24 DE Julio DEL 2016
CONSEJO DIVINO.
TOMADO DEL LIBRO DEL
ECLESIÁSTICO
CAPITULO XXI
DEL LIBRO DE DIOS "LIBRO DEL ECLESIÁSTICO CAP. XXI – 21"
De la malicia del pecado,
y medios para preservarnos de el.
Hijo ¿Has
pecado? Pues no vuelvas a pecar más: antes bien haz oración a Dios por las
culpas pasadas, a fin de que sean perdonadas. Como de la vista de una
serpiente, así huye del pecado; porque si te arrimas a él, te morderá. Sus dientes
son dientes de león, que matan las almas de los hombres. Todo pecado es como
una espada de dos filos: sus heridas son incurables en los humanos. La arrogancia
y las injurias reducen a humo la
hacienda; y la más opulenta casa será arruinada por la soberbia; así también serán
aniquilados los bienes del soberbio. La suplica del pobre llegará desde su boca
hasta los oídos de Dios, y al punto se le hará justicia. El aborrecer la corrección
es indicio manifiesto de hombre pecador; pero el que teme a Dios entrará en si,
y reconocerá sus defectos. De lejos se da a conocer el poderoso por su osada
lengua: más el varón sensato sabe escabullirse de tal. Quien edifica su casa a
expensas de otro, es como el que reúne sus piedras para edificar en el
invierno. Todos los pecadores juntos son como un montón de estopa para ser
consumida con llamas de fuego. El camino de los pecadores está bien enlosado y
liso, pero va a parar en el infierno, en las tinieblas y en los tormentos.
El que
observa la justicia o ley del señor, comprenderá el espíritu de ella. El perfecto
temor de Dios es la verdadera sabiduría y prudencia. Quien no es sabio en el
bien, nunca será bien instruido. Más hay una sabiduría fecunda en lo malo: bien
que hay prudencia donde se haya la amargura del pecado. La ciencia del sabio
rebosa por todas partes como una avenida
de agua: y sus consejos son cual fuente perenne de vida. Como un vaso roto, así
es el corazón del fatuo; no puede retener ni una gota de sabiduría.
Cualquier
palabra bien dicha que oyera el sabio,
la celebrará, y se la aplicará a sí: oirála el hombre dado a los deleites, y le
desagradará, y la echará detrás de sí. Los
razonamientos del necio son molestos, como un fardo para el que anda de viaje:
mientras que los labios del prudente están llenos de gracia. La boca del varón
prudente es buscada en las asambleas, y cada uno medita en su corazón la
palabra que le oye. Como una casa demolida es la sabiduría para el necio, y la
ciencia del insensato se reduce a dichos ininteligibles. Como grillos en los
pies, y como cadena o esposa en su mano derecha, así es para el necio la
ciencia. El tonto cuando ríe, ríe a
carcajada suelta: más el varón sabio apenas se sonríe. La ciencia es para el
hombre prudente un joyel de oro, y como un brazalete en el brazo derecho. El tonto
con facilidad mete pie en casa ajena, más el hombre avisado mira con timidez la
persona del poderoso. El necio registra
por la ventana lo que pasa dentro de la casa;
más el hombre bien criado se queda a la puerta hasta que abran. Es propio
del tonto y mal criado el estar escuchando en la puerta lo que dicen; y el
hombre prudente tendrá esto por afrenta insoportable. Los labios de los indiscretos cuentan mil tonterías; más la
palabra de los sabios serán como pesadas en una balanza. El corazón de los
fatuos está en su boca, y la boca de los sabios en su corazón. Cuando el impío
maldice al diablo, a si mismo se
maldice. El chismoso contamina su propia alma, y de todo será odiado, y será
mal visto quien converse con él; más el hombre
que sabe callar y tiene prudencia, será honrado de todos.
El señor vuelve con su palabra que tiene
poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en
cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas
y aplícalas en tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con
tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para
reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y
tú estás en este CAMINO. ¿Por
qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ SEMANA
JJ = J2
No hay comentarios:
Publicar un comentario