26 agosto del 2018
CONSEJO DIVINO.
LA PROFECÍA DE ISAÍAS
CAPITULO LVII
DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE ISAÍAS CAP. LVII– 57"
Amargas quejas del Señor por la insensibilidad de su pueblo, al
cual reprende fuertemente y amenaza. Promete paz y consuelo a los que se
conviertan, mientras el corazón de los impíos es un mar borrascoso.
Entre tanto el justo perece, y no hay quien reflexione sobre
esto en su corazón, y son arrebatados los hombres piadosos, sin que nadie lo
siente; siendo así que para librarle de los males, es el justo arrebatado de
este mundo. ¡Ah! Venga sobre él la paz, descanse en su morada el que ha
procedido rectamente.
Entre tanto llegaos vosotros, moradores de Jerusalem, hijos de
una agorera, raza de padre adultero y de mujer prostituta. ¿De quien habéis hecho
vosotros befa?¿Contra quién abristeis toda vuestra boca y soltasteis la lengua
para mofaros?¿Acaso no sois vosotros hijos malvados, y raza de
bastardos?¿vosotros que os solazáis venerando con infames placeres vuestros
dioses a la sombra de todo árbol frondoso, sacrificando en honor suyo vuestros
hijos en los torrentes, y debajo de altas peñas? Allá junto al torrente está,
oh Hebrero, tu heredad, allí tienes tu bien; y a esos dioses derramaste liberación
y ofreciste sacrificio. Pues ¿Cómo no he de indignarme a vista de tales cosas?
Sobre un excelso y encumbrado monte colocaste tu tálamo, y allá
subiste para inmolar víctimas. Y detrás de la puerta y detrás del dintel
colocaste los ídolos para tu recuerdo: junto a mi has pecado, recibiendo al
adultero o adorando al ídolo: has ensanchado tu lecho, y te has amancebado con
otros semejantes: has amado su compañía descaradamente. Con perfumes te
ataviaste para ser presentada al rey, y has multiplicado tus afeites. Enviaste
lejos tus embajadores, y te has abatido hasta los infiernos. Has procedido
idolatrando de muchísimos modos, y te has fatigado, y nunca dijiste: tomaré
descanso: hallaste la vida y tus delicias en los ídolos obra de tus manos, y
por eso no has recurrido a mí. ¿Qué es lo que tú temiste, tan acongojada, que
así has faltado a la fe, ni te has acordado de mí, ni has reflexionado en tu corazón?
porque yo callaba y hacia el desentendido, por eso tu no hiciste caso de mí. Pero
yo hare conocer cuál es tu justicia, y de nada te aprovecharán tus ídolos,
obras de tus manos. Cuando levantares el grito quejándote, sálvente entonces
aquellos dioses de las naciones que tú has recogido: más a todos ellos se los
llevará el viento, un soplo los disipara.
Al contrario, quien pone en mí su confianza, tendrá por herencia
la tierra, y poseerá mi santo monte de Sion. Yo diré entonces: abrid camino,
dejad expedito el paso, despejad la senda, apartad los estorbos del camino de
mi pueblo. Pues esto dice el Excelso y el sublime Dios que mora en la
eternidad, y cuyo nombre es santo: el que habita en las alturas, y en el
Santuario, y en el corazón contrito y humillado: para vivificar el espíritu de
los humildes, y dar vida al corazón de los contritos. Que no para siempre he de
ejercer la vindicta, ni conservar hasta el fin mi enojo: pues que de mi boca
salió el espíritu, y cree yo las almas. Por la malvada avaricia de mi pueblo yo
me irrité, y le he azotado; le oculte mi rostro y me indigné, y él se fue
vagando tras de los antojos de su corazón. Yo vi sus andanzas, y le di la
salud, y le convertí al buen camino, y le di mis consuelos, así a él como a los
tuyos que lloraban arrepentidos. He creado la paz, fruto de mis labios o
promesas; paz para el que está lejos, y para el que está cerca, dice el Señor:
y los he curado a todos. Pero los impíos son como un mar alborotado, que no
puede estar en calma; cuyas olas rebosan en lodo y cieno. No hay paz para los impíos,
dice el Señor Dios.
El señor vuelve con su palabra que tiene
poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en
cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas
y aplícalas en tu vid a, en tu familia y sobre todo, compártelas
con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra
para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor
esfuerzo. Y tú estás en ese CAMINO. ¿Por
qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ
SEMANA
JJ = J2
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