PARECIERA QUE HASTA LA NATURALEZA SE PUSIERA EN CONTRA DE LO QUE PLANEAMOS HACER…, PERO AÚN ASÍ PERSISTIMOS.

Una de las cualidades que nos identifica es que luchamos, persistimos y  logramos todo los que nos proponemos.  Desde hace varios años creamos un sueño, un hermoso propósito  el cual ha persistido a través de  todo el tiempo que llevamos trabajando como un solo equipo de directivos y docentes al frente de la I.E.R.D CACICAZGO; el de tener un colegio totalmente encerrado, con una cerca que nos aleje de los peligros de los malandros y la gente de la calle, una encerramiento que nos dé tranquilidad y seguridad  en nuestro lugar de trabajo, un encerramiento que sirva como  barrera y resguarde los equipos y materiales didáctico altamente sofisticado que con tanto esfuerzo hemos conseguido.

Pero aunque hemos tenido las ganas, el empeño, la dedicación,  la disposición y la constancia a la altura de nuestro propósito, pareciera que la naturaleza se opusiera a la consecución de éste logro. Suesca no es una tierra de muchas lluvias, pero este año en particular, Dios nos ha bendecido con abundantes y constantes días de lluvia. Estas, nos han acompañado desde comienzos del 2015 y muy  en contradicción  a los pronósticos del IDEAM, han seguido las precipitaciones, hasta tal punto de que hemos estado amenazados por la creciente del río Bogotá.

Llevamos más de tres meses haciendo zanjas y tratando de hacer los cimientos de los cincuenta metros de encerramiento que nos hemos puesto como meta este 2015, pero el agua, las lluvias, la humedad y las constantes inundaciones en las zanjas ha impedido que se avance en la forma programada.

Esto crea indisposiciones ya que los proveedores de los materiales, como es natural después de dos menes empiezan a presionar por los pagos o suspenden el crédito de los materiales.

Estos cincuenta metros nos dejan a solo setenta metros de la finalización de nuestro sueño, el encerramiento total, el cual esperamos terminar el próximo año.

Buenos, solo esperamos que el tiempo cambie, que  las aguas abandonen las zanjas y que la tierra húmeda deje de resumir y llevarse el cemento, ya que nos gusta que las cosas se hagan rápido y se vean las obras.  Este es el espíritu Caciquista y permaneceremos fieles a sus postulados.