Comportamientos frecuentes en Secundaria

Disciplina escolar: Informe Elton

Comportamientos frecuentes en Secundaria

El Informe Elton ofrece los siguientes datos en porcentajes de las conductas más frecuentes en secundaria según los profesores que entrevistaron y contestaron a la encuesta realizada sobre la percepción de la disciplina escolar de  los profesores.

El comportamiento de los alumnos según la frecuencia con la que aparecen en el aula, conductas que son frecuentes, por orden de mayor frecuencia:

-          Consideran que "Hablar fuera de turno” es la conducta más frecuente que aparece en el aula y que impide el buen funcionamiento de la instrucción y la educación, hablar cuando no corresponde: realizar comentarios fuera del tema, hablar en voz alta para que se les oiga, hablar entre ellos cuando se expone un tema, etc.

97%  (Porcentaje de profesores que consideran que es la conducta molesta que se da con más frecuencia)

-          Posponer o evitar trabajar: olvidarse el material necesario, dar vueltas para iniciar las tareas propuestas aunque no alborote, no iniciar la tarea y esperar sin preguntar o pedir ayudar, retrasar el trabajo que le proponen individual o en equipo, en general conductas que dificultad el desarrollo normal de la instrucción individual o en grupo.

87 % (es la conducta molesta que consideran en segundo lugar)

-          Distraer a los alumnos que trabajan, solicitar cosas constantemente para interrumpir a otro aunque lo hagan de buenos modos.

86%

-          Llegar tarde a clase, o demorar la tarea por hacerla muy despacio sin dificultades que se lo impidan.

82%

-          Ruidos innecesarios: golpear objetos, moverse sin necesidad en el pupitre, balancearse en la silla, frotar los pies en el suelo, etc.

77%

-          Infringir constantemente y de forma voluntaria las normas aunque sean las mínimas

68%

-          Levantarse del asiento con frecuencia con cualquier excusa

62%

-          Alborotar en general, incitar a jugar en clase

62%

-          Molestar a los alumnos verbalmente: insultos, palabras soeces

61%

-          Respuestas impertinentes

58%

-          Movimientos agresivos hacia los demás: golpear la silla de los demás, empujar la silla del otro, darle golpecitos o malos gestos …

42%

-          Abuso verbal hacia el profesor

15%

-          Destrucción física de objetos: muebles, tareas escolares, roturas al edificio, etc, …

14%

Estas conductas molestas son las que ocurren al menos una vez a la semana.  

En la vida del aula la conducta "hablar fuera de turno" es la única conducta del alumno que aparece como un hecho común a diario para la mayoría de los docentes, cuando se les pregunta por ese tipo de conductas y su frecuencia a diario.

Sin embargo, hay una variedad de conductas "menores”, conductas disruptivas, que aparecen a diario, y que unidas al hablar fuera de turno, producen cansancio y desánimo en los docentes: alborotar, no realizar las tareas, posponerlas, hacer el payaso, ruidos innecesarios, etc.

Con menos frecuencia, alrededor de un 40% de profesores comentaron que tenían que afrontar situaciones de peleas y agresiones físicas entre los alumnos en algún momento de la semana.

Un 10% aproximadamente que había sido insultado alguna vez a la semana por algún alumno.

Y un 1.7% de profesores fue objeto de alguna agresión física por parte de los alumnos durante la semana, hay que recordar que las agresiones físicas que comentan los profesores no son directas a ellos, sino que en la mayoría de ocasiones son indirectas, al ir a separa a los alumnos que se están peleando.

Todos estos comportamientos que perciben y viven los profesores en el aula y fuera del aula da una idea de la vida de los Centros escolares y de la vida en el aula. La necesidad de un plan de convivencia es indispensable y necesario, un plan de trabajo y una premisa para elaborarlos y llevarlos a la práctica es la de disminuir al máximo los conflictos menores especialmente en los horarios de aprendizaje, aula, esperar que no existan conflictos es una premisa falsa y no ayuda a planificar la enseñanza, disminuirlos es una premisa posible y un objetivo alcanzable.

