sábado, 31 de agosto de 2024

10 consejos para mejorar tu práctica docente

La práctica docente es un aspecto fundamental en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Un buen docente no solo transmite conocimientos, sino que también tiene la capacidad de motivar, inspirar y guiar a sus estudiantes. La forma en que un profesor se relaciona con sus alumnos puede marcar la diferencia en términos de éxito académico y desarrollo personal. En este artículo, te presentaremos 10 consejos que te ayudarán a mejorar tu práctica docente y a establecer un ambiente de aprendizaje positivo y enriquecedor. ¡Sigue leyendo!  

¡Este es el primer consejo para mejorar tu práctica docente! Es esencial conocer a tus estudiantes para poder adaptar tu enseñanza a sus necesidades específicas. Cada estudiante es único y tiene sus propias fortalezas, debilidades, intereses y estilos de aprendizaje. Realizar encuestas, actividades de presentación e incluso mantener conversaciones informales te permitirá obtener información valiosa sobre tus estudiantes. Conociéndolos, podrás diseñar estrategias de enseñanza que se ajusten a sus características individuales y promover su participación activa en el aula. 

2. Utiliza recursos visuales 

Los recursos visuales son una poderosa herramienta didáctica que puede mejorar la comprensión y el interés de los estudiantes. Utiliza gráficos, imágenes, videos y otros recursos visuales para ayudar a tus estudiantes a visualizar conceptos abstractos, hacer conexiones y retener información de manera efectiva. Los recursos visuales también pueden ser útiles para captar la atención de tus estudiantes y mantener su interés durante las clases. 

Lee también: ¿Qué es la Especialización en Docencia Universitaria y por qué estudiarla? 

3. Fomenta la participación activa 

Otro consejo para potenciar tu practica como profesor es la participación activa de los estudiantes, este aspecto es clave para un aprendizaje significativo dentro del aula. Promueve la colaboración a través de estrategias como debates, proyectos en grupo, preguntas abiertas y discusiones en el aula. Anima a tus estudiantes a expresar sus ideas, hacer preguntas y comentar sobre los temas tratados. Al fomentar una participación activa, estás involucrando a tus estudiantes en el proceso de aprendizaje y les estás brindando la oportunidad de desarrollar habilidades de pensamiento crítico y de comunicación. 

consejos para mejorar tu practica docente

 

4. Utiliza distintas estrategias de enseñanza 

No todos los estudiantes aprenden de la misma manera. Utilizar distintas estrategias de enseñanza te permitirá llegar a todos tus estudiantes y brindarles diversas oportunidades de aprendizaje. Puedes implementar el aprendizaje cooperativo, donde los estudiantes trabajan en grupos para resolver problemas o realizar proyectos. También puedes incorporar el uso de la tecnología, como aplicaciones interactivas o plataformas virtuales, para enriquecer tus clases. La variedad de estrategias de enseñanza te ayudará a mantener a tus estudiantes interesados y motivados. 

5. Proporciona retroalimentación constructiva 

La retroalimentación constructiva es una herramienta poderosa para el crecimiento y el desarrollo de tus estudiantes. Proporciona comentarios específicos y constructivos que les ayuden a identificar sus fortalezas y áreas de mejora. Estos comentarios deben ser honestos, respetuosos y centrados en el aprendizaje. No solo te enfoques en señalar los errores, sino también en destacar los logros y brindar sugerencias concretas para mejorar. La retroalimentación constructiva te permitirá establecer una relación de confianza con tus estudiantes y promover su autoconfianza en el proceso de aprendizaje. 

 6. Establece metas claras 

Establecer metas claras y alcanzables es fundamental para motivar a tus estudiantes y orientar su aprendizaje. Divide los objetivos de aprendizaje en pasos más pequeños y establece expectativas claras sobre lo que se espera que los estudiantes logren. Comunica estas metas de manera clara y utiliza estrategias de seguimiento para evaluar el progreso de tus estudiantes. Al establecer metas claras, estás proporcionando un sentido de propósito y dirección a tus estudiantes, lo cual es fundamental para su éxito académico. 

