27 de JULIO DEL 2014
CONSEJO DIVINO.
TOMADO DE PROVERBIOS
PARTE XXII
DEL LIBRO DE DIOS "PROVERBIOS CAP.
XXIII- 23"
De la moderación que debe observarse en la
mesa de los grandes; educación de los hijos, templanza, continencia y perseverancia en el santo temor de Dios.
Cuando te sentares a comer con príncipe, repara
con atención lo que te ponen adelante; y si es que dominas el apetito, aplicas
el cuchillo para ganar como para tapar tu garganta; no apetezcas tus exquisitas
viandas pues son un manjar engañoso. No te afanes por enriquecerte; antes bien
pon coto a tu industria. No pongas tus ojos en las riquezas, que no puedes
adquirir; porque ellas tomarán alas como las águilas, y se irán volando por el
aire. No vayas a comer con el hombre envidioso,
ni desees su mesa; puesto que, a manera de adivino y astrólogo, está calculando de antemano lo que aun no
sabes lo que le gastarás, como y bebe, te dirá él; mas su corazón no está contigo. Vomitaras cuanto
te comiste y habrás desperdiciado tu amena conversación. No te metas a discutir
en presencia de los necios; porque despreciaran tus juicios razonamientos.
No mudes los cotos o mojones de los
menores edad; ni te metas en la herencia
de los huérfanos porque es su curador el todo poderoso, y defenderá contra a ti
la causa de ellos. Aplíquese tu corazón a la doctrina y tus oídos a las máximas
de sabiduría.
No escasees la corrección al mucho: pues
aunque les des algún castigo, no morirá. Aplícale la vara del castigo y libraras
su alma del infierno. Hijo mío si ti alma poseyera la sabiduría, mi corazón se
regocijará con el tuyo; y saltaran de jubilo, cuando proferirán tus labios
razonamientos rectos. no envidie tu corazón a los pecadores; sino mantente
siempre firme en el temor del señor. Con
lo que algun fin lograras cuanto esperas: no quedaran burladas tus esperanzas. Escucha
oh hijo mio, y seras sabio, y enderezaras tu corazón por el camino recto. No asistas
a los convites de los beodos ni a las comilonas de aquellos que contribuyen a
escote para los banquetes porque con la frecuencia de leer y de pagar escotes, vendrán
a arruinarse, y sus soñolienta decidía lo reducirá a ser unos andrajosos.
Escucha a tu padre que te dio la vida, y
no desprecies a tu madre a cuando se hallare en la vejez. Procura adquirir a
toda costa la verdad, y nunca te desprendas de la sabiduría, de la doctrina, ni
de la inteligencia. Salta de júbilo el padre del justo: quien engendro un hijo
sabio hallara en él su consuelo. Tengan este gozo tu padre y tu madre y salte
de placer la que te pario. Dame, oh hijo mío tu corazón y fija tus ojos en mis
santos caminos; visto que la ramera es una sima profunda y un estrecho pozo de
adultera. Ella acecha en el camino, como un salteador y a cuantos incautos
pasan les quitan la vida. ¿Para quién son los ayes? ¿para qué padre son las
desdichas? ¿Contra quién serán las riñas? ¿Para quién los precipicios? ¿Para
quién las heridas sin motivo alguno? ¿Quién trae los ojos encendidos? ¿no son
estos los dados al vino y los que hayan sus delicias en apurar copas?.
¡Ah! No mires al vino cuando bermejea;
cuando resalta su color en el vidrio; el entras suavemente; mas a la postre
muerde como culebra y esparce veneno como el basilisco. Se iran después tus
ojos tras la mujer de otro, y prorrumpirá tu corazón en palabras perversas e
indecentes. Y vendrás a ser como el que está dormido en medio del borrascoso
mar, y como el piloto soñoliento que ha perdido el timón y al cabo dirás: me
han azotado, pero no me han dolido los azotes; arrastráronme, más yo no he
sentido: ¿Cuándo quedaré despejado para volver a beber?
Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en
cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalos y aplícalos
en tu vida, en tu familia y sobre todo compártelo con tus estudiantes.
FELIZ SEMANA
JJ = J2