19 de OCTUBRE DE 2013
EL
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DESARROLLO Y TRASTORNOS DE LA ETAPA ESCOLAR
“Desarrollo y Trastornos de la etapa escolar”
Parte V
2.4.
Desarrollo Psicosocial: Los niños
tienen su propio bagaje cultural que pasa de unos a otros. Las creencias o
supersticiones son muy semejantes. “Si fumas te quedas chico”. Aún parodian las
canciones y los poemas de sus mayores. Son grandes tradicionalistas, se van
pasando unos a otros lo que han oído y no toleran teorías que contradigan lo
que "saben". Jugando, los niños descargan energía, se preparan para
los deberes de la vida, alcanzan metas difíciles y alivian frustraciones.
Obtienen contacto físico, descargan necesidades de competencia, actúan de
manera agresiva en formas socialmente aceptables, aprenden a entenderse con las
demás personas. Dan rienda suelta a su imaginación, aprenden las
características específicas de su cultura, desarrollan habilidades y aprenden
comportamientos sexualmente adecuados. La mayor parte del humor de los niños
deriva de su permanente interés en los excrementos y en la sexualidad. Contando
chistes acerca de estos temas tabú y sobre asuntos misteriosos, los niños
pueden hacer frente a las cosas que les gustaría entender mejor, pero acerca de
las cuales, en realidad, les da vergüenza hablar.
2.4.1.
Entre Compañeros: En la niñez
intermedia el grupo de compañeros cobra importancia por sí solo. Durante estos
años los niños pasan más tiempo lejos de sus padres y también más tiempo con
otros niños. A los 7 años muchos niños pasan el doble de tiempo con niños de su
edad que con sus padres. Los grupos de compañeros sirven para muchos propósitos
en la vida de los niños. Ofrecen una medida realista para evaluar el desarrollo
de sus habilidades. Además de aprender sobre ellos mismos, los niños aprenden
acerca del mundo de sus compañeros: aprenden qué tipo de comportamiento se
considera apropiado en diversas situaciones; cómo se hace una variedad de cosas
viendo a otros niños que las hacen, así como la forma de relacionarse con otras
personas.
Los
grupos de compañeros ayudan a los niños a formar actitudes y valores, de modo
que puedan decidir cuáles de los valores enseñados por los padres mantener y
cuáles descartar. Los muchachos parecen estar más influidos por los valores del
grupo que las niñas, y los comportamientos antisociales o negativos reflejaban
mayor influencia de los compañeros. Los compañeros también ofrecen seguridad
emocional; a veces otro niño puede prestar cierto apoyo que no puede dar un
adulto. Los grupos de compañeros tienden a ser homogéneos con respecto a la
edad, raza, sexo, y nivel socioeconómico. En los años de escuela básica los
grupos tienden a ser todos de niñas o todos de niños, debido a intereses
mutuos, diferencias de maduración y a la función que tienen de enseñanza de
comportamientos sexualmente adecuados. Los grupos de compañeros, a menudo
imponen su propio dominio sobre la iniciativa o el desarrollo individual. Los
niños son más susceptibles a la influencia de compañeros en la niñez intermedia
y menos conformes a la misma durante la adolescencia. Cuanto más alto sea el
status de un niño en el grupo, con menor probabilidad tenderá a la conformidad.
Cuando es ambiguo el material que debe evaluarse, los juicios de los niños
tienen mayor influencia del grupo. En cierto grado la conformidad a las normas
de grupo resulta ser un mecanismo adaptativo saludable y de auto ayuda.
2.4.2.
Popularidad: Los niños populares tienden
a ser saludables y vigorosos, bien equilibrados y capaces de iniciativa, pero
también adaptables y capaces de conformidad. Son confiables, afectuosos,
considerados y originales en su forma de pensar. Tienen un concepto
razonablemente bueno de ellos mismos, sin ser dominantes o parecer presumidos.