7. Promueve la autonomía del estudiante 

Promover la autonomía del estudiante implica fomentar su responsabilidad, independencia y toma de decisiones. Brinda a tus estudiantes la oportunidad de tomar decisiones sobre su propio aprendizaje y permitiéndoles elegir temas o proyectos que les interesen. Establece actividades y proyectos que les permitan investigar, crear y expresar su creatividad. Al promover la autonomía, estás fomentando la motivación intrínseca de tus estudiantes y su compromiso con el proceso de aprendizaje. 

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8. Mantén la comunicación con los padres 

La comunicación abierta y constante con los padres es fundamental para establecer una colaboración efectiva entre la escuela y el hogar. Mantén a los padres informados sobre el progreso académico, los objetivos de aprendizaje y las actividades realizadas en el aula. Organiza reuniones periódicas, envía boletines informativos y utiliza herramientas tecnológicas para mantener a los padres involucrados en la educación de sus hijos. La comunicación con los padres te proporcionará una visión más completa de tus estudiantes y te permitirá adaptar tu enseñanza a sus necesidades individuales. 

consejos para mejorar como profesor universitario

9. Actualízate constantemente 

La educación es un campo en constante evolución y es importante mantenerse actualizado en las últimas tendencias y enfoques educativos. Participa en cursos de actualización, asiste a conferencias y talleres, y mantente al día con la investigación educativa. Leer libros especializados y seguir a expertos en el campo te permitirá adquirir nuevos conocimientos y habilidades que podrás aplicar en tu práctica docente. Actualizarte constantemente te ayudará a mejorar como docente y a ofrecer a tus estudiantes la mejor educación posible. 

10. Cuida tu bienestar personal 

El bienestar personal del docente es fundamental para su práctica docente. Dedica tiempo para cuidarte a ti mismo, tanto física como mentalmente. Haz ejercicio regularmente, duerme lo suficiente y dedica tiempo a tus hobbies e intereses personales. Tómate descansos durante el día para relajarte y desconectar. Un docente que se siente bien consigo mismo y equilibrado puede brindar una mejor atención a sus estudiantes. Cuida tu bienestar personal y verás cómo esto se refleja positivamente en tu práctica docente. 






martes, 27 de agosto de 2024

 

¿Cómo debe ser un maestro excelente?


PARTE III

Formación del profesorado

 

Respecto a la formación del profesorado puedo apuntar que los tiempos de la enciclopedia de Diderot y D'Alambert se acabaron hace ya mucho tiempo. Hoy en día los avances en cualquiera de las ramas del conocimiento hacen imprescindible una puesta al día constante y sostenida sobre las materias que un maestro tiene que impartir. Lo que hace un par de siglos cabía en un par de tomos en papel impreso no tiene nada que ver con la cantidad de información de la que podemos disponer a través de la red de redes.

La formación inicial del profesional de la enseñanza (y me atrevería a decir que de cualquier persona) debería estar cimentada en los principales conceptos de cada una de las materias a impartir, de modo que no quedara ninguna fisura sobre los mismos. De este modo, la formación continua debería estar destinada a perfeccionar y poner al día la evolución de dichos conocimientos básicos debida al paso del tiempo.

Con ello quiero decir que la formación primaria, incluido el bachillerato, debería estar dedicada a unos conocimientos más generalistas, casi se podría hablar de una formación «renacentista», pues tiempo tendrá el alumno para ir adquiriendo conocimientos específicos conforme se vaya definiendo su vocación y, sobre todo, se vaya perfilando su futuro profesional.

A los dieciocho años (momento de elegir una opción de estudios universitarios) es muy difícil poder aseverar sobre nuestra auténtica orientación profesional y lo que es más importante, con la velocidad a la que se están moviendo los acontecimientos en esta primera parte del siglo XXI, muchas personas tendrán la necesidad de reinventarse con nuevas profesiones, bien por voluntad propia o por los condicionantes de las circunstancias externas.

Por todo ello, la formación continua está tomando carta de naturaleza no solo para los educadores, sino también para los propios educandos y, para muestra véase la velocidad de evolución de las llamadas «nuevas tecnologías» y no quiero referirme en exclusiva a las llamadas «TIC's».
 

