sábado, 16 de enero de 2016



El primer día de clase


La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos. Por lo cual cada detalle, cada actividad y cada persona deben ser seleccionados cuidadosamente.
La primera impresión es la que cuenta
Este era el eslogan de un anuncio comercial de una colonia que pasaron por Televisión Española hace años. Me viene al pelo para hablar del primer día de clase, ya que aunque desde la semana pasada estamos trabajando en el Instituto, las clases no comenzarán hasta el próximo lunes.
El primer día de clase es clave para sentar las bases de un buen comienzo de curso y no se debe dejar, en absoluto, a merced de la improvisación. Os voy a dar algunos ingredientes imprescindibles para ese primer día:
  • Presentarte ante los alumnos con tu nombre y apellidos.
  • Pasar lista de todos tus alumnos. Preguntarles cómo quieren que sean llamados (evitando motes).
  • Presentar cuáles son los objetivos de tu asignatura.
  • Presentar cuáles serán los contenidos que trabajarán durante el curso.
  • Presentar la forma de trabajo específica de tu materia: toma de apuntes, ensayos, exposiciones, trabajos individuales, en grupo…
  • Enumerar los materiales necesarios para seguir la materia (libros, memoria USB, cuadernos…).
  • Exponer claramente cuáles serán los criterios para obtener una calificación positiva de tu materia. Como se sacaran las notas y como se evaluara. 
  • Transmitir las altas expectativas que tienes para que ellos obtengan el máximo rendimiento posible. Explicitar tu compromiso de trabajo en este sentido.
  • Establecer las normas específicas para esa aula (si es que son necesarias).
  • Realizar alguna actividad respecto a lo que conocen de tu asignatura, especialmente si es nueva para ellos (ideas previas, expectativas, qué han oído sobre tu materia…).
  • Invítalos que a hagan preguntas y que si alguna vez tienen dudas sobre alguna temática la expresen con confianza en forma respetuosa. 
  • Deja supremamente claro las reglas para entrar o salir del salón, para recibir los trabajos y como te gustaría que te llamen. 
Como primer día, es posible que no puedas abordar todos los aspectos, en ese caso, puedes centrarte en el conocimiento y presentación del grupo, las normas y lo que te dé tiempo de tu asignatura, ya que podrás continuar al día siguiente. Es muy aconsejable, además, tener una pequeña ficha con los datos más significativos que consideres oportuno, especialmente si no eres el tutor. Esta ficha recogerá aspectos académicos, personales, familiares y sociales. Respecto al temario de la asignatura, si dispones de libro de texto ésa será su referencia pero es importante dar por escrito lo demás, es decir, objetivos, criterios de calificación, aspectos relativos al material y sobre todo a las reglas de comportamiento dentro y fuera del salón, no olvidar LOS DECÁLOGO DE CONVIVENCIA.
El efecto de un buen primer día de clase es muy importante en la motivación de los ESTUDIANTES que van a sentirse más implicados desde el primer momento con tu asignatura y van a tener muy claro el marco de referencia en el que tienen que moverse. De este modo, las reglas del juego quedan bien claras para todos evitando, en sesiones sucesivas, estar centrando a los alumnos respecto a los objetivos de la asignatura y su forma de trabajo.
Si tu presentación y la motivación sobre lo que vas a dirigir es efectiva, estoy seguro que al final de año sentirás la satisfacción el deber cumplido. Ningún estudiante perdido y muchos niños y jóvenes que respetan y admiran. 


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