domingo, 20 de octubre de 2013

EL DESARROLLO Y TRASTORNOS DE LA ETAPA ESCOLAR “Desarrollo y Trastornos de la etapa escolar” Parte V

19 de OCTUBRE  DE 2013
EL
 DESARROLLO Y TRASTORNOS DE LA ETAPA ESCOLAR
 “Desarrollo y Trastornos de la etapa escolar”
Parte V
2.4. Desarrollo Psicosocial: Los niños tienen su propio bagaje cultural que pasa de unos a otros. Las creencias o supersticiones son muy semejantes. “Si fumas te quedas chico”. Aún parodian las canciones y los poemas de sus mayores. Son grandes tradicionalistas, se van pasando unos a otros lo que han oído y no toleran teorías que contradigan lo que "saben". Jugando, los niños descargan energía, se preparan para los deberes de la vida, alcanzan metas difíciles y alivian frustraciones. Obtienen contacto físico, descargan necesidades de competencia, actúan de manera agresiva en formas socialmente aceptables, aprenden a entenderse con las demás personas. Dan rienda suelta a su imaginación, aprenden las características específicas de su cultura, desarrollan habilidades y aprenden comportamientos sexualmente adecuados. La mayor parte del humor de los niños deriva de su permanente interés en los excrementos y en la sexualidad. Contando chistes acerca de estos temas tabú y sobre asuntos misteriosos, los niños pueden hacer frente a las cosas que les gustaría entender mejor, pero acerca de las cuales, en realidad, les da vergüenza hablar.
2.4.1. Entre Compañeros: En la niñez intermedia el grupo de compañeros cobra importancia por sí solo. Durante estos años los niños pasan más tiempo lejos de sus padres y también más tiempo con otros niños. A los 7 años muchos niños pasan el doble de tiempo con niños de su edad que con sus padres. Los grupos de compañeros sirven para muchos propósitos en la vida de los niños. Ofrecen una medida realista para evaluar el desarrollo de sus habilidades. Además de aprender sobre ellos mismos, los niños aprenden acerca del mundo de sus compañeros: aprenden qué tipo de comportamiento se considera apropiado en diversas situaciones; cómo se hace una variedad de cosas viendo a otros niños que las hacen, así como la forma de relacionarse con otras personas.
Los grupos de compañeros ayudan a los niños a formar actitudes y valores, de modo que puedan decidir cuáles de los valores enseñados por los padres mantener y cuáles descartar. Los muchachos parecen estar más influidos por los valores del grupo que las niñas, y los comportamientos antisociales o negativos reflejaban mayor influencia de los compañeros. Los compañeros también ofrecen seguridad emocional; a veces otro niño puede prestar cierto apoyo que no puede dar un adulto. Los grupos de compañeros tienden a ser homogéneos con respecto a la edad, raza, sexo, y nivel socioeconómico. En los años de escuela básica los grupos tienden a ser todos de niñas o todos de niños, debido a intereses mutuos, diferencias de maduración y a la función que tienen de enseñanza de comportamientos sexualmente adecuados. Los grupos de compañeros, a menudo imponen su propio dominio sobre la iniciativa o el desarrollo individual. Los niños son más susceptibles a la influencia de compañeros en la niñez intermedia y menos conformes a la misma durante la adolescencia. Cuanto más alto sea el status de un niño en el grupo, con menor probabilidad tenderá a la conformidad. Cuando es ambiguo el material que debe evaluarse, los juicios de los niños tienen mayor influencia del grupo. En cierto grado la conformidad a las normas de grupo resulta ser un mecanismo adaptativo saludable y de auto ayuda.
2.4.2. Popularidad: Los niños populares tienden a ser saludables y vigorosos, bien equilibrados y capaces de iniciativa, pero también adaptables y capaces de conformidad. Son confiables, afectuosos, considerados y originales en su forma de pensar. Tienen un concepto razonablemente bueno de ellos mismos, sin ser dominantes o parecer presumidos. Revelan una dependencia madura de otros niños. Tienden a ser físicamente más atractivos que los impopulares.