Revelan una dependencia madura de otros niños. Tienden a ser físicamente más atractivos
que los impopulares.
2.4.3.
Trastornos Psicosociales: La
forma más común en que aparecen las dificultades de los niños es en su
comportamiento, revelando su necesidad de ayuda. Golpean, mienten roban,
destruyen propiedades, violan las normas escolares o del hogar.
2.4.3.1.
Comportamiento de acción abierta ("acting out"): Mentir y
robar están entre las formas más comunes de comportamiento inadaptado
durante la niñez. Cuando se continúa con estas conductas después de los 6 o 7
años, revelan un sentido de inseguridad; necesitan hacerlo para asegurar la
atención y la estima de otras personas. Cuando la mentira llega a ser habitual,
o en grado extremo, puede estar mostrando hostilidad hacia los padres. El robo
descarado muestra también hostilidad hacia los padres y hacia las normas de
ellos.
2.4.3.1.1.
Los niños que roban: Cuando un niño roba, los padres naturalmente se preocupan.
Ellos se preocupan por las causas del comportamiento del niño y se preguntan si
su hijo o hija es un "delincuente juvenil".
Es
normal que un niño pequeño tome algo que excité su interés o que le llame la
atención. Esto no se puede considerar como un robo hasta que el niño sea
suficientemente mayor, generalmente de 4 a 6 años y pueda entender que el coger
algo que le pertenece a otra persona está mal. Los padres tienen que educar de
manera activa a sus niños acerca de los derechos a la propiedad y la
consideración hacia los demás. Los padres son también modelos para sus hijos.
Si usted trae a su casa el papel o las plumas de la oficina o se jacta sobre un
error cometido por el cajero del supermercado, va a ser muy difícil que su niño
entienda sus lecciones acerca de la honradez.
Aunque
hayan aprendido que el robar es malo, los niños mayores roban por varias
razones. Un joven puede robar para tener cosas iguales a las de su hermano o
hermana, quien aparentemente es favorecido con regalos y cariño. Algunas veces,
un niño puede robar como muestra de valentía ante sus amigos, o para hacer
regalos a su familia o amigos o para ser más aceptado por sus pares. Los niños
pueden también robar por el temor a una dependencia; ellos desean no tener que
depender de nadie, de manera que roban lo que necesitan.
2.4.3.1.2.
Los niños que Mienten: A los niños pequeños (de 4 a 5 años) les gusta hacer cuentos
e inventar historias. Esta es una actividad normal porque ellos se divierten
oyendo e inventando cuentos. Muchas veces confunden un poco la realidad con la
fantasía.
Un
niño mayor o un adolescente puede decir mentiras interesadas (por ejemplo, para
no tener que hacer algo o negando responsabilidad por sus acciones). Los padres
deben de reaccionar a este tipo de mentir ocasional hablando con el niño y
explicándole cuán importantes son la verdad, la honradez y la confianza.
Algunos
niños, aun sabiendo la diferencia entre la verdad y la mentira, elaboran
historias que parecen verdaderas. Estos niños o adolescentes suelen relatar
este tipo de historias con gran entusiasmo, ya que reciben mucha atención
mientras cuentan la mentira.
Otros
niños y adolescentes, que por lo general actúan de manera responsable, caen en
el patrón de mentir repetidamente. Ellos creen que el decir mentiras es la
mejor manera de satisfacer las demandas de sus padres, maestros y amigos. Estos
niños usualmente no están tratando de ser malos o maliciosos, pero el mentir
repetidamente se convierte en un mal hábito.
Hay
otros niños y adolescentes a quienes no les importa mentir o aprovecharse de
los demás. Algunos adolescentes mienten frecuentemente para ocultar otros
problemas serios. Por ejemplo, un adolescente con un problema serio de drogas o
alcohol, mentirá constantemente para ocultar dónde ha estado, con quién andaba,
lo que estaba haciendo y en lo que gastó su dinero.
Continuaremos
la próxima semana.
JJ = J2
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