05 DE Junio DEL 2016
CONSEJO DIVINO.
TOMADO DEL LIBRO DEL
ECLESIÁSTICO
CAPITULO XVI
DEL LIBRO DE DIOS "LIBRO DEL ECLESIÁSTICO CAP. XVI – 16"
Nadie debe gloriarse en
sus hijos, si son malos. Como ha castigado
Dios a los impíos para escarmiento de todos. Su misericordia con los demás.
No te alegres de que tus hijos se multipliquen si son malos, ni
te compadezcas en ellos, si no tienen temor a Dios. Ni fíes en su vida, ni
cuentes para tu vejes con sus labores, o puestos y dignidades. Porque mejor es tener un solo
hijo temeroso a Dios, que mil hijos malos; y más cuenta tiene el morir sin
hijos, que dejar hijos malos. Un solo hombre cuerdo hará que sea poblada la
patria o el país; despoblada será la nación o tribu de los impíos. Muchas cosas
semejantes han visto mis ojos, y más
graves que estas las han oído mis oídos.
Arderán llamas en la reunión de los pecadores; y la ira de Dios
reventará sobre la nación de los incrédulos. Implacable se mostró Dios a los
pecados de los antiguos gigantes; los cuales vanamente confiados en sus fuerzas,
fueron aniquilados con el diluvio. Ni perdonó Dios al lugar donde estaba
hospedado Lot, antes bien maldijo a sus habitantes por la soberbia de sus
palabras. No tuvo lastima de ellos, y destruyó a toda aquella nación que hacía
gala de sus delitos. Y lo mismo a los seiscientos mil hombres que, obstinados
de corazón se amotinaron cuando iban por el desierto. Por donde se ve que
aunque uno solo fuese contumaz, seria cosa maravillosa que quedase sin castigo.
Porque la misericordia y la ira están con el Señor: puede aplacarse, y puede descargar su enojo. Así como usa de
misericordia, así también castiga: el juzga al hombre según sus obras. No evitará
el pecador el castigo de su latrocinio. Y no se retardará al hombre misericordioso el premio que
espera. Todo acto de misericordia prepara el lugar a cada uno según el mérito
de sus obras, y según su prudente conducta durante la peregrinación en esta
vida.
No digas yo me esconderé de Dios ¿y de allá arriba quien pensará
en mí? Nadie me reconocerá en medio de tan gran muchedumbre: porque ¿Qué es mi
persona entre tanta infinidad de criaturas? He aquí que el cielo y los altísimos
cielos, y el profundo mar, y la tierra toda, y cuanto en ello se contiene
temblarán a una mirada suya. Los montes también y los collados, y los cimientos
de la tierra, solo con que los mire Dios se estremecerán de terror. Y en medio
de todo esto, es insensato el corazón del hombre: pero Dios está viendo todos
los corazones; ¿Y quién es el que entiende sus caminos? ¿Y aquella espantosa
tormenta del juicio final, que jamás habrán visto igual ojos humanos? Así es
que escondida son e ininteligibles muchas de sus obras; más las obras de su
justicia vengadora ¿Quién será capaz de explicarlas? ¿O quién las podrá sufrir?
Porque los decretos de Dios están muy distantes de las ideas que se forman
algunos; pero a todos se ha de tomar residencia al fin del mundo. El hombre
mentecato piensa en cosas vanas; y el insensato y descarriado solo se ocupa en sandeces.
Escúchame hijo mío, y aprende documentos de prudencia, y medita
en tu corazón las palabras que voy a decirte; pues yo te daré instrucciones muy
acertadas, y te manifestaré la escondida sabiduría: aplícate de corazón a
atender a mis palabras, que yo con ánimo sincero te diré las maravillas que
esparce Dios en sus obras desde el principio, y te mostraré con toda verdad su
divina ciencia. Formó Dios sabiamente desde el principio sus obras, y desde su
primera creación las distinguió en partes; y colocó a las principales de ellas,
según su naturaleza. Dio a sus operaciones virtud perenne; sin que hayan tenido
necesidad de ser restauradas, ni se hayan fatigado, ni cesado nunca de obrar. Jamás
ninguna de ellas embarazará a la otra. No seas tú desobediente a su palabra. Después
de esto miró Dios la tierra, y la colmó
de bienes. Esto están demostrando todos
los animales vivientes, que están sobre su superficie, y vuelven otra vez a ser
tierra.
El señor vuelve con su palabra que tiene poder
e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada
frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y
aplícalas en tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus
estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para
reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y
tú estás en este CAMINO. ¿Por
qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ SEMANA
JJ = J2
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