19
de OCTUBRE DEL 2014
CONSEJO
DIVINO.
TOMADO DE PROVERBIOS
PARTE XXVIII
DEL LIBRO DE DIOS "PROVERBIOS CAP. XXIX- 29"
Aviso a los príncipes y a los vasallos; a los
padres y a los hijos. Del temor de los hombres. Dios es el Juez supremo.
Al hombre de dura cerviz; que
desprecia al que lo corrige, le sorprenderá de repente su total ruina; y no tendrá
remedio. Cuando se multiplican los justos, se llena de gozo el pueblo; cuando
los impíos toman las riendas del gobierno, el pueblo tendrá que gemir; el hombre que ama la sabiduría, es el consuelo
de su padre: más aquel que mantiene prostitutas, dispara su hacienda. El rey
justo hace felices sus estados; el hombre avariento los arruina vendiendo la
justicia. El que hablando con su amigo, usa de palabras halagüeñas y fingidas,
le tiende una red a sus pies. El hombre pecador e inicuo caerá en su mismo
lazo: y el justo cantará himnos y se regocijará. El varón justo se informa de
la causa de los pobres: el impío de nada de esto se cuida. Los hombres malvados
son la ruina de la ciudad: más los sabios la salvan del furor. El varón sabio que
disputa con el insensato, ora se enoja contra él, ora se reirá, no logrará
estar con sosiego. Aborrecen al sencillo los hombres sanguinarios; más los
justos procuran salvarle la vida. El insensato habla luego cuando en su pecho
tiene; pero el que es sabio no se apresura, sino que reserva algunas cosas para en adelante.
El príncipe que escucha con gusto las
mentiras y chismes, no tendrá sino ministros perversos. Encontráronse el pobre
y su acreedor: a entre ambos alumbra el señor Dios. El rey que hace justicia a los pobres jugando según
la verdad, afianza su trono para siempre. El castigo y la represión acarrean sabiduría;
pero el muchacho abandonado a sus antojos, es la confusión de su madre. Multiplicándose
los impíos se multiplicarán las
maldades; más la ruina verán la ruina de los inicuos.
Instruye o cría bien a tu hijo, y será
tu consuelo, y las delicias de tu alma. En faltando la profecía, será disipado
el pueblo; pero bienaventurado será el que guardaré la ley. No bastan las solas
palabras para corregir a un amigo que solo obra por temor: porque conoce bien
lo que tú dices; más no quiere darse por entendido. Has visto tú algún hombre que se precipita para
hablar? Más antes se puede esperar la enmienda del necio, que del locuaz. Quien
cría en el regalo desde la niñez a su siervo, después le experimentará
contumaz. Levanta quimeras el hombre colérico: y quien fácilmente se enoja,
estará más expuesto a pecar. Sigue al soberbio la humillación: más el humilde
de espíritu será glorificado. Quien con un ladrón se asocia, a su propia alma aborrece:
oye al que le toma juramento, y nada declara. El que solo al hombre teme,
presto caerá: el que espera en el Señor, será exaltado. Buscan muchos el favor
del príncipe, más el Señor ha de venir el juicio o destino de cada uno. Los justos
abominan a los impíos, y los impíos abominan a los que siguen en el buen
camino. El hijo que observa esta doctrina, seguro está de no perderse.
Leed tranquila y
concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del
libro del Señor. Medítalos y aplícalos en tu vida, en tu familia y
sobre todo compártelo con tus estudiantes.
FELIZ SEMANA
JJ = J2
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