Conclusión

 

Releyendo al final todo lo escrito, después de muchas lecturas intermedias y sin la mínima intención de ser políticamente incorrecto, me queda la esperanza de que, si se consiguiera un mínimo nivel de excelencia en buena parte de los valores y competencias descritos anteriormente, tal vez se pudiera recuperar aquella figura del maestro-modelo-espejo en el cual todos los alumnos se miraban y, de ese modo, poder llegar a erradicar esa moderna perversión de la violencia en las aulas, tan insólita para anteriores generaciones.

Para finalizar, no puedo (ni quiero) resistirme a la tentación de copiar dos proverbios, uno massai y otro indio (de la India), que escuché hace mucho tiempo:

«Para educar a un niño hace falta la tribu entera»
(Proverbio africano)

«Con mis maestros he aprendido mucho,
con mis colegas, más;
pero con mis alumnos, todavía más»

(Proverbio indio, que no hindú)

Sobre el proverbio africano el insigne maestro y filósofo, José Antonio Marina, ha escrito y divulgado todo un compendio de sabiduría. Del segundo proverbio, creo que poco más se puede añadir.

Un buen (excelente) maestro (utilizando el genérico masculino castellano) es aquel que es capaz de tener la curiosidad de aprender todos los días algo nuevo, incluso de sus alumnos. Y siguiendo el proverbio africano, tendríamos que hablar de «maestros excelentes», en plural, porque uno, nunca será suficiente.

miércoles, 21 de agosto de 2024

 

¿Cómo debe ser un maestro excelente?


PARTE II

Competencias clave del maestro


Tal como la definió el Viejo Profesor (Enrique Tierno Galván), que en paz descanse.

Hablando de competencias, es decir, «la pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado», un maestro debería poseer algunas competencias que considero primordiales, a saber:
 

Vocación

Sentir la profesión desde lo más profundo.
 

Dedicación

Emplear todo el tiempo disponible.
 

Amabilidad

Sin caer en el coleguismo.
 

Generosidad

Volcar todos sus conocimientos en los alumnos.
 

Responsabilidad

Entendida como la capacidad de responder.
 

Empatía

Saber poner en el lugar del alumno.
 

Cercanía

Un buen maestro no debe aislarse en su estrado.
 

Entusiasmo

Saber transmitir energía vital.
 

Humildad

No creerse que está por encima del bien y del mal.
 

Paciencia

No todos cogen las ideas al vuelo.
 

Ceder protagonismo

Saber otorgar protagonismo a los alumnos.


Despertar interés

Desarrollar curiosidad intelectual.


Escucha activa

Capacidad de escuchar atentamente
 

Apertura mental

Estar abierto a nuevas ideas
 

Claridad

Ser muy gráfico en las explicaciones. Una imagen vale más que mil palabras.
 

Divertido

Ser ameno, sin llegar a ser cómico.
 

Realismo

Tener los pies en el suelo.


Sinceridad

Ser honesto y franco.
 

Asertividad

Impartir lecciones con seguridad. Cuando se imparte una lección, no se pueden tener dudas.

 

Gestión de la diversidad

Los colectivos de alumnos son cada vez más diversos.
 

Conocimientos

Dominar la materia o materias que imparte. 

Con esta lista, aparentemente exhaustiva, no quiero decir que un buen maestro deba cumplir todas y cada una de dichas competencias, ni en grado sumo, ni en todo momento; pero deberá saber aplicar y dosificar cada una de ellas en función de la circunstancias. No es lo mismo formar a un niño en su primera etapa del jardín de infancia que a un doctorando durante la preparación de su tesis, por poner los dos extremos opuestos de la cadena de valor formativa.

No olvidemos que un buen maestro debe ser el encargado de garantizar la transmisión del conocimiento a las siguientes generaciones de modo que, con sucesivas aportaciones, la humanidad siga progresando en la buena dirección. Un buen maestro debería ser más entálpico que entrópico, si es que puede servir este símil termodinámico.

martes, 13 de agosto de 2024

 

¿Cómo debe ser un maestro excelente?


