lunes, 12 de octubre de 2015

11 DE OCTUBRE DEL 2015
CONSEJO DIVINO.
TOMADO DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA

CAPITULO  VIII

DEL  LIBRO DE DIOS "EL LIBRO DELA SABIDURÍA  CAP. VIII – 8"

La sabiduría abraza todos los bienes. Viene de Dios. Dichoso el que la posee.   

Ella, pues, abarca fuertemente de un cabo a otro todas las cosas y las ordena todas con suavidad.

A esta amé yo, y busque desde mi juventud, y procure tomarla por esposa mía, y quedé enamorado de su hermosura. Realza su nobleza la estrecha unión que tiene con Dios; y además el mismo Señor de todas las cosas ha declarado que la ama; siendo como es la maestra de la ciencia de Dios y la directora de sus obras. Y si en esta vida se codician las  riquezas, ¿Qué cosa más rica que la  sabiduría, creadora de todas las cosas? Y si la industria es la que produce las obras, ¿Quién mejor que la sabiduría mostró el arte, o ingenio en estas cosas existentes? Y si alguno ama la justicia o santidad de la vida, frutos son de los trabajos u obras de esta sabiduría las grandes virtudes; por ser ella la que enseña la templanza, la prudencia, y la justicia, y la fortaleza, que son las cosas más útiles a los hombres en esta vida. Y si alguno desea el mucho saber, ella es las que sabe todo lo pasado, y forma juicio de lo futuro: conoce los artificios maliciosos de los discursos, y las soluciones de los argumentos: adivina los prodigios y maravillas antes que sucedan, y los acontecimientos de los tiempos y de los siglos. Propuse pues traérmela para que viviera en compañía mía, sabiendo que comunicará conmigo sus bienes, y será el consuelo mío en mis cuidados y penas. Por ella seré ilustre entre las gentes: y aunque joven, seré honrado de los ancianos.

Y me reconocerán por agudo en el juzgar, y seré admirable a los ojos de los grades, y los príncipes manifestarán en sus semblantes la admiración que les causo. Si callo, estarán en expectación, y si hablo, me  escucharán atentos; y cuando me extendiere en mi discurso, pondrán el dedo en sus labios. Además de esto, por ella adquiriré yo la  inmortalidad, y dejaré memoria eterna  de mí a los venideros. Gobernaré los pueblos, y se sujetaran a mí las naciones. Temblaran al oír mi nombre los reyes feroces: con el pueblo me mostraré benigno, y valiente en la guerra. Entrando en mí casa  hallaré en ella mi reposo: porque ni en su conversación tiene rastro de amargura, ni causa tedio su trato, sino antes bien consuelo y alegría.

Considerando yo esto para conmigo, y revolviendo en mi corazón cómo en la unión con la sabiduría se halla la inmortalidad. Y un santo placer en su amistad, e inagotables tesoros en las obras de sus manos, y la prudencia en el ejercicio de conversar con ella,  y grande gloria en participar de sus razonamientos; andaba por todas partes buscando cómo apropiármela. Ya de niño era yo de buen ingenio, y me cupo por suerte una buena alma. Y creciendo en la bondad pude conservar inmaculado mi cuerpo. Y luego que llegué a entender que no podría ser continente, si Dios no me lo otorgaba (y era ya efecto de la sabiduría el saber de quién viene este don), acudí al Señor, y se lo  pedí con fervor, diciendo de todo mi corazón.



El señor vuelve con su palabra que tiene poder. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y   aplícalas en tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en este CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?

FELIZ SEMANA

JJ = J2


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