
tus domésticos, y oprimiendo a tus súbditos. No este tú mano extendida para
recibir y encogida para dar.
.
El señor vuelve
con su palabra que tiene poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y
concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del
libro del Señor. Medítalas y aplícalas en tu vida, en tu familia y
sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una
enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de la perfección requiere
de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en este CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ SEMANA
JJ = J2
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