11
DE OCTUBRE DEL 2015
CONSEJO
DIVINO.
TOMADO DEL
LIBRO DE LA SABIDURÍA
CAPITULO VIII
DEL LIBRO DE
DIOS "EL LIBRO DELA SABIDURÍA CAP. VIII – 8"
La sabiduría abraza todos los bienes. Viene de Dios. Dichoso el que la
posee.
Ella, pues, abarca fuertemente de un
cabo a otro todas las cosas y las ordena todas con suavidad.
A esta amé yo, y busque desde mi
juventud, y procure tomarla por esposa mía, y quedé enamorado de su hermosura. Realza
su nobleza la estrecha unión que tiene con Dios; y además el mismo Señor de
todas las cosas ha declarado que la ama; siendo como es la maestra de la
ciencia de Dios y la directora de sus obras. Y si en esta vida se codician
las riquezas, ¿Qué cosa más rica que
la sabiduría, creadora de todas las
cosas? Y si la industria es la que produce las obras, ¿Quién mejor que la sabiduría
mostró el arte, o ingenio en estas cosas existentes? Y si alguno ama la
justicia o santidad de la vida, frutos son de los trabajos u obras de esta sabiduría
las grandes virtudes; por ser ella la que enseña la templanza, la prudencia, y
la justicia, y la fortaleza, que son las cosas más útiles a los hombres en esta
vida. Y si alguno desea el mucho saber, ella es las que sabe todo lo pasado, y
forma juicio de lo futuro: conoce los artificios maliciosos de los discursos, y
las soluciones de los argumentos: adivina los prodigios y maravillas antes que
sucedan, y los acontecimientos de los tiempos y de los siglos. Propuse pues
traérmela para que viviera en compañía mía, sabiendo que comunicará conmigo sus
bienes, y será el consuelo mío en mis cuidados y penas. Por ella seré ilustre
entre las gentes: y aunque joven, seré honrado de los ancianos.
Y me reconocerán por agudo en el
juzgar, y seré admirable a los ojos de los grades, y los príncipes manifestarán
en sus semblantes la admiración que les causo. Si callo, estarán en expectación,
y si hablo, me escucharán atentos; y
cuando me extendiere en mi discurso, pondrán el dedo en sus labios. Además de
esto, por ella adquiriré yo la
inmortalidad, y dejaré memoria eterna
de mí a los venideros. Gobernaré los pueblos, y se sujetaran a mí las
naciones. Temblaran al oír mi nombre los reyes feroces: con el pueblo me
mostraré benigno, y valiente en la guerra. Entrando en mí casa hallaré en ella mi reposo: porque ni en su conversación
tiene rastro de amargura, ni causa tedio su trato, sino antes bien consuelo y alegría.
Considerando yo esto para conmigo, y
revolviendo en mi corazón cómo en la unión con la sabiduría se halla la
inmortalidad. Y un santo placer en su amistad, e inagotables tesoros en las
obras de sus manos, y la prudencia en el ejercicio de conversar con ella, y grande gloria en participar de sus
razonamientos; andaba por todas partes buscando cómo apropiármela. Ya de niño
era yo de buen ingenio, y me cupo por suerte una buena alma. Y creciendo en la
bondad pude conservar inmaculado mi cuerpo. Y luego que llegué a entender que
no podría ser continente, si Dios no me lo otorgaba (y era ya efecto de la sabiduría
el saber de quién viene este don), acudí al Señor, y se lo pedí con fervor, diciendo de todo mi corazón.
El señor vuelve
con su palabra que tiene poder. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en
cada frase, en cada palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas
y aplícalas en tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con
tus estudiantes. Cada día el Señor te da una enseñanza y una palabra para
reflexionar. El camino de la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y
tú estás en este CAMINO. ¿Por qué
Quieres huir de la perfección que Dios te ofrece?
FELIZ SEMANA
JJ = J2
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