30 DE OCTUBRE DEL 2016
CONSEJO DIVINO.
TOMADO DEL LIBRO DEL
ECLESIÁSTICO
CAPITULO XXXV
DEL LIBRO DE DIOS "LIBRO DEL ECLESIÁSTICO CAP. XXXV – 35"
La verdadera religión y
piedad consiste a Dios, y no en la mera multitud de sacrificios. Protege el
Señor a sus oprimidos, y tomará algún día venganza de sus opresores.
El que observa la ley puede decir que hace muchas
obligaciones a Dios. Porque sacrificio de salud es el guardar sus mandamientos,
y alejarse de toda iniquidad. El apartarse de la injusticia, es como ofrecer un
sacrificio de propiciación por las
injusticias cometidas, y remover la pena merecida por los pecados. Tributa
gracias a Dios el que le ofrece la flor de harina; así el que hace obras de
misericordia, le ofrece también un sacrificio. Lo que agrada al Señor es huir
de la iniquidad; y la expiación de los pecados debe empezar por alejarse de la
injusticia.
No comparezcas en la presencia del Señor con las manos vacías;
porque todas esas cosas se hacen por mandamiento de Dios. La oblación del justo
es como víctima escogida que engrasa el altar, y es un olor suave en la
presencia del Altísimo. Acepto es el sacrificio del justo, y no se olvidará de
él el Señor. Da con alegre corazón gloria a Dios; y no disminuyas las
primicias de tus fatigas. Todo lo que
das, dalo con semblante alegre y consagra tu diezmo con regocijo. Retribuye al Altísimo
a proposición de lo que te ha dado, y preséntale
con alegría ofrendas, según tus facultades: porque el Señor es remunerador, y
te volverá siete veces más. No le ofrezcas dones defectuosos; porque no le
serán aceptados. Y no cuentes para nada un sacrificio injusto; porque el Señor
es Juez, y no tiene miramiento a la dignidad de las personas.
No hace el Señor acepción de personas en perjuicio del pobre; y escucha las plegarias del
injuriado. No desechará los ruegos del huérfano; ni tampoco a la viuda que le
habla con sus suspiros. Las lágrimas de la viuda, que corren por sus mejillas.
¿No son por ventura otros tantos clamores contra aquel que se las hace
derramar? Desde las mejillas suben hasta el cielo, y el Señor que la escucha,
no las verá sin irritarse. Quien adora o sirve a Dios con buena voluntad, será protegido
y su oración llegara hasta más allá de las nubes. La oración del humilde o
afligido traspasara las nubes, y no reposará hasta acercarse al Altísimo; del
cual no se apartará hasta tanto que incline hacia él los ojos. El Señor no dará
largas, sino que vengará a los justos, y hará justicia; y el Fortísimo no sufrirá
más a sus opresores, sino que con tribulaciones quebrantará su espinazo; y a
las naciones les dará su merecido, hasta aniquilar la multitud de los soberbios,
y desmenuzar los cetros de los inicuos. Hasta dar el pago a los hombres según sus
méritos, y conforme las obras de cada cual, y su presunción o soberbia. Hasta que
haya hecho justicia a su pueblo, y consolado con su misericordia a los justos.
¡Oh cuán amable es la misericordia de Dios en el tiempo de la tribulación! Es como
las nubes que se deshacen en agua, en tiempo de sequía.
El señor vuelve con su palabra que tiene
poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en
cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas
y aplícalas en tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con
tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para
reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y
tú estás en este CAMINO. ¿Por
qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ
SEMANA
JJ = J2