2.4.3. Trastornos Psicosociales: La forma más común en que aparecen las dificultades de los niños es en su comportamiento, revelando su necesidad de ayuda. Golpean, mienten roban, destruyen propiedades, violan las normas escolares o del hogar.
2.4.3.1. Comportamiento de acción abierta ("acting out"): Mentir y robar están entre las formas más comunes de comportamiento inadaptado durante la niñez. Cuando se continúa con estas conductas después de los 6 o 7 años, revelan un sentido de inseguridad; necesitan hacerlo para asegurar la atención y la estima de otras personas. Cuando la mentira llega a ser habitual, o en grado extremo, puede estar mostrando hostilidad hacia los padres. El robo descarado muestra también hostilidad hacia los padres y hacia las normas de ellos.
2.4.3.1.1. Los niños que roban: Cuando un niño roba, los padres naturalmente se preocupan. Ellos se preocupan por las causas del comportamiento del niño y se preguntan si su hijo o hija es un "delincuente juvenil".
Es normal que un niño pequeño tome algo que excité su interés o que le llame la atención. Esto no se puede considerar como un robo hasta que el niño sea suficientemente mayor, generalmente de 4 a 6 años y pueda entender que el coger algo que le pertenece a otra persona está mal. Los padres tienen que educar de manera activa a sus niños acerca de los derechos a la propiedad y la consideración hacia los demás. Los padres son también modelos para sus hijos. Si usted trae a su casa el papel o las plumas de la oficina o se jacta sobre un error cometido por el cajero del supermercado, va a ser muy difícil que su niño entienda sus lecciones acerca de la honradez.
Aunque hayan aprendido que el robar es malo, los niños mayores roban por varias razones. Un joven puede robar para tener cosas iguales a las de su hermano o hermana, quien aparentemente es favorecido con regalos y cariño. Algunas veces, un niño puede robar como muestra de valentía ante sus amigos, o para hacer regalos a su familia o amigos o para ser más aceptado por sus pares. Los niños pueden también robar por el temor a una dependencia; ellos desean no tener que depender de nadie, de manera que roban lo que necesitan.
2.4.3.1.2. Los niños que Mienten: A los niños pequeños (de 4 a 5 años) les gusta hacer cuentos e inventar historias. Esta es una actividad normal porque ellos se divierten oyendo e inventando cuentos. Muchas veces confunden un poco la realidad con la fantasía.
Un niño mayor o un adolescente puede decir mentiras interesadas (por ejemplo, para no tener que hacer algo o negando responsabilidad por sus acciones). Los padres deben de reaccionar a este tipo de mentir ocasional hablando con el niño y explicándole cuán importantes son la verdad, la honradez y la confianza.
Algunos niños, aun sabiendo la diferencia entre la verdad y la mentira, elaboran historias que parecen verdaderas. Estos niños o adolescentes suelen relatar este tipo de historias con gran entusiasmo, ya que reciben mucha atención mientras cuentan la mentira.
Otros niños y adolescentes, que por lo general actúan de manera responsable, caen en el patrón de mentir repetidamente. Ellos creen que el decir mentiras es la mejor manera de satisfacer las demandas de sus padres, maestros y amigos. Estos niños usualmente no están tratando de ser malos o maliciosos, pero el mentir repetidamente se convierte en un mal hábito.
Hay otros niños y adolescentes a quienes no les importa mentir o aprovecharse de los demás. Algunos adolescentes mienten frecuentemente para ocultar otros problemas serios. Por ejemplo, un adolescente con un problema serio de drogas o alcohol, mentirá constantemente para ocultar dónde ha estado, con quién andaba, lo que estaba haciendo y en lo que gastó su dinero.
Continuaremos la próxima semana.

                             JJ = J2

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