27 DE MAYO DEL 2018
CONSEJO DIVINO.
LA PROFECÍA DE ISAÍAS
CAPITULO XLIX
DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE ISAÍAS CAP. XLIX– 49"
El mesías prometió a los Judíos y reconocido por ellos, forma su
reino compuesto de todas las naciones. Felicidad
de todos los que creen en él. Consuela a Sion abandona de Dios, pronunciando su
futura conversión y su gloria.
Oíd, islas, y atended pueblos distantes. El señor me llamo desde
el vientre de mi madre; se acordó o acordó mi nombre cuando yo estaba aún en el
seno materno. E hizo mi boca o mis palabras como una aguda espada: bajo la
sombra de su mano me cobijó: e hizo de mí como una saeta bien afilada, y me ha
tenido guardado en su aljaba. Y Díjome: siervo mío eres tú, oh Israel, en ti
seré yo glorificado, pero yo dije: en vano me he fatigado predicando a mi
pueblo, sin motivo y en balde he consumido mis fuerzas: por lo tanto espero que
el Señor me hará justicia, en mi Dios está depositada la recompensa de mi obra.
Por lo que ahora el Señor, me que me destino desde el seno de mi madre, me dice
que yo conduzca a Jacob nuevamente, a el más Israel, no querrá unirse: yo
empero seré glorificado a los ojos del Señor, y mi Dios se ha hecho mi
fortaleza. Él me ha dicho: poco es el que tú me sirvas para restaurar las
tribus de Jacob, y convertir los despreciados restos de Israel: he aquí, que yo
te he destinado para ser la luz de las naciones, a fin de que tú seas la salud
o el salvador enviado por mi hasta los últimos términos de la tierra.
Esto dice el Señor: El redentor, el Santo de Israel, el hombre
reputado como despreciable entre los suyos; a la nación o a nueva iglesia abominada
de todos, a aquel es tratado como un esclavo de los príncipes. Día vendrá en el
que los reyes y los príncipes se levantarán, y te adorarán por amor a Señor,
porque ha sido fiel en sus promesas, y por amor del santo de Israel que te escogió.
Esto dice también el Señor: en el tiempo de mi beneplácito otorgue tu petición,
y el día de la salvación te auxilie, y te conserve, y te constituí
reconciliador de mi pueblo, a fin de que tu restaures la tierra, y entrases en posesión
de las heredades devastadas: para que dijeses a los que están encarcelados:
salid fuera; y a los que están entre tinieblas: venid a ver la luz, en medio de
los caminos hallaran con que alimentarse, y en todas las llanuras habrá que
comer para ellos, no padecerán hambre ni sed, ni el ardor del sol los ofenderá;
porque aquel Señor que usa de tanta misericordia, para ellos los conducirá, y
los llevará a beber en los manantiales de las aguas. Y haré caminos llanos para
transitar por todos los montes, y mis sendas se convertirán en calzadas. Mira como
vienen de remotos países y otros desde el Septentrión y desde el mar u occidente
y estos otros de las regiones del mediodía.
Oh cielos, entonad himnos, y tú, o tierra, regocíjate; resonad
vosotros, oh montes en alabanzas: por que el Señor ha consolado a su pueblo, y
se apiadará de su pueblo.
Y entonces dijo Sion: el Señor me ha abandonado, y se ha
olvidado de mí el Señor. Pues que, respondo el Señor, ¿Puede la mujer olvidarse
de su niño, sin que tenga compasión del hijo de sus entrañas? Pero aun cuando
ella pudiese olvidarse, yo nunca podré olvidarme de ti. Mira cómo te llevo yo grabado
en mis manos: tus muros los tengo siempre delante de mis ojos. Vendrán aquellos
que han de reedificarte; y los que te destruían y te asolaban se alejaran de ti.
Levanta, oh Jerusalem, tus ojos, y mira alrededor de ti: todas
estas gentes se han congregado para venir a ti. Yo te juro, dice el Señor, que
de todas ellas te has de adornar como de un ropaje de gala, y engalanarte como
una esposa. Porque tus desiertos y tus soledades;
y la tierra cubierta con tus ruinas, todo será entonces angosto para tus muchos
moradores y serán arrojados lejos de ti los que te devoraran. A uno iras que los
hijos que tendrás después de tu esterilidad dirán: estrecho es para mí este
lugar; dame sitio espacioso donde habite. Y tú dirás en tu corazón: ¿Quién me
ha dado esto hijos a mí, que era estéril y no paria, expatriada y cautiva? ¿Pues quien crio estos hijos, estando yo sola
y desamparada? ¿De dónde han salido ellos?
He aquí lo que responde el Señor Dios: sábete que yo extenderé
mi mano, hacia las naciones y en enarbolare entre los pueblos mi estandarte. Y a
tus hijos te los traerán en brazos, y en hombros llevaran a tus hijas, y los
reyes serán los que alimenten y las reinas tus amas de leche. Rostro por tierra
te adoraran y besaran el polvo de tus pies. Y entonces conocerás que yo soy el Señor, y no
quedaran confundidos los que esperan en mí. ¿Por ventura podrá quitársele a un
hombre esforzado la presa?¿O podrá recobrarse aquello que ha arrebato un varón valiente?
Si. Porque esto dice el señor: ciertamente que le serán quitados
al hombre esforzado los prisioneros que ha hecho, y será recobrado lo que
arrebato el valiente. A aquellos, oh Sion, que te juzgaron a ti, yo los
juzgaré; y yo salvaré a tus hijos, yo hare comer a tus enemigos sus propias
carnes; y que se embriaguen con su misma sangre como si fuera mosto: y sabrán
todos los mortales, que quien te salva soy yo el Señor, y que el fuerte Dios de
Jacob es tu Redentor.
El señor vuelve con su palabra que tiene
poder e infinita sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en
cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas
y aplícalas en tu vid a, en tu familia y sobre todo, compártelas
con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra
para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor
esfuerzo. Y tú estás en ese CAMINO. ¿Por
qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ
SEMANA
JJ = J2
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