31 DE Julio DEL 2016
CONSEJO DIVINO.
TOMADO DEL LIBRO DEL
ECLESIÁSTICO
CAPITULO XXII
DEL LIBRO DE DIOS "LIBRO DEL ECLESIÁSTICO CAP. XXII – 22"
De la pureza del hijo mal
criado: es tiempo perdido instruir a un tonto. Como se debe conservar la
amistad.
Con piedras
llenas de lodo es apedreado el perezoso; y todos hablaran de el con desprecio. Tíranle
boñigas de buey, y todos los que le tocan sacuden y se limpian las manos, y se ríen.
Afrenta del padre es el hijo mal criado; y la hija inmodesta será ´poco
estimada. La hija prudente es una herencia para su esposo: más aquella que
acarrea desdoro es el oprobio del que la ha engendrado. La que es descocada es
la deshonra del padre y del marido (en nada es inferior a los malvados); y será vilipendiada de uno y otro.
Un discurso fuera de tiempo viene a ser como la música en un duelo; más el
azote o la corrección y la instrucción, en toda ocasión son oportunos para
infundir la sabiduría.
Quien pretende
amaestrar a un tonto, es como el que quiere reunir con engrudo los pedazos de
un tiesto. Quien cuenta una cosa al que no escucha, hace como el que quiere
despertar de su letargo al que duerme. Habla con un dormido quien discurre de
la sabiduría con un necio, el cual al fin del discurso suele decir: ¿Quién es
este? Llora tú por el muerto, porque le faltó la luz; y llora por el fatuo, o
pecador, porque le falto el seso. Llora, empero, poco por un muerto, pues ya
goza de reposo. Porque la pésima vida del impío fatuo es peor que la muerte. Siete
días dura el llanto por un muerto; pero el llanto por el fatuo e impío ha de
durar mientras viva.
Con el
necio no hables mucho, y no te acompañes con el insensato. Guárdate de él para
no tener inquietudes, y a fin de que no te manche su pecado. Desvíate de él, y
tendrás sosiego, y no recibirás tedio o fastidio por su necedad. ¿Qué otra cosa
se nombrará que sea más pesada que el plomo, a no ser el tonto?
Más fácil
es cargar sobre sí arena, sal y barras de hierro, que con un imprudente, un
fatuo o un impío. La trabazón de vigas
encajadas para cimientos del edificio, no se descompondrá; así tampoco
un corazón robustecido con un consejo maduro y deliberado. Las resoluciones del
hombre sensato no serán alteradas por el miedo en ningún tiempo. Como los palos
plantados en lugares elevados, y las paredes en seco, o sin argamasa, no pueden
resistir contra la fuerza del viento. Así igualmente el corazón del fatuo, tímido
en sus pensamientos, no resistirá al ímpetu del temor. Así como el corazón del
fatuo, que esta pavoroso en sus pensamientos, no temerá en todo tiempo; así
aquel que está firme en los mandamientos de Dios, está siempre sin temor.
El que punza el ojo hace salir lágrimas, y quien punza el corazón hace salir los afectos. El que
tira una piedra contra los pájaros, los hace huir; así también el que zahiere
al amigo, rompe la amistad. Aunque hubieres desenvainado la espada contra
amigo, no desesperes: pues todavía podrás reconciliarte con él. Si has dicho al
amigo palabras pesadas, no temas; porque hay
lugar a la concordia, no habiendo habido dicterios, ni desvergüenzas, ni
orgullo, ni revelación de un secreto, ni golpe a traición; por todas estas
cosas sí que huira el amigo. Guarda fidelidad al amigo en medio de su pobreza, a
fin de gozar algún día de su prosperidad. En el tiempo de su tribulación mantente
fiel a él; si quieres también ser llamado a parte en su herencia. El vapor y el
humo se levantan del horno antes que la llama del fuego: así también las
maldiciones, las injurias, y las amenazas preceden al derramamiento de sangre. No
me avergonzaré de saludar al amigo pobre y abatido, ni me retiraré de su trato: que si después de eso me
vinieren males por causa de él, o me fuere ingrato, sabré sufrirlos. Pero todos
los que los entendieren se guardarán de él.
¿Quién pondrá un candado a mi boca, y sobre mis labios un
sello inviolable para que no me deslice por su culpa, y no sea mi lengua la perdición
mía?
El señor vuelve con su palabra que tiene
poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en
cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas
y aplícalas en tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con
tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para
reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y
tú estás en este CAMINO. ¿Por
qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ SEMANA
JJ = J2