PARTE I

«Un soneto me manda  hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tanto aprieto (…)»

(Frey Félix Lope de Vega y Carpio)

Sin el ánimo de hacer ninguna comparación con el Fénix de los Ingenios, este es el sentimiento que me vino a la cabeza (y a todo el cuerpo) cuando me solicitaron que escribiera algo sobre estos dos conceptos tan mayúsculos como son el magisterio y la excelencia. Me han pedido que escriba sobre las competencias que debe tener un buen maestro y de la importancia que tiene (o debería tener) la formación inicial y continua para lograr maestros excelentes.

Después de un buen rato de reflexión pensé que lo mejor que podía hacer, como punto de partida, era repasar toda mi trayectoria escolar (desde el parvulario hasta la universidad) y aprovechar mis recuerdos y pensamientos para escribir algo sobre el tema.

Calidad y huella en la educación


Al margen de que existen algunos animales que enseñan y aprenden de sus congéneres, el magisterio es una función humana que siempre me ha causado un respeto imponente por las repercusiones que puede llegar a tener, su buen o mal ejercicio, sobre cualquier individuo en particular y sobre la sociedad, considerada esta como el resultado de la integración de todas las individualidades analizadas. La huella que puede llegar a dejar un maestro en sus alumnos se puede calificar de indeleble en la mayor parte de los casos.

Y qué decir sobre la excelencia. Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (R.A.E.), se entiende por excelencia: «La superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación algo»; a lo que se podría añadir: «Nivel de calidad imposible de alcanzar», con el fin de relacionar dicho grado con un desiderátum utópico. En mi humilde opinión, la propia condición del ser humano le impide alcanzar ese nivel de excelencia, en cualquiera de los campos de su actuación.

La excelencia, sinónimo de perfección, debería ser ese máximo diez que ningún maestro debería utilizar en sus calificaciones, por estar destinado a la perfección más absoluta y, por lo tanto, inalcanzable. No en vano, los autores americanos Tom J. Peters y Robert H. Waterman Jr, indagaron juntos: En busca de la EXCELENCIA; sin llegar a estar convencidos de haberla encontrado.


Principios y valores del buen maestro


Antes que escribir sobre competencias, me gustaría mencionar algunos principios y valores que deben regir la actuación de un buen maestro, por no llegar a calificarlo de excelente.

Aun entendiendo que la educación en principios y valores es una responsabilidad de la familia (básicamente de los padres y abuelos), quiero hacer hincapié en los que debe poseer un buen maestro para reforzar dichos principios y valores desde la docencia. Un buen maestro debe ser ético en todas sus actuaciones. También debe ser ecuánime, a la par que justo, a la hora de evaluar a sus alumnos. Y, sobre todo, debe ser ejemplar en su comportamiento. Los alumnos (sobre todo los más pequeños) son como esponjas, absorben todo lo que oyen y ven.

Parafraseando el artículo 5º del cabo, dentro de las Ordenanzas Militares de Carlos III, «el maestro, como inmediata autoridad del alumno, se hará querer y respetar de ellos (…)» Cariño y respeto deberían ser dos valores innatos en el maestro. Y quiero aclarar que entendiendo por autoridad la clásica autoritas, es decir, el binomio de competencia más prestigio:

Autoridad = Competencia + Prestigio

jueves, 8 de agosto de 2024

 COMUNIDAD EDUCATIVA DE SUESCA, CACICAZGO Y SUS ALREDEDORES, SEAN BIENVENIDOS A PARTICIPAR DE LA I REUNIÓN DE RENDICIÓN DE CUENTAS AÑO 2024 DE NUESTRA IERD. CACICAZGO DE SUESCA CUNDINAMARCA.  



domingo, 4 de agosto de 2024

 

Cuando al niño le ponen apodos despectivos en la escuela

Qué hacer si a tu hijo nos han puesto un mote despectivo

En este artículo
  1. Los motes despectivos que ponen los niños
  2. ¿Qué hacer si al niño le ponen apodos despectivos en la escuela?

Son muchos los niños que diariamente reciben en la escuela burlas, mofas o incluso humillaciones por parte de los compañeros.  Es común que los niños asignen motes o apodos a los compañeros, en algunas ocasiones son inofensivos pero en otras resultan humillantes y terminan afectando a la autoestima del menor. 

Quizás, incluso mucho de nosotros hayamos experimentado en nuestra infancia lo que se siente al recibir un mote o un apodo despectivo en la escuela por parte de nuestro grupo de iguales. ¡Es muy desagradable!