Todos los datos que aparecen en el Informe Elton corroboran o confirman los resultados de otros estudios sobre profesiones estresantes por sí mismas, entre ellas la docencia es considerada una de las profesiones más estresantes por el tipo de labor que realizan, las condiciones en las que realizan esa labor y por tener que afrontar un trabajo, la mayor parte del tiempo, con personas, con un grupo de personas, que están en desarrollo lo que significa que la instrucción, la materia que enseñan, es sólo una parte de esa interacción que mantienen durante las horas de clase.

De ahí, que el Informe Elton recomiende constantemente que la labor del profesor o del maestro es una labor educativa en coordinación y con el apoyo del centro escolar, la familia, los servicios de la comunidad, los servicios sociales, la policía, etc. y las políticas educativas y no un reto individual del maestro o profesor con sus alumnos.

El Informe Elton (1989): La disciplina escolar indica claramente con el título y con el objetivo con el que se impulsó, obtener datos para conocer lo que opinan los profesores sobre la disciplina, que la Educación escolar es más que instrucción y materias o temas a enseñar. La necesidad de normas y sanciones claras y explícitas y gestionar el aula con métodos más interactivos, que los alumnos tengan que implicarse más en la realización de tareas en grupo e individualmente así como disminuir largas exposiciones, especialmente en los temas que resultan menos atractivos para los alumnos.

El informe Elton, de alguna manera, nos recordó que la educación no es enseñar materias y discutir políticamente qué materias deben enseñar o cómo enseñarlas.

Hay que responder con medidas prácticas reales pensando además quienes van a formar y a quienes están formando por edad de desarrollo, por condiciones familiares, por condiciones culturales, por condiciones personales, por necesidades educativas especiales, por las personas a las que se quieren enseñar y educar, no por materias y cómo enseñarlas, eso es una parte de la organización política administrativa, la otra parte y las más importe es como preparar a los profesores para afrontar la enseñanza en los distintos niveles de la educación obligatoria.

Medidas reales para las buenas prácticas docentes:

-          La disciplina es una responsabilidad de todos los miembros de la comunidad escolar y no solamente del docente o del alumno en el aula.

-          De los gobiernos y políticas de los países que deben regular o legislar medidas que promuevan la convivencia y recursos especiales y específicos para apoyar a los maestros en su labor docente y educativa, los recursos materiales como las guías de buenas prácticas o programas de convivencia son ayudas necesarias pero la ayuda adecuada es coordinar servicios de la comunidad con las escuelas, proporcionar especialistas o consultores internos o externos que ayuden a establecer hipótesis para favorecer el comportamiento de algunos alumnos, en colaboración con tutores-profesores y de forma específica y puntual sobre casos determinados.

-          La colaboración con la familia desde la cooperación para regular comportamientos en la escuela.

El informe Elton apunta un dato interesante: la cantidad de conocimientos existentes para la práctica docente y para afrontar los problemas de conducta y que no se aplican en el aula es un factor que disminuye la eficacia docente. La mayoría de profesores de secundaria reconoció que el mal comportamiento de los alumnos como es el hablar fuera de turno, ruidos, etc. se daba principalmente cuando impartían temas o materias determinadas o en días en los que el tema en sí mismo no proporcionaba una atmósfera adecuada, un tema es sí mismo aburrido para los estudiantes.

Comité Elton también informó sobre las dificultades del profesor de secundaria y también de primaria para ayudar a los alumnos con necesidades especiales, dificultades de aprendizaje y adaptación escolar, insistiendo en la necesidad de  formación del profesorado y en la necesidad de crear recursos escolares de apoyo al docente con los que se pueda coordinar y organizar la gestión del aula, teniendo en cuenta las necesidades y dificultades específicas de algunos alumnos.