19 de enero del 2020
CONSEJO DIVINO.
LA PROFECÍA DE JEREMÍAS
CAPITULO XLVI
DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE JEREMÍAS CAP. XLVI– 46"
Jeremías
profetiza la derrota de Pharaon Nechao, y la desolación de Egypto por
Nabuchodonosor: vaticina a los Judios su libertad, y su vuelta a Jerusalem.
Palabras que dio el Señor a Jeremías
profeta, contra las naciones. Contra el Egypto, contra el ejército de Pharaon
Nechao, rey de Egypto, que estaba junto al rio Euphrates, en Charcamis, y que fue
desbaratado por Nabuchodonosor, rey de Babylonia, el año cuarto de Joakim, hijo
de Josias, rey de Judá, dijo:
Preparad en hora buena los escudos y las
rodelas, y salid al combate. Uncid los caballos a los carros de guerra:
soldados de a caballo montad, poneos los morriones, acicalad las lanzas, revestíos
de las corazas. Pero ¿Qué sucederá? Los vi despavoridos, y que volvían las
espaldas, muertos sus valientes: huían azorados sin volverse a mirar atrás: el
terror se esparce por todas partes, dice el Señor. No hay que pensar en que
pueda escaparse el ligero, ni salvarse el valiente: a la parte del norte, junto
al rio Euphrates, han sido derrotados y postrados por el suelo. ¿Quién es ese ejército
que se hinchan a manera de una riada, y cuyos remolinos se encrespan como los
de los ríos? El Egypto, que se hincha cual torrente, cuyas olas se conmueven
como ríos, y ha dicho: Yo me avanzaré, inundaré la tierra: destruiré la ciudad
y sus habitantes. Montad a caballo, y corred locamente en los carros, y avancen
los valientes la Ethiopia, y los de la Lybia con el escudo en la mano, y los
Lydios echando mano de las saetas y arrojándolas.
Más aquel día será el día del Señor Dios de
los ejércitos, día de venganza en que hará pagar la pena a sus enemigos: la
espada devorará, y se hartará de matar, y se embriagará con la sangre de ellos;
porque he aquí que la víctima del Señor Dios de los ejércitos, estará en la
tierra septentrional de junto al rio Euphrates.
Sube a Galaad y toma el bálsamo, oh virgen
de Egypto: en vano modificas tú las medicinas; no hay ya remedio para ti. Divulgado
se ha entre la gente tu afrenta, y llena está la tierra, de tus alaridos:
porque el valiente choco contra el valiente, y juntos cayeron en tierra.
Palabra que hablo el Señor a Jeremías
Profeta, sobre el futuro arribo de Nabuchodonosor, rey de Babylonia, a devastar
la tierra de Egypto.
Llevad esta nueva a Egypto, anuanciadla en
Mágdalo, y haced que resuene en Menphis y en Taphnis, y decid: ponte en pie y
prevente; porque la espada devorará todo cuanto hay en tus comarcas. ¿Cómo ha caído
y se pudre en el suelo tu campeón? No se ha mantenido firme: porque el Señor le
ha derribado. Derribado a un grande número de ellos: han caído unos sobre
otros, y han dicho: Levantémonos, volvámonos a nuestro pueblo, y al país donde
nacimos, sustrayéndonos a la espada de la paloma. A Pharaon rey de Egypto
ponedle este nombre: Tumulto: pues él ha hecho venir el tiempo del trastorno.
Juro yo por vida mía, dice aquel Rey que tiene por nombre Señor de los ejércitos,
que así como el Thabor descuella entre los montes, y el Carmelo sobre el mar,
así vendrá él. Prepárate lo necesario para transmigrar a otro país, oh tú, hija
y moradora del Egypto: porque Menphis será convertida en una soledad, será
desamparada, sin que quede un habitante. Becerra lozana y hermosa es el Egypto:
del norte vendrá quien la dome. También sus soldados mercenarios que vivían en
medio de ella como becerros cebados, volvieron la espada y echaron a huir: y no
pudieron hacer frente al enemigo, porque llego para ellos el día de su ruina, el
día de su castigo. Resonaran como bronce sus clamores; porque los Chaldéos, avanzan
rápidamente con el ejército, y vendrán
contra Egypto armados de segures, como quien va a cortarleña. Talarán, dice el
Señor, sus bosques o poblaciones, cuyos árboles son sin cuento: multiplicaronse
más que langostas; son innumerables. Abatida esta la hija de Egypto, y
entregada en poder del pueblo del norte.
El Señor de los ejércitos, el Dios de
Israel ha dicho: he aquí que yo castigaré la multitud tumultuosa de Alejandría,
y a Pharaon, y al Egypto, y a sus dioses, y a sus reyes, a Pharaon y a los que
en él confían. Y los entregaré en manos de los que buscan como exterminarlos,
esto es, en poder de Nabuchodonosor, rey de Babylonia, y de sus siervos; y
después de todo esto volverá el Egypto a ser poblado como en lo antiguo, dice
el Señor.
Más tú, siervo mío Jacob, no temas, no te
asustes, oh Israel: porque yo te libraré en aquellos remotos países, y sacaré
tus descendientes de la tierra donde están cautivos, y se volverá Jacob, y
descansará y será feliz, sin que haya nadie que le atemorice. No temas, pues,
oh Jacob siervo mío, dice el Señor, porque contigo estoy; pues yo consumiré
todas las gentes entre las cuales te he dispersado: más a ti no te consumiré,
sino que te castigaré con medida; pero no te dejaré impune porque no te creas
inocente.
El señor vuelve con su palabra que tiene poder e infinita
sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada
palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y aplícalas en
tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada
día el Señor te da una enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de
la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en ese CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la
perfección que Dios te ofrece?
FELIZ
SEMANA
JJ = J2
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