22
DE NOVIEMBRE DEL 2015
CONSEJO
DIVINO.
TOMADO DEL
LIBRO DE LA SABIDURÍA
CAPITULO XIV
DEL LIBRO DE DIOS
"EL LIBRO DE LA SABIDURÍA CAP. XIV – 14"
Necedad y ceguera de los idolatras: describese el origen de la idolatría.
Asimismo piensa otro en navegar, y
estando para cruzar las encrespadas olas, invoca un leño más endeble de aquel
que va. A este leño le invento la codicia de ganar, y fabricóle el artífice con su saber. Más tu providencia,
oh padre, lleva el timón: por cuanto aún en medio del mar abriste camino a tu
pueblo que huía de Egipto, y le diste paso segurísimo por entre las olas;
demostrando que eres poderoso para salvar de todo riesgo, aun cuando alguno se
meta en el mar sin uso del arte. Pero a fin de que no quedasen inútiles las
obras de tu sabiduría, por eso que los hombres fían sus vidas a un débil leño y
atravesando el mar sobre un barco, llegan a salvamento. De esta suerte también al
principio, cuando perecieron en el diluvio los soberbios gigantes, una barca
fue el refugio de la esperanza de toda la tierra: barca que siendo gobernada
por tu mano, conservo la semilla que había de renacer en el mundo.
Porque bendito es el leño que sirve a
la justicia; pero maldito es el leño de un ídolo hecho a mano, tanto el como su
artífice; este porque le fabricó y aquel
porque no siendo más que una cosa frágil recibió el nombre de Dios.
Pues que a Dios le son igualmente aborrecibles el impío
y su impiedad. Por donde así la obra hecha como el hacedor serán castigados. Y por
eso no se responderá a los mismos ídolos de las naciones: por cuanto a las
criaturas de Dios se las hizo servir a la abominación y de tentación para las
almas de los hombres, de lazos para los pies de los insensatos.
Pues la invención de los ídolos fue
el origen de la idolotria, y su a hallazgo la corrupción de la vida: porque ni
los había al principio, ni los habrá siempre.
Sobrevino en el orbe terráqueo la
vanidad de los hombres; y con esto se tuvo por muy pronta la muerte de ellos.
Hallándose un padre traspasado de
acerbo dolor por la prematura y súbita muerte de su hijo, formó de él un
retrato; y al que como hombre acababa de morir, comenzó luego a orarle como a Dios,
y estableció entre sus criados ceremonias y sacrificios para darle culto. Después con el transcurso del tiempo, tomando
cuerpo aquella impía costumbre, el error fue vino a ser observado como ley, y
adorábanse los simulacros por mandato de los tiranos. Y así hacían traer desde
lejos los retratos de aquellos a quienes
podían los hombres honrar personalmente por estar distantes; y exponían a vista
de todos la imagen de rey, a quien querían tributar honores, a fin de
reverenciarle con su culto, como si estuviera presente. La extrema habilidad
del artífice atrajo también a los ignorantes a este culto; porque deseando
complacer al que le hacía trabajar, empleo todos los esfuerzos del arte para
sacar más al vivo la imagen. Con eso embelesado
el vulgo con la belleza de la obra, comenzó a calificar a calificar por un Dios al que antes era honrado como un
hombre.
Y he aquí como se precipito en el
error el género humano; pues los hombres o por satisfacer a un particular
efecto suyo, o por congraciarse con los reyes, dieron a las piedras y leños el
nombre inconmensurable de Dios. Ni se contentaron con errar en orden al
conocimiento de Dios; sino que viviendo sumamente combatidos de su ignorancia, a
un sinnúmero de muy grandes males les dan el nombre de paz o de bienes. Pues ya
sacrificando sus propios hijos, ya
ofreciendo sacrificios entre tinieblas, o celebrando vigilias llenas de
brutales delirios; ni respetan las vidas, ni la pureza de los matrimonios, sino
que unos a otros se matan por celos, o con sus adulterios se contristan. Por todas partes se ve efusión de
sangre, homicidios, hurtos y engaños, corrupción infidelidad, alborotos, perjuicios,
vejación de los buenos. Olvido de Dios, contaminación de las almas,
incertidumbre de los partos, inconstancia de los matrimonios, desordenes de
adulterio y de lascivia: siendo el abominable culto de los ídolos la causa, y
el principio y fin de todos los males; porque o
hacen locuras en sus fiestas, o a
lo menos fingen oráculos falsos, o viven en la injusticia, o perjuran con suma
facilidad; como que confiados en sus ídolos, que son criaturas inanimadas, no
temen que por jurar falso les venga ningún daño. Más por entre ambas cosas tendrán
su justo castigo: porque entregados a
sus ídolos sintieron mal de Dios, y porque juraron injustamente y con dolo,
menospreciando la justicia. Que no es el poder de aquellos ídolos por quienes
juran, sino la divina venganza contra los pecadores la que persigue siempre la prevaricación
de los hombres injustos.
El señor vuelve
con su palabra que tiene poder. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en
cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas
y aplícalas en tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con
tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para
reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú
estás en este CAMINO. ¿Por qué Quieres
huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ SEMANA
JJ = J2
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