Los motes despectivos que ponen los niños

Qué hacer si al niño le ponen apodos despectivos en la escuela

Alguno de los motes despectivos que con mayor frecuencia se emplean durante la infancia son: margi, gordo, flacucho, empollón, mocoso, gafotas, cuatro ojos, enano, jirafa, tartamudo, etc. En la mayoría de las ocasiones suelen hacer alusión al aspecto físico. 

Ser víctima de acoso escolar con frecuencia empieza por un mote o apodo despectivo que te ponen los compañeros. Eso no quiere decir que, por el hecho de que los compañeros de nuestro hijo le hayan puesto un mote, esté sufriendo o vaya a sufrir acoso escolar. Sin embargo, en muchas ocasiones suele ser la antesala del mismo. Debemos poner especial atención si observamos además que el rendimiento académico del niño ha disminuido y que su estado de ánimo es más bajo de lo normal.

¿Qué hacer si al niño le ponen apodos despectivos en la escuela?

Si observamos que a nuestro hijo se le ha sido atribuido un mote o apodo despectivo,  es importante estar en alerta sobre la relación que mantiene con sus compañeros. Incluso, sería recomendable hablar con el tutor de nuestro hijo para que tenga la información y supervise el comportamiento de los niños en el aula para prevenir así cualquier situación de humillación o acoso en la escuela. 

El acoso escolar o bullying no se produce únicamente cuando existe una agresión verbal o física claramente visible. Hay muchas otras conductas que pueden etiquetarse como “acoso” debido a la repercusión que tienen sobre la víctima y, el empleo de motes despectivos puede ser una de ellas. 

Hoy en día, debido a la irrupción de las nuevas tecnologías en nuestra sociedad, nos encontramos con niños que reciben humillaciones, motes o apodos despectivos a través de las redes sociales o aplicaciones móviles (p.ej. whatsapp). Por tanto, este tipo de conflictos ya no tienen lugar únicamente en el colegio, por lo que resulta muy difícil para los padres controlar las relaciones que mantienen los hijos con sus compañeros tanto en la vida diaria como a través del mundo virtual.

Las influencias que recibe nuestro hijo no están bajo nuestro control, resulta una misión imposible evitar como padres que se dirijan a nuestro hijo con un mote o apodo despectivo. Es un hecho evidente que no podemos controlar ni cambiar las conductas que los demás llevan a cabo pero, si podemos ayudar a nuestro hijo a que cambie su conducta para que los demás dejen de considerar divertido dirigirse a él con un mote despectivo. 

Como siempre, la comunicación con nuestro hijo es el mejor aliado que tenemos para poder ayudarle. Es importante que le planteemos a nuestro hijo las siguientes preguntas:

- ¿Quién te ha puesto el apodo despectivo en la escuela?

- ¿Con qué intención crees que te ha puesto ese mote?

- ¿Cómo te hace sentir ese mote?

- ¿Qué haces cuando te llaman así?

- ¿Les has dicho que no te gusta que te llamen así?

Estas preguntas son necesarias realizarlas para hacernos una idea sobre la situación que nuestro hijo vive con su grupo de iguales. A continuación, ofrecemos algunas recomendaciones concretas para ayudar a los niños que reciben por parte de sus compañeros motes o apodos despectivos:

Hazle saber que es una persona única, especial e irrepetibleTodos somos diferentes. Ninguno es mejor otro, simplemente somos distintos.

- Explícale la importancia de asumir un comportamiento asertivo cada vez que los compañeros le llamen por el mote despectivo. El niño debe tener la fortaleza psicológica suficiente para transmitirle a sus compañeros, de manera tranquila y segura, que no le gusta ese mote y pedirles que dejen de decírselo.

- Es fundamental ofrecerle al niño nuestra confianza para que recurra a nosotros si necesita ayuda, especialmente en el caso de que no haya podido por sí mismo poner fin a los motes despectivos o humillantes que recibe.  

https://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/escuela-colegio/cuando-al-nino-le-ponen-apodos-despectivos-en-la-escuela/

EL METODO KIVA PARA ENFRENTAR EL ACOSO ESCOLAR